domingo, 13 de mayo de 2018

Un pésimo mes para el Presidente



Mario Jaramillo Paredes
Por AGN -10 mayo, 201825
Abril fue un pésimo mes para el Presidente Moreno y para el país. Comenzó con un muy mal manejo de la crisis generada por los actos terroristas en la frontera norte y lo remató con unos inconcebibles criterios sobre el cáncer y los médicos.
Las declaraciones del mandatario mostraron que, cuando cae en la tentación de salirse del libreto de sus asesores de imagen –cosa que está ocurriendo cada vez más a menudo-genera consecuencias desastrosas. Y que, cuando filosofa, produce resultados totalmente opuestos al “sofos” griego, es decir a la sabiduría.
A fines del mes de marzo se produjo el secuestro y posterior asesinato de tres periodistas de Diario El Comercio. Previamente se había iniciado la escala terrorista con la muerte de cuatro soldados y ataques con explosivos a locales de la Policía.
La primera reacción del gobierno luego del secuestro fue dar al secuestrador doce horas de plazo para que deje en libertad a los periodistas. Caso contrario, amenazó que “iría con todo” contra los secuestradores. Pasaron las doce horas y como nada ocurrió, el mandatario quedó mal parado y desairado por un delincuente con el que jamás debió confrontar.
El segundo caso en que el presidente no midió sus palabras fue cuando al conocer que los periodistas habían sido asesinados, salió en cadena de televisión a confrontar nuevamente con los secuestradores poniéndolos a la misma altura del estado ecuatoriano. En medio de la indignación, poco faltó para que le desafíe a puñetes a chulla brazo
Insistió en los plazos, ésta vez ya no a los delincuentes, sino a sus ministros del área de seguridad a los que dio diez días para que consigan que los asesinos devuelvan los cuerpos de los periodistas. Cumplido el plazo le tocó “bajarse” a dos de ellos aun cuando mantuvo en el puesto a la Canciller, cosa que nadie entiende, pues fue tan culpable como sus colegas de Defensa y del Interior en el pésimo manejo de la crisis.
El Presidente cerró el mes de abril con otra desacertada intervención cuando en un acto público en Cuenca sostuvo- con datos provenientes posiblemente de Yachay- que existen más médicos oncólogos que enfermos de cáncer y aseveró-así, sin más- que cuando a una persona le da cáncer, esa persona y su familia cambian de vida y el médico cambia de carro…..
Desaciertos de esta envergadura son condenables en cualquier persona. Pero simplemente no tienen justificación en un presidente de la república. Si a ello se agrega que en estos días cursa en la Asamblea un proyecto que ataca solapadamente a SOLCA y con ello a los miles de pacientes que diariamente reciben los beneficios de esta gran institución, la intervención del mandatario parecería respaldar a los autores de ese entuerto.
El Presidente Moreno ha sido normalmente cuidadoso de sus palabras y ha devuelto al país la serenidad que un presidente debe infundir, a diferencia de su antecesor, que con prepotencia sin límite insultaba, agredía y condenaba a todo aquel que no era “sumiso” con sus designios. Pero en abril algo pasó. Perdió la compostura que debe acompañar a un mandatario y allí están los resultados. (O)

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