jueves, 12 de mayo de 2016

REFINERÍA DE ESMERALDAS: MILLONES EN SOBRECOSTOS Y FALLAS




EL PROYECTO DE MODERNIZACIÓN DE LA REFINERÍA DE ESMERALDAS SE HA CONVERTIDO EN LA EMERGENCIA ENERGÉTICA MÁS LARGA Y ONEROSA DE LA HISTORIA DEL ECUADOR CON USD 1500 MILLONES EN 8 AÑOS. LOS COSTOS INICIALES SE MULTIPLICARON EN EL CAMINO Y LOS RESULTADOS TANGIBLES HASTA EL MOMENTO EVIDENCIAN FALLAS SENSIBLES EN EL TRABAJO DE LA COMPAÑÍA COREANA CONTRATADA PARA EL EFECTO.


La compañía coreana le debe explicaciones al país, a más de los años de retraso, fallas como la de este equipo clave de FCC QUE no empatan como debería ser, dejan en entredicho la ingeniería de SK. Pero también queda en entredicho el rol de la fiscalizadora Worley Parsons, que no detectó 104 fallas. Tuvieron que ser los técnicos ecuatorianos quienes alerten las deficiencias.
La compañía coreana le debe explicaciones al país, a más de los años de retraso, fallas como la de este equipo clave de FCC que no empatan como debería ser, dejan en entredicho la ingeniería de SK. Pero también queda en entredicho el rol de la fiscalizadora Worley Parsons, que no detectó 104 fallas. Tuvieron que ser los técnicos ecuatorianos quienes alerten las deficiencias.
“Era el mismo diablo vestido de mujer, apareció en el patio de la refinería, solita caminando en la obscuridad, con algo colgando de su mano, no solo mis ojos la vieron, mis compañeros también, incluso del susto uno se desmayó“.
EL DIABLO VIVE AQUÍ
Así, aún asustado, un empleado de la refinería Esmeraldas, confiesa el misterioso suceso registrado la madrugada del 6 de abril de 2015. “Es lo que nos faltaba, una señal de mal agüero“, agrega otro testigo, quien no logra explicarse, cómo, a esa hora de la madrugada, una mujer apareció y desapareció súbitamente, burlando la seguridad. Entre los obreros hasta ha circulado una fotografía con la supuesta aparición.


Pocas horas antes de este suceso, una de las bombas nuevas instaladas por la empresa coreana SKEC, había salido de operación, despertando temor entre los trabajadores y obligando a parar la planta. Desde hace 10 años los paros son eventos frecuentes y ya no sorprenden.


Rafael Correa les garantizó a los trabajadores de la refinería Esmeraldas que en 2 años (2010) entregaría una planta moderna, sin paros emergentes, libre de contaminación y capaz de producir combustibles de calidad, han pasado cinco años y los ecuatorianos siguen esperando el milagro
Entre sobresaltos, fantasmas y ácido sulfhídrico, los obreros aún recuerdan las emocionadas palabras de Rafael Correa Delgado, ofreciendo acabar con la tragedia de la refinería: incendios, paros, contaminación, corrupción, enfermos, muertos. “Todo esto será parte del pasado”, les aseguró el Presidente, ese día en que se inauguró la revolución petrolera, el mismo momento de inicio de la modernización de la más importante refinadora del país. Desde entonces, los obreros llevan tres mil días de espera, ocho años de zozobra e incertidumbre, aguardando el milagro.
LA EMERGENCIA MÁS COSTOSA DE LA HISTORIA: U$ 1500 MILLONES EN 8 AÑOS
El proyecto de repotenciación, rehabilitación y optimización de la Refinería Estatal de Esmeraldas (REE), se ha convertido en la emergencia energética más larga y costosa de la historia del Ecuador: tiene la misma edad de la revolución ciudadana (8 años) una inversión de U$ 1500 millones de dólares y aún no tiene resultados tangibles. El proceso precontractual y contractual, empezó en noviembre de 2007 con la declaratoria de “Estado de emergencia“ dispuesta por Correa, a través de decreto ejecutivo, con el cual también le encargó a la Fuerza Naval, la administración de la estatal Petroecuador. El objetivo: “recuperar la soberanía energética“, y el mecanismo: “hacerlo rápido y hacerlo bien“.


