jueves, 5 de mayo de 2016

¿SE VIENE LA METIDA DE MANO A LOS FONDOS DEL TERREMOTO?





ANTES QUE EXISTA UNA CIFRA DEFINITIVA DEL COSTO ECONÓMICO QUE SIGNIFICARÁ EL TERREMOTO DEL 16 DE ABRIL, EL GOBIERNO HA EMPRENDIDO UNA CARRERA SIN PAUSAS PARA RECAUDAR FONDOS. YA ESTÁN EN CAMINO PRÉSTAMOS DE ORGANISMOS MULTILATERALES, QUE INCLUYEN AL FMI, QUE DARÁN ALREDEDOR DE USD 1000 MILLONES. TAMBIÉN SE CALCULA QUE USD 500 MILLONES SALDRÁN DE LOS SEGUROS. Y AÚN ASÍ, LA ASAMBLEA TRAMITA UN NUEVO PAQUETE TRIBUTARIO QUE INCLUYE ALZA AL IVA Y OTRAS CONTRIBUCIONES.
¿ESOS RECURSOS IRÁN ÚNICAMENTE A PALIAR LOS DAÑOS DEL TERREMOTO? ¿O EL GOBIERNO NO PODRÁ EVITAR LA TENTACIÓN DE METER SU MANO Y DESVIARLOS PARA TAPAR EN ALGO EL INMENSO DÉFICIT FISCAL QUE ARRASTRA?
Asamblea
Primer debate del proyecto de ley solidaria. Más impuestos y cargas impositivas, dirigidos, según el gobierno a los fondos por el terremoto.


Marcela Aguiñaga, defensora a ultranza del nuevo paquete impositivo que se discute en la Asamblea.
Terremoto y política. Evitar la mezcla de la sangre y el veneno resultó misión imposible en el primer debate en el pleno de la Asamblea Nacional del denominado proyecto de Ley Solidaria por el Terremoto, que se dio este martes 3 de mayo, día mundial de la libertad de Prensa. Los discursos no estuvieron revestidos de mucha solidaridad. “Ustedes (dirigiéndose a la bancada socialcristiana) no nos van a dar clases de moral cuando los puentes en Guayaquil se caen por falta de mantenimiento”, les espetó a los opositores la vicepresidenta del parlamento Marcela Aguiñaga, recordando el fatal hecho que cobró la vida a dos personas el día del terremoto en el Puerto Principal.
La trágica recordación de Aguiñaga vino ante el rechazo de la bancada del PSC al pretendido paquete de más imposiciones tributarias que ideó el gobierno, luego del desastre ocurrido el pasado 16 de abril, especialmente en Manabí y dos sectores de Esmeraldas. Entre estas, el incremento de 2 puntos porcentuales al IVA -que pasará al 14% durante un año, según el ofrecimiento oficial- el 0.90% al patrimonio de todos aquellos que tengan por encima del millón de dólares, 3% de utilidades a las empresas y el 1.8% del valor de inmuebles registrados en paraísos fiscales o jurisdicciones del exterior. El fiscal Galo Chiriboga tendría que pagar esto último, por poner un ejemplo.
Nadie conoce, hasta la fecha, la cifra exacta de los daños ocasionados. Segundo, analistas coinciden que la mayoría de los afectados está en el sector privado,
Todo esto para reunir algo más de USD 1000 millones en el transcurso de un año, según los optimistas cálculos del gobierno, que servirían, según sus funcionarios, para las tareas de reconstrucción de las zonas afectadas por el siniestro. Hay quienes no les creen.


Pedernales parece una ciudad bombardeada. Es la más afectada por el terremoto del 16 de abril.
Los cuestionamientos comienzan en el monto económico para lo que se reconstruirá. Para empezar, nadie conoce, hasta la fecha, la cifra exacta de los daños ocasionados. Segundo, analistas coinciden que la mayoría de los afectados está en el sector privado, a quienes el gobierno no les ha enviado ningún mensaje en el sentido que dará algún tipo de apoyo económico directo que ayude a reactivar sus economías particulares. Lo único que hay, por el momento, es el cálculo “a ojo de buen cubero” -palabras del presidente- hecho por Correa y que indicó que se podría estar hablando de USD 3000 millones.
¿Esa cifra queda corta o se excedió? Tampoco se sabe. Pero lo que sí está en camino de ejecución -cuestión de días, se calcula- es la llegada de los primeros créditos (deuda) de emergencia concedidos por organismos multilaterales, que no son poca cosa. Hablamos de USD 300 millones del BID, USD 100 millones de la CAF y USD 150 millones más del Banco Mundial. Además, avanzan las negociaciones para que el Fondo Monetario Internacional -aunque suene casi increíble- conceda un primer préstamo a la Revolución Ciudadana por USD 400 millones. Son USD 950 millones que llegarían en un plazo relativamente corto, considerando la emergencia que atraviesa el país. Si a eso se le suma el compromiso adquirido por Naciones Unidas para entregar USD 73 millones, resultado de una colecta mundial, la cifra rebasa los USD 1000 millones. Una auténtica tentación para las vapuleadas arcas fiscales del Ecuador, que a fines de abril solo tenían en líquido USD 99 millones, según las cifras que maneja Jaime Carrera, del Observatorio de Política Fiscal.
“Por los números, al menos como están en el papel, el Gobierno estaría recibiendo más dinero del que requiere para la reconstrucción, eso significa que estaría utilizando recursos que supuestamente van para el tema del terremoto, para otros objetivos netamente relacionados con el desorden fiscal”: Mauricio Pozo
¿METER MANO A LA PLATA DEL TERREMOTO?
El mismo Carrera está consciente que será muy difícil, casi imposible, que el gobierno se resista a usar ese dinero contante y sonante para resolver en algo sus angustias fiscales. De hecho, este economista sabe que, para arrancar el proceso de reconstrucción, no se necesitaría contar con el total de los recursos que se pueden acumular, sino con un porcentaje menor. ¿Y el resto? ¿El gobierno meterá la mano en los recursos para el terremoto?

