viernes, 13 de mayo de 2016

BERNARDO ACOSTA: YA PAREN DE HIPOTECAR EL FUTURO



Posted on 12 Mayo, 2016 by editor
EL PROBLEMA ECONÓMICO YA NO ES SOLO DEL PRESENTE, SINO DEL FUTURO, ANALIZA BERNARDO ACOSTA, ECONOMISTA, RESPECTO DE LAS ACCIONES DESESPERADAS A LOS QUE RECURRE EL RÉGIMEN PARA TAPAR SU INMENSO DÉFICIT FISCAL: METIDA DE MANO A LOS DEPÓSITOS EN EL BANCO CENTRAL, APROVECHAMIENTO DEL TERREMOTO PARA RECAUDAR MÁS, BÚSQUEDA DE NUEVA DEUDA, DEJAR SIN PETRÓLEO AL PRÓXIMO GOBIERNO…
ES MOMENTO DE PARAR ESTE DESENFRENO, DICE ACOSTA. Y NO QUEDA TIEMPO, HAY QUE HACERLO YA. ESPERAR UN AÑO PARA UN CAMBIO DE GOBIERNO, NOS DEJARÁ CON EL AGUA POR ENCIMA DEL CUELLO, ES SU ADVERTENCIA.


¿La recesión económica de este año es peor que la de 1999?
En el 2016 se prevé, según el Fondo Monetario Internacional, que íbamos a caer un 4,5% y en 2017 4, 3%, dos años seguidos de recesión. A diferencia de 1999, que solo hubo un año de caída. Nosotros, en el 2000 ya no tuvimos recesión, fue un solo año recesión de 4.7% de contracción de la economía.
¿ Esa recesión vino atada con la caída de los bancos?
La economía se contrajo un 4.7% pero hubo una gran pérdida patrimonial. Nosotros confundimos ambas cosas; es decir, hubo incremento del desempleo, hubo una contracción de la actividad económica, hubo una serie de factores. Pero sobre todo, hubo mucho drama humano por la pérdida patrimonial. Se tenían unos dineros depositados y, de pronto, una parte esos dineros ya no existen. Creo que 1999 fue un año mucho mas dramático porque los ahorros se fueron, nos cambiaron de sucres a dólares y en el cambio de moneda se perdió mucho patrimonio porque se perdió la moneda. No quiero crear una comparación entre 1999 y 2016 o 2017. Pero en materia de actividad económica, vamos a caer durante más tiempo y si hacemos el acumulado será de alrededor del 8%. Es decir, vamos a caer más profundo y durante más tiempo en 2016-2017, frente a lo que ocurrió en 1999. Pero hay que aclarar también que no hay esos problemas de liquidez en los bancos como los que hubo antes. No es comparable, insisto.

¿La diferencia pasa por el tema productivo? ¿El desempleo ahora será más grave?
Naturalmente. Estas estadísticas o proyecciones se hicieron antes del terremoto y el terremoto, al menos en el corto plazo, va a generar una reducción de la actividad porque va a haber gente que antes trabajaba en un hotel y ahora no tiene un empleo. Y se va a notar en transporte, en comercio, en lo que sea. Esas actividades se van a ver afectadas y va a haber una contracción en esos sectores. Puede haber un despunte después por motivos de la reconstrucción, porque se tiene que reponer stock de capital, incluso las viviendas y eso puede crear un dinamismo temporal .
El diagnóstico de economistas que no son del gobierno coincide. ¿Cómo llegamos a esto?
El modelo. Creo que el motor se volvió el sector publico, y ese sector publico pudo alimentar a la economía gracias al alto precio del petróleo. Y el Gobierno dice sí, es cierto es que nos hemos vuelto el motor de la economía. Están conscientes y tal vez orgullosos de eso.
No lo ocultaron y la gente votó por ese modelo. ¿Se acabó la bonanza, los altos precios del petróleo y se vino abajo el modelo?