La refinería de Esmeraldas es una planta contaminante, víctima de engendros tecnológicos realizados por varios gobiernos en sus 40 años de existencia. Desde las mezclas de crudos hasta ampliaciones fraudulentas la han convertido en una bomba de tiempo
Con ese instrumento de emergencia, quedaban en la historia neoliberal, la licitación y el concurso público; ahora, todo sería rápido: acuerdos entre presidentes amigos, alianzas estratégicas, contratos directos, términos de referencia a pedir de boca, compañías y cifras cruzadas entre brindis. A este ritmo se firmaron decenas de contratos de nueve ceros a la derecha, centenas de subcontratos de idéntico tamaño; los adelantos, en algunos casos del 70% del monto, salían al mismo tiempo que entraban los contratos a las notarías.
AÑO 2007: GALO CHIRIBOGA: U$ 170 MILLONES
CARTA-SUMITOMO-CHIYODA-1
La mejor opción tecnológica para realizar la modernización de la refinería Esmeraldas, sin duda era la constructora de la planta, Sumitomo Chiyoda, sin embargo el gobierno privilegió a SK-KBC
ecuador_chiriboga200Para entonces (2007) el costo de la obra, en boca del ministro de Minas y Petróleos, Galo Chiriboga Zambrano, era de U$ 170 millones, incluso anunció que tenían un preacuerdo con Sumitomo Chiyoda, la empresa que construyó en 1974 la refineríahttps://youtu.be/x5Qh5GaY1Wo. Pero, semanas después, misteriosamente, la poderosa compañía japonesa fue mandada al banco de suplentes por decisión política del gobierno, que entregó el proyecto de forma directa a la transnacional coreana SK.
En 2011, los representantes de Chiyoda remitieron un comunicado al gobierno de Rafael Correa, ratificando su voluntad de participar en la modernización de la refinería Esmeraldas y en financiar la construcción de la refinería del Pacífico, pero los compromisos ya estaban sellados con Seúl. ¿Quién recomendó la contratación de SK y KBC? Varios informes establecen que fue Pdvsa de Venezuela la que tendió los puentes con la empresa coreana, en circunstancias que para esa fecha (2008), el gobierno de Chávez ya había suscrito acuerdos con SK para los estudios de la refinería del Pacífico.
En 2007 el entonces ministro de Minas y Petróleos, Galo Chiriboga, anunció que la rehabilitación de refinería Esmeraldas costaría U$ 170 millones y la haría Sumitomo Chiyoya, la empresa japonesa que construyó la planta en 1974. Pero, 8 años después el costo subió a U$ 1500 millones y la costosa obra se entregó a la empresa coreana SK
UN INCREMENTO DE U$ 980 MILLONES
Ocho años después de mantener las cuentas en reserva, el régimen reconoció un incremento de las inversiones a U$ 980 millones; no obstante, considerando otras obras relacionadas, presupuestadas por Petroecuador hasta el año 2016, la cifra se dispara a U$1500 millones de dólares. Es más, un estudio de la consultora norteamericana Wood Mackenzie, de mayo de 2013, habla de U$ 2000 millones de dólares de inversión, incluyendo un nuevo proyecto orientado a mejorar la calidad de los combustibles y procesar los residuos.


En el año 2005, en el gobierno de Alfredo Palacio, el directorio de Petroecuador, dispuso la elaboración de los términos de referencia para contratar la rehabilitación integral de la refinería de Esmeraldas. En el documento se contemplaban 28 proyectos por un monto de U$ 127.1 millones de dólares y un plazo de ejecución de 2 años, contados a partir de julio de 2006 hasta diciembre de 2008. Para entonces, Correa era ministro de Finanzas y miembro del directorio de Petroecuador. Por su parte, Carlos Pareja Yanusseli, era presidente de Petroecuador. Posteriormente, en agosto de 2006, Galo Chiriboga, asumió la dirección de la estatal petrolera.
UNA REHABILITACIÓN MUTANTE QUE PARTE DE U$ 187.2 MILLONES


Mientras el corazón industrial de la planta sufre severas afecciones que aún no logran ser superadas, las autoridades no han descansado en maquillar la vieja infraestructura con manos de gato de pintura y la infaltable propaganda oficial
Con la posesión del presidente Rafael Correa, los mismos funcionarios petroleros del régimen de Palacio, continuaron al frente de los grandes proyectos hidrocarburíferos. Luego de la declaratoria de emergencia energética (Noviembre 2007), Petroecuador actualizó los términos de referencia del proyecto de rehabilitación integral de la REE.
Esta vez la propuesta contenía 25 proyectos a ser ejecutados en un plazo máximo de 29 meses, hasta el 2011, por un monto de U$ 187.2 millones de dólares. El proyecto fue aprobado en diciembre de 2007, por el cuadros-refineria-2Fondo Ecuatoriano de Inversión en los Sectores Eléctrico e Hidrocarburífero – FEISEH, y en enero de 2008 se realizó el primer desembolso de U$ 23.5 millones.
Tanto en los términos de referencia como en la guía descriptiva de los proyectos aprobados por el FEISEH, no se contemplaba la realización de fases adicionales. La sorprendente reprogramación fue realizada dos años después, 2010, por las mismas autoridades de Petroecuador que diseñaron y aprobaron los estudios el año 2007.
Con el nuevo formato, se crearon originalmente tres fases: 1) Sostenimiento, 2) Fase I y 3) Fase II; todo esto, cuando ya estaban en ejecución los contratos con la firma coreana SKEC. Adicionalmente, en diciembre de 2013, se crea una CUARTA FASE, denominada Fase 1.8: “Ingeniería complementaria, procura, construcción y precomisionado de las secciones de la columna principal de fraccionamiento, concentración de gases, unidades merox, gasolina, lpg y tratamiento con aminas de la Unidad FCC 1-8, proyecto de rehabilitación de la refinería Esmeraldas“.
El proyecto original de rehabilitación de la planta aprobado en 2007 por el FEISEH fue desbaratado, se crearon cuatro fases, sin que existan estudios técnicos, económicos y legales que justifiquen ese radical cambio
EMPRESA SURCOREANA CONTRATADA SIN LICITACIÓN


