La Canciller hace preventa diplomática para su cargo en la ONU
La Canciller de la República envió varias veces a 4P a uno de sus asesores para averiguar si este medio tiene algún problema personal con ella. Ese funcionario siempre se fue con la misma respuesta: no hay problemas personales; hay críticas de fondo a una gestión que no da cuenta de los principios tradicionales de la diplomacia ecuatoriana.
Además de su perseverancia, el asesor de la Canciller siempre ha insistido en una premisa: María Fernanda Espinosa no hace las cosas motu proprio. Las hace porque el Presidente y ella coinciden. Coinciden en el apoyo a Maduro y a Ortega. En el lavado de manos de la Cancillería frente a esas dictaduras y su violación a los Derechos Humanos. ¿Las pruebas? Ella sigue en su despacho, hace campaña utilizando el cargo, la logística, el presupuesto de la Cancillería y hasta el avión presidencial. Ha usado a la hija de Lenín Moreno y a parte del equipo diplomático en Nueva York como jefes de una campaña que ella ha puesto por encima de sus obligaciones como Canciller.
Si esa premisa es verdad –y todo hace pensar que así es– la responsabilidad de la gestión de Espinosa (la ministra más criticada del gabinete este año) recae en el propio Presidente. En este momento, él está de acuerdo con que ella, en vez de renunciar, tome una licencia, a partir de mañana 24 de Mayo, para continuar su campaña. Es un artificio que le permite sacar tajada por partida doble: guardar silencio sobre los casos que el gobierno ha vuelto sensibles por su apoyo solapado, como los de Nicaragua y Venezuela. Y evitar, por esa vía, que Espinosa arriesgue votos en su desaforada carrera hacia un cargo internacional que complete su hoja de vida. Eso explica el comunicado de hoy de la Cancillería sobre Venezuela en el cual se dieron la pena de abstraerse de la farsa electoral del domingo y no decir absolutamente nada.
Espinosa sale de los asuntos de la Cancillería para seguir su campaña. Y esto plantea, con mayor acritud, interrogantes que existen desde que ella comunicó su deseo de presidir la Asamblea general de la ONU: ¿qué compromisos está adquiriendo María Fernanda Espinosa a nombre del Estado ecuatoriano a cambio de los votos que está solicitando? ¿Le dio el Presiente carta blanca para canjear votos contra las posiciones que asumirá Ecuador en los organismos internacionales en los próximos meses y hasta años?
Cualquier diplomático puede certificar que no hay Estado alguno que compromete su voto gratuitamente. De hecho, el lío que hay con Honduras es producto de un canje hecho por Ricardo Patiño en 2015: ese país votó para elegir a Patricio Pazmiño en la Corte Interamericana a cambio de que Ecuador vote por su candidato para presidir la Asamblea General de la ONU en el período 2018-2019. Ese es el canje irrespetado por Espinosa, como consta en esta carta.
En claro, Espinosa está realizando, en política exterior, algo parecido a lo que ocurrió con las preventas en el campo petrolero. “Ella está comprometiendo lo que puede y no puede”, dice un diplomático que cuenta cómo hay canjes entre Estados sobre cientos de nombramientos y votos alrededor de temas que tienen que ver con el Consejo de Derechos Humanos, la Corte Interamericana… etc. ¿Está de acuerdo el Presidente con que la política exterior del país pague ese precio para favorecer la candidatura de Espinosa a un cargo honorífico, en el cual lo no hay nada para el país y lo único importante serán las fotografías que ella sumará a su egoteca personal?
Se entiende, entonces, por qué el Presidente Moreno no pidió la renuncia de su Canciller: la hubiera privado de la posibilidad de intercambiar compromisos a nombre del Estado a cambio del voto de otros Estados. Su apoyo ha sido decisivo para que Espinosa pueda revestir su deseo vanidoso de una supuesta “representación del Estado ecuatoriano”, como dijo Paul Granda, ministro de la política, en Teleamazonas. En estas condiciones, es presumible que el gobierno ponga su peso político para evitar el juicio político, antes y después del 5 de junio; fecha de la elección en Nueva York. Homero Castanier, jefe del bloque legislativo de CREO, dijo a 4P. que tienen ya las firmas suficientes y que el pedido de juicio político será entregado en la Asamblea el martes 29 de mayo.
Preventa petrolera en el gobierno de Correa y preventa diplomática en el de Lenín Moreno: aparentemente le fue bien a la Canciller que hoy habló, en una reunión con los embajadores en Quito, como nueva Presidenta de la Asamblea General de la ONU. Y des dijo lo que hará en ese cargo: prueba evidente de que ella cree (equivocadamente) que podrá tener autonomía de vuelo en Nueva York. Muy presumiblemente tendrá ese cargo gracias a que el Presidente puso su empeño y todo el Estado a su servicio para darle gusto.
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