El gobierno de Rafael Correa hizo todo lo posible por evitar que se sepa con exactitud cuánto dinero ingresó al país como donaciones y préstamos internacionales para aliviar los efectos del sismo del 16 de abril del 2016, y en qué exactamente se usaron esos fondos.
Según un examen de Contraloría hecho a los dineros que llegaron al Ecuador, como préstamos y ayudas humanitarias entre el 16 de abril de 2016 y el 31 de julio del 2017, el gobierno de Correa no abrió, como manda la ley, una cuenta específica para recibir esos fondos e identificarlos por lo que se ha hecho imposible saber cuánto llegó y en que se utilizó ese dinero. Para aumentar la oscuridad, los funcionarios del Ministerio de Finanzas del gobierno anterior no entregaron información clara y consistente al equipo auditor de Contraloría.
Todo ese dinero, dice el examen, fue a la Cuenta Única del Tesoro Nacional desde donde se la transfirió de acuerdo a los intereses del gobierno de Correa. Según la información que los funcionarios del correato entregaron a la Contraloría, los fondos internacionales estarían entre 302 y 500 millones dólares, sin que se sepa con precisión por la negativa de los funcionarios a entregar datos creíbles y consistentes.
En un oficio que el Ministerio de Finanzas envió a Contraloría, el total de esos préstamos internacionales fue de 302′ 596 015 dólares. Ese dinero vino de préstamos otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Birf), la Coorporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la Agencia Financiera de Desarrollo. Hay que sumar el dinero que las misiones diplomáticas depositaron en la cuenta abierta en el Citibank denominada Terremoto Ecuador/Earthquake y que alcanzó 6’912 622 dólares.
Sin embargo, cuando el 20 de octubre del 2017 la Contraloría pidió más información y precisión sobre los fondos recibidos, el viceministro de Finanzas en funciones informó que el monto recibido había sido por 520’239 317. Es decir mucho más de lo que se había informado antes por los funcionarios del gobierno de C0rrea. Del valor señalado en el reporte, dice Contraloría, se determinó que de la Cuenta Única del Tesoro Nacional se asignaron a las carteras de Estado 310′ 538 438 dólares, sin especificar el origen de estos recursos. Se señala, eso sí, que 78′ 190 657 dólares llegaron de un préstamos del Banco Central Ecuador; 117 268 dólares, de la embajada de la República Checa; 112′ 631 602 dólares del Banco de Desarrollo de la China, y, 18′ 761 349 dólares del préstamo otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo.
Consecuentemente, agrega el examen, la información proporcionada por los servidores del Ministerio de Finanzas, es inconsistente debido a que, en el reporte de los préstamos otorgados por los organismos internacionales por 302 596 015 dólares, no se incluyó información por el total de 190′ 939 529 dólares provenientes de los préstamos otorgados por la Embajada de la República Checa, Banco de Desarrollo de la China y Banco Central Ecuador. Contraloría dice que estos montos constan en el reporte de asignaciones entregadas a las carteras de Estado y que, respecto al préstamo otorgado por el Banco de Desarrollo de la China, se evidenció que, pese a ser un crédito concedido para la financiar el Proyecto de Unidades Educativas Pluridocentes, esos recursos fueron utilizados para efectuar gastos bajo emergencia.
De los 520 239 317 dólares de las asignaciones entregadas por el Ministerio de Economía y Finanzas a las carteras de Estado, se verificó recursos por 209′ 700 878,63, correspondientes al préstamo del BID por 18′ 761 349 y de otros organismos internacionales por 190 939 529. La diferencia de 310 538 438 dólares, incluido en el reporte emitido por el Ministerio de Finanzas, como fuente de origen “sin organismo”, no permitió, dice la Contraloría, determinar el origen de estos recursos. En otras palabras, el Ministerio de Finanzas nunca entregó cifras creíbles y consistentes.
Según el equipo de Contraloría, la información remitida no evidenció la totalidad de los préstamos recibidos para enfrentar la emergencia ni su distribución; situación que no permitió verificar el origen de los recursos con los cuales se efectuaron los desembolsos. Los auditores sostienen, además, que según el artículo 163 del Código de Planificación y Finanzas Públicas, es obligación del Ministerio de Finanzas crear subcuentas que permitan el registro de los préstamos ingresados para enfrentar la emergencia en las que se refleje su distribución, con la finalidad de transparentar el uso y destino de los recursos. Por eso mantiene su comentario.
El problema de no haber abierto sub cuentas para la recepción y administración de los dineros provenientes de préstamos internacionales fue algo sobre lo que se advirtió poco después del terremoto. En julio del 2016, diario Expreso publicó una nota en la que se decía que varios miembros de la oposición criticaban que el dinero se deposite directamente en la Cuenta Única del Tesoro. Lo que dice el informe de Contraloría parece confirmar lo que se había dicho: que el gobierno de Correa usó los fondos que supuestamente recaudó vía impuestos o préstamos internacionales para sanear sus cuentas y no necesariamente en obras de reconstrucción.
4Pelagatos publicó en abril del 2016 un documento de Merryll Lynch en el que se afirmaba que el gobierno ecuatoriano recuadó en total 2 400 millones de dólares y cuando el costo de la reconstrucción era en el peor de los escenarios de 1 060 millones. En ese documento Merryll Lynch dijo que “la caja fiscal podría incluso mejorar como resultado del terremoto y las políticas de respuesta asociadas. En otras palabras, parece que el gobierno va a utilizar los poderes que le dan la emergencia para cubrir las necesidades fiscales no relacionadas con el sismo”. La Contraloría dice ninguno de los servidores del Ministerio de Finanzas remitió información respecto a la totalidad de los préstamos concedidos al país para enfrentar la emergencia; así como sobre su destino.
En su conclusión, Contraloría dice que el ministro de Finanzas, al no disponer la apertura de una subcuenta específica para el registro de los préstamos concedidos al país y los servidores de esta cartera de Estado y al remitir información inconsistente, permitió que no se evidencie la totalidad de los recursos recibidos en calidad de préstamos; ni el origen de las asignaciones efectuadas a las diferentes carteras de Estado por 310′ 538.438 dólares. Según el examen, los préstamos registrados aparecían como “sin organismo”, ocasionando que se desconozca y transparente el valor total de los préstamos otorgados al país; así como su distribución y uso.
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