SK de Corea ostenta los contratos más onerosos de este gobierno. Solo en refinería Esmeraldas registra $ 980 millones y en refinería del Pacífico $ 260 millones, todos fueron logrados sin licitación.
SKTras dejar en el camino a la progenitora de REE, Sumitomo Chiyoda, en noviembre de 2008, la estatal Petroecuador, sin licitación, invitó a la compañía SK Engineering & Construction (SK&EC) a presentar la oferta para la provisión, instalación y puesta en marcha de la rehabilitación integral de la refinería Esmeraldas. Un mes después, diciembre de 2008, se firmó el primer contrato por un valor de U$ 84.7 millones, denominado Fase I.
Pero, en febrero de 2010, se suscribió un segundo contrato con la misma empresa, esta vez por U$ 324.7 millones, como parte de la Fase II; además se extendió la fecha de terminación del proyecto integral hasta marzo de 2013. Un año después, marzo de 2011, cuando ya debía concluir el proyecto de rehabilitación en los términos aprobados por el FEISEH, se suscribe una modificación al primer contrato, por un monto de U$ 136.6 millones. Como se puede apreciar, el monto del contrato modificatorio fue superior al del contrato original.
En diciembre de 2013, el gerente de Petroecuador, autorizó la firma de un cuarto contrato, el 2013189, con la empresa surcoreana, mediante régimen especial, luego de recibir la calificación de la oferta por parte de Worley Parsons, que misteriosamente, de fiscalizadora se convirtió en evaluadora. El monto es de U$ 228.2 millones más IVA y tiene un plazo de 790 días (hasta febrero de 2016), dos años adicionales. Según la Contraloría, la oferta de SK incumplió con los requerimientos de Petroecuador y debió ser rechazada, sin embargo Worley Parsons validó la misma, sin contar con un informe de la Comisión Técnica.
CORREA-SK-W
El acuerdo con SK para rehabilitar la refinería de Esmeraldas se dio luego de que el gobierno de Hugo Chávez suscribiera contratos de ingeniería para la construcción de refinería del Pacífico con la empresa coreana.
U$ 206.5 MILLONES MAS EN EL 2014
Pero el diluvio de cifras no para aquí. De acuerdo con un informe remitido en abril de 2014 a la Contraloría, por el administrador del proyecto, Petroecuador firmó otro contrato, el 4000122329, con SK Engineering & Construction Co. Ltd. y SK Incheon Oil Co Ltd. (SKICO, SK ENERGY) para un nuevo proyecto en la Unidad FCC, por los siguientes montos: contrato original U$ 163 390 000 y una enmienda por U$ 43 110 000, total U$ 206.5 millones.
Según documentos de Petroecuador y la Contraloría, la compañía coreana SK resultó bendecida en el gobierno de Rafael Correa, con contratos que bordean los U$ 1300 millones de dólares, tanto en refinería Esmeraldas como en refinería del Pacífico (RDP). A los U$ 980 millones de Esmeraldas se suman U$ 43 millones de indemnización; mientras que, en el proyecto estrella RDP se suman contratos de ingenierías por U$ 260 millones. Las mismas compañías: SK, Worley Parsons y UOP, manejan el diseño, construcción y fiscalización, de las dos plantas refinadoras.