El modelo fue que el Gobierno quiso hacer todo y en todos los ámbitos, con una ambición desmedida de querer ayudar en todos los ámbitos. Eso en la economía se nota.
El sector publico adquirió un protagonismo, se convirtió en el protagonista único de la economía y eso se debe gracias a los altos precios del petróleo que le generaron ingresos al fisco. Pero, además, a una cosa que no se habla mucho, que es la recaudación tributaria. El Gobierno se jacta de la alta recaudación tributaria, y es cierto, pero no es que la base de recaudación se incrementó, no es que muchas más empresas o personas comenzaron a declarar y tributar. No. Hay un tema en economía que se conoce como el multiplicador que es bastante sencillo. Ese dinero que el Gobierno mete en la economía a través de gastos con los mayores ingresos petroleros, genera actividad y esa actividad se multiplica y genera impuestos. Es decir, el petróleo a su vez genera mayores impuestos tributarios. A mayores ingresos petroleros, mayores ingresos tributarios. Caen los ingresos petroleros, el año pasado y el actual, caen los ingresos tributarios.

¿Es decir que el mercado de contribuyentes no se amplió en gran medida?
No. Los ingresos tributarios sí, pero es porque hubo más actividad económica y eso es natural.
Ahora, parte del incremento de ingresos petroleros se debió al cambio de los contratos de ese sector que hizo el gobierno.
Exactamente. Ahora el Gobierno y especialmente el presidente de la República se echa flores por eso. Cambiamos los contratos a un modelo de prestación de servicios.
Antes era el reparto de esos contratos 50-50.
Exacto, y ahora dice el Gobierno que esa renegociación es la que ha permitido que obtengamos mayores ingresos petroleros y cierto es. Pero cuando el precio del petróleo estaba alto. El Gobierno le apostó a la bonanza. Al Ecuador le iba excelente cuando el precio del petróleo era alto; cuando los precios bajan, nos va pésimo, acumulamos deudas. El Gobierno dijo, cuando los precios están altos voy a recaudar una locura. Pero ¿y si los precios bajan? Parecería que no se hizo esa pregunta.
Los ingresos tributarios aumentaron a la par de los ingresos petroleros. Bajaron esos ingresos, bajo la recaudación.
Usted preguntaba como llegamos a esta situación. Llegamos con un Estado que se sobredimensionó, que se incrementó de manera desproporcionada. Pasó de ser un 20, 21, 22% del PIB en el periodo 2000-2006 a ser del 44% del PIB en el año 2013 y 2014. Es decir, se duplico al tamaño de la economía del Estado. Adquirió una participación muchísimo más grande. El gasto corriente del Estado llegó a ser el 28% en relación al PIB, cuando antes el gasto total corriente y de capital era entre el 20 y 22%. Esto genera una serie de desequilibrios en el resto de la economía y voy a mencionar uno: en el sector externo hay una relación que demuestra como el gasto público y las importaciones van de la mano y es bastante natural. Lo que pasa es que este gasto publico desembocado entra a la economía y genera mayor demanda, un mayor consumo. A usted le pagan por una asesoría en comunicación, a mi me pagan por alguna otra asesoría, a alguien le pagan por los carros que vende y así en construcción, etc. Y toda esa plata entra a la economía y hay que satisfacer a esa demanda. Entonces yo digo, ahora sí, me voy a comprar mi carro. Pero ese carro es importado y de la misma manera todos decimos que nos vamos a comprar algo que queríamos comprarnos. Toda esa demanda no es que se convierte en producción en el país, sino que se compensa o se satisface con mayor importación. Entonces genero un desequilibrio en el sector externo.