Jaime Carrera recuerda el déficit fiscal que el gobierno venía arrastrando desde mucho antes que ocurra el terremoto.
“Por supuesto”. La contundente respuesta la da el exministro de Finanzas Mauricio Pozo. “Por los números, al menos como están en el papel, el Gobierno estaría recibiendo más dinero del que requiere para la reconstrucción, eso significa que estaría utilizando recursos que supuestamente van para el tema del terremoto, para otros objetivos netamente relacionados con el desorden fiscal”. Igual de contundente es Jorge Rodríguez, también economista, ahora vinculado a una comisión ciudadana que presenta denuncias sobre hechos considerados irregulares o con sospechas de corrupción. Rodríguez tampoco tiene dudas que el gobierno ya tenía preparado su nuevo paquete de impuestos, mucho antes de que suceda el terremoto, porque las necesidades de liquidez así lo demandaban.

Carrera recuerda que el déficit presupuestario calculado para este año supera los USD 7000 millones, a lo que si se suma las deudas vencidas con contratistas, proveedores, servicios, gobiernos locales, etc, la cifra supera fácilmente los USD 10.000 millones. Una cantidad importante de dinero que, a mayo, no se ha resuelto su financiamiento.


Virgilio Hernández: “el fin específico es reconstruir las zonas devastadas por el terremoto”. Es su palabra, de la que muchos dudan.
De ahí que provino, especialmente de sectores opositores, la idea de crear un fideicomiso en el que se maneje, de manera independiente al presupuesto General del Estado, los fondos destinados para la reconstrucción. “Un error”, según Jorge Rodríguez, quien prefiere que esos dineros se manejen en una cuenta aparte del Banco Central, descartando la figura del fideicomiso, siempre dado a sospechas. El gobierno no ha acogido ninguna sugerencia en este sentido y solo hace un llamado a la confianza y evoca la transparencia. “El fin específico es reconstruir las zonas devastadas por el terremoto”, recordó en el pleno el oficialista Virgilio Hernández.
MONTO DE LOS DAÑOS, DEPENDE
El aspirante a la presidencia por el movimiento CREO, Guillermo Lasso, fue el primero en cuestionar la cifra dada por Correa respecto a los daños económicos del terremoto. Para él, los USD 3000 millones son una exageración enorme. Lasso habló de USD 900 millones de afectaciones en bienes públicos y lanzó sus propios números: “el país va a recibir cerca de USD 1.500 millones entre los créditos, la venta de activos y donaciones internacionales, fácilmente puede llegar a dos mil millones para reconstruir aproximadamente 900 millones de los bienes públicos. Entonces con qué razón quieren imponer un paquetazo tributario equivalente a mil cien millones de dólares según dice el gobierno. A no ser que lo que se quiera sea en realidad cubrir el déficit fiscal que ya se había generado antes del terremoto”.
Guillermo Lasso habló de USD 900 millones en afectaciones en bienes públicos. Y el gobierno va a recibir USD 2000 millones entre venta de activos y nuevos créditos. “¿Para qué quiere imponer otro paquetazo tributario?”, se pregunta
En esto coincide Mauricio Pozo: “El monto recaudado por ayuda humanitaria, venta de activos, etc., es, obviamente, mucho mayor al monto previsto del costo para el Estado de la reconstrucción, porque el Estado participa de una parte y la otra parte la asume el sector privado que lo hace con seguros, por ejemplo”.
En el tema de seguros, algunos bienes deberían estar con sus pólizas respectivas, lo que aminoraría aún más los costos de reconstrucción, aclara Jorge Rodríguez. “Sectores estratégicos, como telecomunicaciones, electricidad, etc, están asegurados. Lo que seguramente no está asegurado son escuelas, ciertos inmuebles, que por cierto, debería aplicarse el derecho de repetición en contra de esos contratistas que hicieron vulnerables estas construcciones, siendo muchas de estas nuevas”.


En Manta ya comenzaron las demoliciones. Todo el sector de Tarqui resultó afectado.
En el sector privado, las aseguradoras ya hacen sus primeras cálculos de costos. “Entre los 400 y 500 millones de dólares”, dice Patricio Salas, Secretario Ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros. “Pero eso está en base a unas estimaciones y parámetros dados. Ecuador, sinceramente, no vio afectados con este terremoto grandes infraestructuras como puertos, ni refinerías, ni hidroeléctricas o sistemas de riego, etc. De todas formas estamos haciendo todo nuestro esfuerzo para atender todas las reclamaciones”, entre las que constan 150 víctimas, aproximadamente, que contaban con sus seguros de vida.
Todos los analistas aquí consultados finalmente coinciden en que las reformas que debate la Asamblea y que según la oficialista Alexandra Ocles “no son nuevos impuestos”, serán totalmente nocivas para la pretendida reactivación económica que se busca en el país. Incluso se pone en duda, según Jaime Carrera, la cifra pautada como objetivo recaudatorio. “Las recaudaciones por el IVA, debido a la crisis económica que ya se sentía antes del terremoto, estaban a la baja. Con dos puntos más de IVA, el consumo seguirá disminuyendo. Y resulta, además, un aliciente para la evasión”. De manera que el tiro recaudador del gobierno se le puede ir por la culata.
Redacción Focus

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