SK resultó bendecida en el gobierno de Rafael Correa, con contratos que bordean los U$ 1300 millones de dólares, tanto en refinería Esmeraldas como en refinería del Pacífico (RDP). A los U$ 980 millones de Esmeraldas se suman U$ 43 millones de indemnización; mientras que, en el proyecto estrella RDP se suman contratos de ingenierías por U$ 260 millones.
SIN FISCALIZACIÓN, A LA BUENA DE DIOS
Tanto por los montos, como por los objetivos y obras contratadas, la suscripción de estos instrumentos, desbarataron el proyecto original aprobado y financiado por el FEISEH, sin que medie estudio técnico, ni justificación legal, como sostiene la Contraloría en el informe del examen especial de 2013, realizado después de la denuncia del legislador Cléver Jiménez: “No se dispone de ningún estudio técnico, legal y económico que justifique el incremento de las fases, proyectos, costos y plazos de ejecución del programa de rehabilitación en su conjunto, considerando que los términos de referencia aprobados por el FEISEH en 2007, estimaron una inversión de U$ 187.2 millones de dólares para la rehabilitación integral de la planta, monto que, injustificadamente ha subido, hasta el cierre del examen especial a U$ 855.4 millones, debido a la incorporación de las fases I y II“, precisa el informe.
El pedido de investigación del ex legislador Cléver Jiménez, se extendió además a la Fiscalía; en respuesta, Galo Chiriboga, en 2011, informó de la apertura de una indagación previa por el presunto delito de peculado en contra de los responsables de la rehabilitación de la refinería. La indagación está literalmente abierta, no se conoce de ninguna diligencia cumplida durante estos cuatro años.
La Contraloría realizó dos exámenes especiales a la rehabilitación de refinería Esmeraldas, por petición del legislador Cléver Jiménez, quien fue condenado a prisión y despojado de su curul. Tres años después, el organismo de control confirmó la denuncia del legislador
WORLEY PARSONS U$ 120 MILLONES MAS Y SIGA SUMANDO…
Tan descompuestos están los procedimientos que el propio asistente de contabilidad de la Gerencia de Refinación de Petroecuador, mediante correo electrónico del 20 de mayo de 2014, informa al equipo de la Contraloría, que: “… de la amortización del contrato 2008172 no existen facturas, ni planillas, ni órdenes de pago, los memorandos y la documentación adjunta es la que se nos envió de Quito, favor interpretarlos“. Para agravar el cuadro, la entidad de control añade que durante el período sujeto a examen especial “no existió fiscalización externa especializada que evalúe el cumplimiento de los diseños o estudios del licenciante Universal Oil Productos (UOP) y la calidad de los trabajos que se ejecutan con cargo al programa de rehabilitación por parte de SKEC“.
A la buena de Dios, desde el 2007 hasta el 2011, los fiscalizadores de uno de los más grandes proyectos estratégicos del Ecuador, fueron los mismos funcionarios y autoridades, responsables de la contratación de las obras. Luego de tres años de ejecución de las obras, en noviembre de 2011, se contrató la fiscalización externa con la firma Worley Parsons, la misma empresa encargada de fiscalizar la construcción de la Refinería del Pacífico. Hasta el año 2014, Petroecuador firmó cuatro contratos con la fiscalizadora, por un monto superior a los U$ 120 millones de dólares.


El presidente Rafael Correa junto a Andrés Luque de la compañía Galileo Energy/Veolia beneficiada con un millonario contrato sin licitación en refinería Esmeraldas
cuadros-refineria-4CONTRALORÍA OBSERVA CONTRADICCIONES EN EL CONTRATO
Otros aspectos destacados en el informe de la Contraloría del año 2014, son las contradicciones detectadas entre los contratos de SK: “El contrato complementario 2011094 fue suscrito 815 días después del contrato original 2008172, es decir cuando el objeto del primer contrato debía estar ya entregado y operando. En la cláusula del contrato complementario se dice que los trabajos objeto del contrato se ejecutaran paralelamente, pero, en otra clausula se establece que deberá pararse la refinería para ejecutar los trabajos (…) No se incluyó en los contratos con SK multas por incumplimientos del contratista, como establece la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública“, señala el organismo de control.
Un funcionario de la gerencia de Refinación de Petroecuador, informa el 20 de mayo de 2014 al equipo de la Contraloría, que: “… de la amortización del contrato 2008172 no existen facturas, ni planillas, ni órdenes de pago, los memorandos y la documentación adjunta es la que se nos envió de Quito, favor interpretarlos“
Las pólizas de responsabilidad civil y responsabilidad personal, en al menos dos contratos con SK (2008172 y 2011014) no fueron emitidas por el valor estipulado contractualmente. En los dos contratos se presentaron pólizas anuales por 1 millón de dólares, cuando debían ser por $10 millones de dólares.
SE “DESNATURALIZÓ LA EMERGENCIA“