El otro desequilibrio que está conectado es en el mercado interno de materia de precios. Estábamos acostumbrados antes, cuando teníamos moneda propia, a tener una inflación muy alta. Ahora, cuando alguien dice que la inflación es del 5% luce bastante bajo, cuando teníamos inflación del 30% en un año y era normal, no nos generaba pánico. Pero el mundo cambió, no solo que el Ecuador cambió la moneda. Si uno se fija en las cifras de inflación en el mundo, todos los países, salvo Venezuela y unos pocos países por ahí, tienen tasas de inflación muchísimo más bajas que antes. Pero si sumamos la inflación acumulada de Ecuador desde el 2007 a 2015, superó, si no me equivoco, el 29% a la de los Estados Unidos. Si es que algo valía 1 dólar en el Ecuador y 1 dólar de los Estados Unidos en el 2007, ahora vale 1,29 en el Ecuador y sigue valiendo 1 dólar en Estados Unidos. Lo mismo pasó frente a Colombia que tiene moneda propia, nos encarecimos más, creo que el 3%. Y el 13% más que en Perú. ¿Por qué? En primer lugar, este aparato estatal que se incrementó y contrató a mucha gente, y esa gente demandó, compró, pero no produce. Con salarios envidiables, con incrementos de hasta el 17.6% si no me equivoco, en el año 2008. Y los incrementos de salario y los incrementos de precios van de la mano. Porque si yo, como empresario, tengo que pagar el 17% más a mis empleados, naturalmente voy a pasar los costos al producto final. Y los trabajadores, cuando tenemos una mayor capacidad de consumo porque han subido los salarios, esa demanda hace que los precios suban.
Tenemos una inflación muy alta, más alta que en Estados Unidos
¿Somos un país caro porque tenemos un Estado obeso?
Llegamos acá por un Estado sobredimensionado, que generó problemas en el sector externo, que ha generado problemas de competitividad en la economía. Nos hemos vuelto definitivamente un país caro y no competitivo. Hay muchos elementos que confirman eso, además, no tenemos acuerdos comerciales. El Perú no sé cuantos acuerdos comerciales tiene, nosotros estamos cruzando los dedos para ver si se ratifica el acuerdo comercial con la Unión Europea, una vez que no hemos desmontado las salvaguardas. Además de que nos encarecemos, no tenemos entrada de nuestro productos a otros mercados. Si a este Estado sobredimensionado, a esta economía poco competitiva, le quitas el único ingreso de divisas, los ingresos petroleros que llegaron a significar el 41% de los ingresos del Estado, le pasa una factura a las cuentas externas, caen las exportaciones y ese déficit comercial se traduce en un menor nivel de depósitos en los bancos. Y los bancos, naturalmente, cuando tienen menos depósitos prestan menos, lo que pasa factura a la actividad económica, porque si es que yo quería plata para comprarme una hacienda y ahora ya el banco no me quiere prestar, tengo un problema.
Eso en el sector privado. ¿Qué pasa en el público?
El Estado, en esta situación de negar lo ocurrido, dijo yo no me voy a contraer mucho, comenzó a acumular atrasos con proveedores, y claro, le pasa la factura al sector privado, porque yo como proveedor no puedo pagar a mis empleados, me veo obligado a despedir. El que debería hacer el ajuste es el que no tiene la plata, el Estado. ¿A qué se está llegando? A mirar los fondos depositados en el Banco Central, a sacar de ahí, depósitos de los Gobiernos autónomos descentralizados, los depósitos del IESS, los depósitos de la banca pública, de la banca privada. Y dice: ah, tráeme esta plata para acá. El Estado succiona la plata del Banco Central y además acumula atrasos con los proveedores. Claro, ya la gente empieza a dudar si es que se va a mantener el régimen de dolarización, por eso hay mucho nerviosismo. Se ahonda la contracción porque, encima, el gobierno lanza otro paquete tributario. Por eso nadie gasta, se guardan los recursos. Es un problema de expectativas, por ahora, muy negativas.
Con este escenario, cae el terremoto. Lo primero que se le ocurre al Gobierno es recaudar plata proveniente de afuera, de organismos multilaterales. Ahora se esta hablando con el FMI para un nuevo crédito que se suman a los otros. Van a ser casi USD 1000 millones que van a llegar mas o menos en corto tiempo, que sirven para empezar cualquier proceso de reconstrucción. Y aún así se plantea incremento de impuestos, como al IVA. ¿Hace falta eso?
