lunes, 9 de mayo de 2016

Archivo de palabras

Simón Pachano
spachano@yahoo.com
Lunes, 9 de mayo, 2016 - 00h15


Una de las impulsoras de la consulta para permitir la reelección del líder ha proporcionado valioso material para futuros estudios del caudillismo. Según diario El Comercio, ella sostiene que “las elecciones no serán lo mismo sin nuestro candidato en la papeleta” y asegura que “estamos hablando de la posibilidad de que el país siga gobernado por una persona que nos ha dado educación, salud, vialidad”. La personalización de la revolución ciudadana en toda su dimensión y en poquísimas palabras. Difícil que alguien pueda decirlo con mayor claridad. Merece felicitaciones por la sinceridad.
Si solamente fuera la opinión de una persona común y corriente no llamaría la atención. Pero no es así, ya que ella es quien está liderando un proceso que podría desembocar en la re-re-reelección. Por consiguiente, no hay el mínimo asomo de ingenuidad en aquellas palabras. Al contrario, muestran la esencia y el contenido de su propuesta. Además, es evidente que ella no está sola en esa percepción de la política. La imagen del líder salvador, hacedor de todas las cosas, único e irreemplazable, es compartida por una amplia proporción de la población (como los atentos lectores que enviarán mensajes cargados de insultos por esta columna).
En el fondo del asunto –y yendo más allá de este caso específico– está el fenómeno del liderazgo. La búsqueda de explicaciones para su surgimiento y su permanencia ha sido un quebradero de cabeza para filósofos, sociólogos y politólogos, que han llenado volúmenes enteros tratando de entenderlo. Buena parte de esas teorías tienden a sostener que los personajes en cuestión surgen cuando se produce una determinada combinación de factores históricos, culturales, sociales y económicos. Cabe decir, cuando la persona adecuada está en el momento adecuado.
Pero no se puede decir que existen explicaciones enteramente satisfactorias. Dentro de los múltiples aspectos cruciales que quedan en el limbo cuando se trata de entender este fenómeno, hay uno que ocupa un lugar prominente. Es el de su permanencia más allá de aquellos momentos iniciales en que se juntaron los astros e hicieron nacer al mesías (que es precisamente el caso de nuestro país, donde las condiciones que hicieron surgir al líder ya no están presentes). En otras palabras, ¿por qué sus seguidores siguen aferrados a una persona en lugar de construir otras alternativas colectivas o incluso individuales?
Las respuestas pueden ser variadas y pueden provenir de cualquiera de las ciencias sociales, pero también de la psicología o incluso de la neurología. Precisamente en este último campo, experimentos recientes ofrecen pistas en este sentido al descubrir que el cerebro tiende a utilizar zonas específicas para almacenar las palabras que pertenecen a una misma categoría. Entonces, cuando recibe un impulso de un tema determinado, el cerebro solamente tiene que acudir al archivo correspondiente. No debe molestarse en búsquedas complicadas y la respuesta es casi instintiva. Así, volviendo al tema, la dependencia de un fuerte liderazgo podría explicarse por el pequeño tamaño del archivo de las palabras relacionadas con la política en una zona muy restringida del cerebro. (O)

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