Marco Calvopiña, gerente de Petroecuador, Carlos Pareja, gerente de Refinación y Jorge Glas, vicepresidente de la República, son personajes claves en los proyectos de la Refinería de Esmeraldas.
Una disputa entre Carlos Pareja Yanuzzelli y los representantes de la contratista SKEC, se originó en torno a la responsabilidad por el incumplimiento de las fechas programadas para el ensamblaje de los nuevos equipos. Según la contratista, la culpa fue de Petroecuador que incumplió con la entrega de los estudios; por esta razón, la empresa coreana exigió una indemnización de U$ 80 millones, acordando un pago de $43 millones.
Al respecto, la Contraloría en su informe responsabiliza del hecho a la Gerencia de Refinación, además de subrayar que de esta forma, el objetivo de la emergencia decretada en 2007, fue desnaturalizado: “El gerente de Refinación definió y el administrador del contrato comunicó al contratista las nuevas fechas de las paradas que difieren con las establecidas en las reprogramaciones de los Planes Operativos Anuales de 2011 y 2012, aprobadas por el Directorio de EP Petroecuador, lo que ocasionó que hasta la fecha de corte de la presente evaluación no se hayan realizado las paradas, postergándose esta actividad en 617 días, situación que podría poner en riesgo el normal funcionamiento de la Refinería de Esmeraldas, a más de que originó el reclamo del contratista de costos adicionales, por concepto de indemnización por el desfase en las fechas programadas de paradas de la planta y desnaturalizó la situación de emergencia que fue emitida con la finalidad de contratar la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas“, concluye.
Finalmente, se programó la paralización de las unidades a partir del año 2014, para ejecutar el ensamblaje y acoplamiento de los equipos. Una de las primera unidades en entrar en paro programado fue Crudo 1, la cual luego de ocho meses de trabajos bautizó los nuevos equipos en febrero de 2015. Semanas después, las sorpresas empezaron a recalentarse, como los flamantes equipos. En marzo, abril y mayo, varias bombas y compresores colapsaron, forzando la paralización de la planta.
Otras bombas de la unidad Setil, también fueron afectadas. Mientras se avanzan con los trabajos en el corazón de la refinería, acoplando el reactor y regenerador, en mayo entró a reparación la unidad Crudo 2, la cual abastece con gasóleo a FCC. Los trabajos concluirán en 2016, cuando entre en operación FCC y demás unidades sometidas a reparación.
El presidente Correa escuchando explicaciones de Calvopiña.
El presidente Correa escuchando explicaciones de Calvopiña.
La gestión de la fiscalizadora Worley Parsons mereció un capítulo especial en el informe de la Contraloría. A los cuestionamientos del organismo contralor, se suman los reportes de 2015 de los propios operadores de la Refinería, que luego de una inspección a los trabajos ejecutados por SKEC en la unidad FCC, detectaron al menos 104 fallas, entre leves y graves. Este número de fallas es muy alto como para haberse escapado al ojo fiscalizador de la costosa Worley Parsons. Tuvieron que ser operadores ecuatorianos, esmeraldeños, quienes detecten defectos y fallas básicas, como haber instalado una válvula de seguridad a dos metros de altura, o equipos cambiados, hasta fallas severas en equipos importados que al ser ensamblados no empatan.


La fiscalizadora extranjera Worley Parsons, beneficiada con contratos por U$ 120 millones, no pudo detectar más de 104 fallas en los trabajos de SK. Fueron los técnicos ecuatorianos quienes notificaron los errores de los coreanos.
104 FALLAS EN REHABILITACIÓN REALIZADA POR SKEC, EN LA UNIDAD FCC