Hay varios temas no técnicos que nos permite entender el escenario. En primer lugar, las necesidades de financiamiento. El Estado necesitaba levantar este año aproximadamente USD 10.000 millones para compensar la brecha entre gastos e ingresos y también compromisos de pago de deudas. Y esos USD 10.000 millones no aparecían por ningún lado, a lo mucho se pudo conseguir USD 3 000 millones. Antes del terremoto ya hubo una reforma tributaria, la del azúcar, que en realidad lo del azúcar fue mínimo, porque con USD 300 millones que se recaude no ibas a equilibrar las finanzas publicas. Ahí había un interés, a mi juicio bastante claro pero solapado, de tratar de fomentar el uso de dinero electrónico para que la gente ponga su dinero en el Banco Central y el Gobierno siga haciendo lo que ha estado haciendo, cogerse la plata del Banco Central.
El paquete de impuestos fue apresurado, planteado tres días después del terremoto.
¿Ahora se está aprovechando la circunstancia del terremoto?
En este escenario si es que faltaban ingresos para financiar las necesidades, cae el terremoto y el Gobierno, ¿cuántos días esperó? El terremoto fue un sábado en la noche y el anuncio fue el miércoles. El miércoles, ¿quién podía tener una idea de cuales eran los costos de la reconstrucción? Creo que es una muestra bastante clara de que dijeron, aquí tenemos una oportunidad para recaudar más, se lanzan las reformas tributarias, esta ultima que se está debatiendo, la del IVA. Se lanzan las reformas tributarias sin tener claras cuales son las necesidades de las zonas afectadas y declarando que no van a crear una cuenta aparte, que no van a crear fideicomisos. Cuando uno puede decir que solo en créditos van a recaudar más de USD 1000 millones para la reconstrucción, y gran parte del territorio afectado es propiedad privada. Yo pregunto: ¿el Gobierno está pensando reconstruirle la casa a la persona que se le cayó? O a la persona que se le cayó el hotel, ¿está pensando reconstruirle el hotel? Yo no creo que esa sea la intención. Fue muy apresurado el nuevo paquete tributario, sin tener claro cuáles son las necesidades. Sobre todo en una situación económica tan recesiva. Y sin descalificar a nadie, creo que el presidente está actuando como un contador, quiere que cuadren las finanzas públicas como un contador. Pero no está pensando en el efecto de eso en las Finanzas Públicas.
¿Lo que le interesa es llegar a fin de mes y poder pagar la nómina?
Exactamente. Yo no he escuchado que el Gobierno haya dicho que va a crear una zona franca o ayudar a la reducción impositiva en las zonas afectadas, para que haya un estímulo para la reconstrucción. No he escuchado que el Gobierno haya dicho que parte de esa recaudación va a incrementar las transferencias a los Gobiernos autónomos, a las prefecturas de las zonas afectadas. No hay un esquema claro. En el contexto que estamos viviendo, si luce como que el Gobierno está pensando: aquí tengo una oportunidad para recaudar más.
Muchos hablan de que el incremento del IVA va a reducir mucho más las recaudaciones que ya estaban a la baja.
Y lo dijo, me parece que la subdirectora del Servicio de Rentas Interna, en la Asamblea Nacional que se tenía previsto que recaudación del IVA cayera en aproximadamente 15% este año. Y con la reforma tributaria se prevé que caiga el 30%. Eso no se entiende, hay gente que ya no va a comprar porque es muy caro, y encima van a recaudar menos según las declaraciones de la señora. Además, el IVA, como todos sabemos, le afecta más a la gente con menores ingresos, porque pagan lo mismo el rico y el pobre.


Otra salida del gobierno es conseguir más créditos, aumentar la deuda externa. Con China se firmó un nuevo contrato en el que se comprometieron USD 2000 millones y 180 millones de barriles de crudo, hipotecando incluso el petróleo del próximo Gobierno. ¿Hasta que punto podemos llegar?