Parte del informe conteniendo 104 fallas en la unidad FCC, elaborado por técnicos ecuatorianos de la refinería de Esmeraldas. La mayoría de puntos no tienen respuesta de SK
El 8 de enero de 2015, Carlos Mendoza reportó una falla en el equipo 200-G-E24: “La línea de salida de agua de enfriamiento del intercambiador fue reemplazada y no colocaron la válvula de bloqueo“.
El 8 de enero de 2015, Bolívar Terán reportó una falla en el equipo 200-G-P10: “La línea de succión de la bomba, ha sido desplazada para la colocación del andamio, esto está causando stress en la línea y una posible fisura que puede provocar fuga de producto en el momento de la operación“.
El 12 de enero de 2015, Jairo Pacheco reportó fallas en el equipo F-V9: “Se solicita cambio de posición de la válvula para facilitar la operación“.
El 12 de enero de 2015, Roberto Vera, reportó fallas en el equipo G-P8 A/B: “La altura del nivel de la succión del equipo supera en 5 cm a la de GP8B y en 10 cm a G-P7A/B“.
El 13 de enero de 2015, Félix Quiñónez, reportó fallas en el equipo 200-F-V4: “En el nivel 8 del Re libre circulación del personal operativo hacia el ascensor.
El 15 de enero de 2015, Félix Quiñónez, reportó fallas en el equipo 200-F-H2: “Las bridas de la línea de fuel gas hacia el horno no coinciden“.
El 15 de enero de 2015, Jairo Pacheco, reportó fallas en las líneas de salida de aeroenfriadores: “Tal como se encuentran instalados Spring Hangers al momento de que se incremente la temperatura el material se dilatará existiendo el riesgo de desplazamiento de la tubería, lo que provocaría que el soporte que está actualmente soldado no cumpla su función“.
fallas ya
Reporte del técnico Macario Andrade de Petroecuador, entregado a la constructora SK y a la fiscalizadora Worley Parsons, sobre fallas
UNA REFINERÍA QUE NO PRODUCE, IMPORTA Y MEZCLA
Aunque parezca mentira, la refinería de Esmeraldas no produce gasolina (Nafta) para el consumo interno, la nafta generada por la unidad FCC, contiene 1300 ppm de azufre y la norma INEN permite un máximo de 650 ppm. Lo que se hace es importar gasolinas de alto octanaje y mezclarlas con las nacionales hasta obtener un producto que se adapte a las normas de calidad. Solo el diesel premium generado por la planta HDS está dentro de los parámetros.
Más grave aún es la producción de Fuel Oil, utilizado por la propia refinería, la central térmica Esmeraldas y otras generadoras del país; este derivado contiene 21 000 ppm de azufre, cuando la norma INEN tolera un máximo de 1400 ppm, técnicamente, no debería ser utilizado pues está poniendo en riesgo la salud de los trabajadores y de la población cercana. La unidad de Crudo 2 produce combustibles con 8000 ppm de azufre, estos derivados deben ser enviados a la unidad CCR para mejorarlos. De igual forma, la unidad de Viscorreducción produce nafta con aproximadamente 3500 ppm de azufre.
Pese a la gigante inversión de U$ 1500 millones, la refinería no ampliará su capacidad de refinación, tampoco producirá combustibles limpios, menos aún reducirá la generación de residuos. Lo que se busca es optimizar la operación a la capacidad que fue diseñada (110 mil barriles día)
UNA REFINERÍA QUE AFECTA A LA ZONA Y SUS POBLADORES
La zona de influencia de la refinería Esmeraldas se encuentra seriamente afectada por la presencia de SO2 en el aire, este químico en elevadas concentraciones en el aire afecta gravemente en los seres vivos, particularmente en los humanos, produciendo enfermedades respiratorias y lluvia ácida.
Con la rehabilitación, la unidad FCC subirá de 18 a 20 mil barriles día: 16 500 barriles de gasóleo de vacío y 3500 barriles de gasóleo de destilación atmosférica. El nuevo reactor tendrá un nuevo sistema de inyección de carga, de mayor eficiencia, aumentará en un 3% la producción de gasolina y reducirá la producción de aceites cíclicos. Con los cambios en las unidades Merox (FCC) el azufre no será removido, la cantidad del químico contaminante permanecerá en la gasolina. Con este proceso no se obtienen productos con bajo contenido de azufre, lo que se hace es quitarle a la gasolina los malos olores y la peligrosidad del ácido sulfhídrico (H2S).
Los trabajadores y pobladores de las zonas de influencia soportan graves impactos en su salud por estar expuestos a altas emisiones de ácido sulfhídrico, un agente letal. Se procesan combustibles totalmente fuera de especificación, con 1300, 3500, 8000 y hasta 21000 ppm de azufre, cuando las normas nacionales toleran 650 ppm y las internacionales 50 ppm
Refinería posee 22 fuentes de emisión, en su mayoría se trata de hornos y calderas, cuyos parámetros críticos son: concentración de azufre, material particulado y gases de efecto invernadero (CO2). Según informes técnicos de Esingeco (Plan Maestro para Cumplimiento de Calidad de Emisiones en la Refinería de Esmeraldas) y la UOP (“Esmeraldas Refinery Operacional Integrity and Personnel Development Screening Assessment – Final Report”) la Eficiencia Energética de la Refinería de Esmeraldas se encuentra en aproximadamente 54%, valor que manifiesta el grado de obsolescencia de los equipos de combustión, sistemas de intercambio, recuperación de calor, aislamiento térmico y manejo del sistema de vapor, eficiencia de motores y equipos.
UN INFORME QUE DESNUDA ASPECTOS CRÍTICOS

En el informe oficial de Petroecuador se detallan varios aspectos críticos, entre los cuales se destacan: baja fiabilidad y daños continuos en equipos; cuellos de botella en procesos; plantas que nunca funcionaron; baja continuidad operativa; pérdida de producción de derivados; ineficiencia en costos; recipientes y tuberías con bajos espesores; descargas gaseosas y líquidas al medio ambiente; personal técnico incompleto, sin capacitación y desmotivado; elevados índices de riesgos, accidentes y enfermedades; constantes paros emergentes en las diferentes plantas; derrames de hidrocarburos hacia el exterior; y, conatos de incendio y accidentes de trabajo, algunos fatales.
Como se ha dicho, el proyecto actual (2007-2015) no incluye la ampliación de la capacidad de refinación, apenas un incremento de 2000 barriles día de gasolina en la unidad FCC. Las cuatro fases programadas, son contratos de reparación, repotenciación, rehabilitación y optimización, orientados a lograr la operación a la capacidad para la que fue diseñada, es decir a 110 mil barriles diarios, un volumen al que nunca se llegó.REFIneria1
La principal deficiencia de la refinería, es el alto volumen de residuo, problema que tampoco será resuelto con la actual rehabilitación. Los 40 mil barriles diarios de residuo seguirán siendo un dolor de cabeza para el país y un gran negocio para los exportadores de Fuel Oil. La alternativa de procesar ese residuo en la refinería del Pacífico, queda a la espera de que el mega proyecto salga del limbo en el que se encuentra desde hace siete años.
REFINERÍA PARADA, NEGOCIO DE IMPORTADORES
De acuerdo con un informe de Petroecuador, entre los años 2007 y 2012, la Unidad FCC, estuvo parada más de 90 días, por fallas operativas. La planta de diésel HDS en el mismo periodo reportó 59 paros emergentes, que la mantuvo más de 500 días fuera de operación. Las unidades Crudo 1 y 2, Visbreaking 1 y 2, y CCR, suman centenares de días de paralización por fallas operativas.
“Los paros emergentes generan un rápido deterioro de los equipos debido a enfriamientos bruscos“, reconoce el gerente de Refinación, Carlos Pareja, en el citado informe. Encima, cae Contraloría con un cuadro de dolor: desde el año 2005 hasta el año 2010, se cuentan más de 1000 días de paros emergentes, un hecho que daña gravemente la estructura.
LA FUERZA NAVAL CARGA SU CULPA