Ese es un hecho y el gobierno contabiliza esta deuda por separado, le cambia el nombre a preventa petrolera. El otro es la deuda, deuda pura y dura, que está en alrededor de USD 33 mil millones. El 40% es deuda interna con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. El gobierno ya reconoció que son más de USD 11 mil millones. Y hay un techo del 40% establecido en la ley, que precautela que los gastos de la deuda no sean muy altos, el llamado servicio o pago de la deuda. Pero nosotros hemos contratado deuda sobre todo con China y deuda a intereses altísimos y a plazos sumamente cortos. El perfil de nuestra deuda es peor que la de Grecia, en términos de presión en la caja fiscal. China nos presta plata a tasas de interés súper altas y a plazos cortos, entonces tenemos que pagar desembolsos que nos dieron hace un año, hace dos años. Hay mucha presión en la caja fiscal, porque los vencimientos son cortos y hay que pagar. Estamos hipotecando el futuro del país para cubrir gasto corriente actualmente o algunos compromisos que no son muy productivos. No solo no se va a dejar la mesa servida al próximo gobierno, se va a dejar la mesa destruida.
Primero, es ideológicamente cuestionable vender los activos. En segundo lugar, es pésimo momento para vender.
¿Con todo este panorama conviene que el gobierno emprenda una carrera de venta de activos? ¿Para qué? ¿Para que esa plata vaya a dónde?
Primero, ideológicamente es cuestionable. En segundo lugar, no es el mejor momento para vender activos, porque si es que yo tuviera plata para comprar los activos que están vendiendo, digo, el gobierno está en necesidades y me permite negociar a mi favor. Permite aprovecharse al interesado. Yo sí creo que es cuestionable vender activos, reducir el patrimonio y pensemos desde el punto de vista de una familia. Si es que tú vas a vender tu casa, ¿para qué la vas vender? Creo que puede ser una buena inversión vender tu casa, por ejemplo, para irse a estudiar afuera, porque es una inversión. Con esos estudios yo procuro incrementar mis ingresos futuros, se justifica. Pero si venden Sopladora, ¿para qué venden? Es bastante claro que va a llenar el hueco financiero, eso me parece irresponsable. Si es que alguien es adicto no tiene que vender su carro para mantener su adicción. tiene que tratarse la adicción.
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También se piensa en volver a colocar papeles en el mercado. ¿A cuánto nos va a salir esta venta?
En este momento colocar papeles nos resultaría sumamente oneroso. Se debería buscar fuentes de financiamiento adecuadas, a plazos largos, 20 años que sí las hay y con tasas bajas, que también las hay. Dejar a un lado los motivos ideológicos. Con parte de esos recursos saldar la deuda que nos está generando problemas a corto plazo y problemas de presión fiscal por el perfil de la deuda. Entonces se reestructuraría el perfil de la deuda y generaría oxígeno en el sector público y, naturalmente, en el resto de la economía. Así se pondría freno a que el Estado se coja las reservas y venga algo de tranquilidad. Hay salida, hasta en 1999 hubo una salida, que fue lanzar la dolarización, algo extremo. Si bien estamos en una contracción económica evidente, hay salida a la situación actual. Los requerimientos del financiamiento de este año que necesitamos, es poco dinero en el mercado internacional, se lo puede conseguir, por decir una cifra, USD 5000 millones, con lo que generamos una cantidad de oxígeno, un alivio, porque somos un país pequeño. Y eso hay que hacerlo ya, no podemos esperar un año más.
Muchos creen que el cambio de modelo solo puede darse con un nuevo gobierno, en 2017.
Pero a 2017, estamos hablando de mayo, es muchísimo tiempo, doce meses con estas condiciones. Yo llamo a la reflexión, sobre todo a los responsables de la política económica, a los que están ahora, que no se puede seguir hipotecando el futuro, extrayéndole más recursos al sector privado, que no se refiere exclusivamente a la empresa privada si no a las personas, a los individuos que pagamos el IVA, porque si es que seguimos así durante 12 meses más, vamos a llegar con el agua más arriba del cuello.
Marlon Puertas

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