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LUIS JARAMILLO
Bajo el discurso de recuperar la soberanía energética, Rafael Correa, se protegió en la Fuerza Naval para ejecutar las obras y los contratos más grandes de la historia, sin licitación: refinería del Pacífico, planta Monteverde, refinería Esmeraldas, renegociación de contratos, acuerdo petroleros con China, Venezuela y Uruguay. El contralmirante Luis Jaramillo Arias, fue el brazo ejecutor
Por alguna señal del destino, a la Fuerza Naval que 40 años atrás (1974) -gobierno revolucionario de Guillermo Rodríguez Lara- le correspondió construir la más importante planta refinadora del país (REE), ahora en el gobierno de la revolución ciudadana (2007), le tocó la enredada tarea de reparar la antigua estructura, diseñada y fabricada en esa época por el consorcio japonés Sumitomo Chiyoda.
El 19 de marzo de 1974, a solo dos años de que fluyera el primer barril de petróleo de la Amazonía, el régimen militar adjudicó la construcción de REE a Chiyoda, una de las más calificadas constructoras del mundo, para procesar 55 mil barriles diarios de petróleo liviano de 28 grados API, por un monto de U$ 160 millones de dólares. Pese a las limitaciones tecnológicas del momento, en apenas tres años (1977) Chiyoda entregó la obra concluida, mientras un grupo de jóvenes técnicos ecuatorianos, entrenados previamente en la refinería colombiana de Barranca Bermeja, hicieron la proeza de arrancar el complejo refinador.
LEÓN FEBRES CORDERO, SIXTO Y JAMIL
Con el objetivo de responder a la demanda interna de derivados, en mayo de 1985, gobierno de León Febres Cordero, se amplió la capacidad de refinación a 90 mil barriles día, a través de la misma Sumitomo Chiyoda, por U$ 114 millones.
Posteriormente, el gobierno de Sixto Durán Ballén (1995), luego de un controvertido proceso licitatorio, en el cual quedaron en el camino famosas constructoras como Kellog, Distral y la propia Sumitomo Chiyoda, adjudicó un contrato por U$ 200 millones para una nueva ampliación, esta vez a 110 mil barriles día, e incluir modificaciones para procesar crudos pesados de 23 grados API. La adjudicataria fue la cuestionada empresa española, Técnicas Reunidas, ganó el concurso por una diferencia de U$ 7 millones de dólares, frente a la oferta de Chiyoda.
La obra se entregó en 1998, durante el gobierno de Jamil Mahuad, en medio de agrios cuestionamientos.
Petroecuador contrató en octubre de 2014, el buque Odessa, con capacidad de 1 millón de barriles, un gigante fondeado frente al puerto de Balao. Este contrato le cuesta al país U$ 36 950 diarios (U$ 13,4 millones anuales). Esto, mientras desde hace 3 años se construyen varios tanques de almacenamiento de combustibles en REE que por alguna inexplicable razón, aún no concluye.
Petroecuador contrató en octubre de 2014, el buque Odessa, con capacidad de 1 millón de barriles, un gigante fondeado frente al puerto de Balao. Este contrato le cuesta al país U$ 36 950 diarios (U$ 13,4 millones anuales). Esto, mientras desde hace 3 años se construyen varios tanques de almacenamiento de combustibles en REE que por alguna inexplicable razón, aún no concluye.
Las controversias iban desde la falta de experiencia de Técnicas Reunidas, injustificada demora en la entrega de la obra, hasta advertencias del peligro de introducir crudo pesado (Mayor contenido de azufre) a una planta diseñada para crudos livianos. En ese tiempo, varias voces alertaron que se acabaría provocando daños a la infraestructura original.
La realidad fue lapidaria: los equipos empezaron a colapsar afectando al resto de la planta. Las paralizaciones emergentes se volvieron una constante. Pero lo más grave fue la reducción sustancial en la generación de derivados: Lpg, Diesel y Naftas, fuera de especificación, así como un alto volumen de residuo (50% de la carga) el cual debe ser mezclado con diluyente importado para obtener el Fuel Oil de exportación.
La Contraloría del Estado, en su informe de 2013, confirmó la existencia de fallas estructurales en esa ampliación, principalmente la condición de las plantas de recuperación de azufre y de sosa gastada, que nunca entraron en operación. Además, el organismo de control confirmó que las constantes paralizaciones de la planta son consecuencia de las obras ejecutadas por la empresa española.
Algunos de quienes recibieron a “entera satisfacción“ esas plantas, son altos funcionarios del actual gobierno, encargados de la repotenciación de la refinería. Cálculos económicos estiman un lucro cesante de $ 1000 millones de dólares, pero ninguna autoridad se ha atrevido a iniciar proceso judicial alguno en contra de Técnicas Reunidas.
Los dos factores principales que afectaron a refinería Esmeraldas fueron: la baja del API del crudo de 28 a 23, y la deficiente ampliación realizada en 1998 por Técnicas Reunidas. Plantas enteras como la de azufre y sosa gastada nunca entraron en operación
UNA MEZCLA QUE ORIGINÓ UN PERJUICIO DE U$ 2500 MILLONES
El origen de los problemas de la refinería, radica en la mezcla del petróleo liviano de Petroecuador, con el crudo pesado de las compañías extranjeras, que produjo un crudo de 23 y 24 grados API, a ser transportado desde Lago Agrio hasta Balao por el oleoducto transecuatoriano SOTE. Este crudo es utilizado en exportación y como materia prima para la refinería Esmeraldas.
La cuestionada decisión de mezclar los crudos, implicó un perjuicio al país superior a los U$ 2500 millones de dólares; la misma fue adoptada desde el año 1992, gobierno de Rodrigo Borja, por recomendación de la firma francesa, Beicip Franlap, luego de un estudio contratado para el efecto. Fue en el marco de esta alternativa, que se planteó la reconversión de la Refinería de Esmeraldas, la cual debía ajustarse a un crudo mezcla de 23 grados API. En realidad, el perjuicio fue por partida doble: pérdida económica por baja de grado API de 28 a 23 en el crudo de exportación, y millonarios perjuicios en el rendimiento de la planta.
La mezcla del crudo liviano de Petroecuador con el pesado de las compañías resuelta en el gobierno de Rodrigo Borja, generó una pérdida de U$ 2500 millones. No existe ningún proceso judicial al respecto
HISTORIAS DE VALÍA Y PLUSVALÍA
Las víctimas directas de la contaminación y alta siniestralidad de la refinería Esmeraldas han sido sus trabajadores, muchos han fallecido y otros están gravemente enfermos producto de la exposición a metales pesados
Las víctimas directas de la contaminación y alta siniestralidad de la refinería Esmeraldas han sido sus trabajadores, muchos han fallecido y otros están gravemente enfermos producto de la exposición a metales pesados.
Cada día, centenares de obreros se ponen el uniforme azul de su empresa estatal Petroecuador, y, literalmente entran a jugarse la vida en un mundo de acero, maraña de tubos, bombas inflamables, fuego; atrapados en el benceno, tolueno, el azufre que invade los pulmones y la sangre, y el infaltable olor a huevo podrido.
Pero, ellos siguen allí, a dónde van a irse, si la mayoría nació mirando la llama de las teas: son negros, hijos de negros y allí morirán, junto al río Tehaone. Desde tiempos dictatoriales han tenido que enterrar a muchos compañeros, fallecidos por cáncer y leucemia, fulminados por el tetraetilo de plomo, el benceno o el ácido sulfhídrico; otros tantos amigos están haciendo fila con su incurable enfermedad apuntando a las funerarias.
Desde 1977, han tenido que enterrar a muchos de sus compañeros, fallecidos por cáncer y leucemia, fulminados por el tetraetilo de plomo, el benceno o el ácido sulfhídrico; otros tantos amigos están haciendo fila con su incurable enfermedad apuntando a las funerarias.
Para algunos, la refinería se ha vuelto un campo de concentración: “estamos amenazados, nos hicieron firmar un documento para no revelar información, de lo contrario nos despiden y nos enjuician”, cuentan los operadores. “Nos multan por un pequeño atraso, por la camisa mal puesta o porque alguien le alzó la mirada al jefe”, pero nadie dice una palabra de la corrupción, de las máquinas muertas, de los insufribles paros.
Las voces se silencian, a veces no hace falta que hablen los obreros. El lenguaje de los fierros es el mejor testimonio de la enfermedad que agobia a la planta. Por hoy, el azufre ha ganado la batalla, todos esperan que un milagro haga arrancar la planta y algún exorcismo expulse al diablo de este infierno de acero.
Fernando Villavicencio Valencia

1 comentario:

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