Pena y vergüenza
A su debilidad están añadiendo torpeza. No se dan cuenta que el gobierno les está aplicando la misma receta que ellos le aplicaron a la oposición durante una década. Moreno les quitó el partido, maniobró para aprobar la consulta popular y presionó por la sentencia a Glas. Tres golpes en seguidilla. Como en el box.
14 de diciembre del 2017

POR: Juan Cuvi
Master en Desarrollo Local. Director de la Fundación Donum, Cuenca. Exdirigente de Alfaro Vive Carajo.
Da pena escuchar las interven-ciones de Gabriela Riva-deneira queriendo vender exqui-siteces elec-torales en una con-tienda donde las opciones son cate-góricas: o se vota SI a todo o se vota NO a todo".
Hacer de la necesidad virtud es un adagio que le calza perfectamente al correísmo obtuso. Ahora resulta que su desmoronamiento como fracción minoritaria de Alianza PAIS implica una ventaja. ¿Para qué? hay que preguntarse. Porque a menos que quieran conspirar a favor de la derecha, no se vislumbran mayores posibilidades en su estrategia.
A su debilidad están añadiendo torpeza. No se dan cuenta que el gobierno les está aplicando la misma receta que ellos le aplicaron a la oposición durante una década. Moreno les quitó el partido, maniobró para aprobar la consulta popular y presionó por la sentencia a Glas. Tres golpes en seguidilla. Como en el box.
Optar por el NO en la consulta es un suicido político. Peor aún con una confusa selección de preguntas que no entiende nadie, y con una ciudadanía asqueada de la corrupción. Da pena escuchar las intervenciones de Gabriela Rivadeneira queriendo vender exquisiteces electorales en una contienda donde las opciones son categóricas: o se vota SI a todo o se vota NO a todo. Como ha ocurrido siempre.
Proponerse la creación de un nuevo partido político con un Consejo Nacional Electoral que ya se viró a favor del gobierno es otro desatino. ¿Es que no se acuerdan de las triquiñuelas con que excluyeron a otras fuerzas políticas que buscaron su reconocimiento? ¿Qué delirio les hace suponer que ahora no ocurrirá lo mismo? ¿Piensan presionar en las calles por una improbable legalización, cuando ya no tienen ninguna capacidad para movilizar masas?
Defender a Jorge Glas como preso político cae en el ridículo. El caso de corrupción por el que ha sido sentenciado no solo es escandaloso, sino que aparece como la punta de un iceberg gigantesco. A ojos de la ciudadanía, el Vicepresidente sin funciones tiene responsabilidades mucho más graves que la simple y venial asociación ilícita. En este asunto también producen vergüenza las denuncias de Correa respecto de una supuesta persecución política en su contra… precisamente en los medios de comunicación que padecieron su talante autoritario, represivo y persecutorio.
Por eso, pelear por el partido, por el NO en la consulta y por la inocencia de Glas no tiene pies ni cabeza. En este momento, la disputa política se centra en la sucesión vicepresidencial. Y el correísmo obtuso no tiene vela en ese entierro. Como tampoco tiene bandera en el próximo proceso electoral.
Al contrario, los devotos del ex caudillo deberían pensar en poner las barbas en remojo. Con cada misil que sale de la Contraloría se tambalea la estantería verde-flex. Sobre todo, se desinfla el discurso de las manos limpias. Ahora tienen que dar explicaciones hasta de los dineros internos de Alianza PAIS. ¡Qué vergüenza!
A su debilidad están añadiendo torpeza. No se dan cuenta que el gobierno les está aplicando la misma receta que ellos le aplicaron a la oposición durante una década. Moreno les quitó el partido, maniobró para aprobar la consulta popular y presionó por la sentencia a Glas. Tres golpes en seguidilla. Como en el box.
Optar por el NO en la consulta es un suicido político. Peor aún con una confusa selección de preguntas que no entiende nadie, y con una ciudadanía asqueada de la corrupción. Da pena escuchar las intervenciones de Gabriela Rivadeneira queriendo vender exquisiteces electorales en una contienda donde las opciones son categóricas: o se vota SI a todo o se vota NO a todo. Como ha ocurrido siempre.
Proponerse la creación de un nuevo partido político con un Consejo Nacional Electoral que ya se viró a favor del gobierno es otro desatino. ¿Es que no se acuerdan de las triquiñuelas con que excluyeron a otras fuerzas políticas que buscaron su reconocimiento? ¿Qué delirio les hace suponer que ahora no ocurrirá lo mismo? ¿Piensan presionar en las calles por una improbable legalización, cuando ya no tienen ninguna capacidad para movilizar masas?
Defender a Jorge Glas como preso político cae en el ridículo. El caso de corrupción por el que ha sido sentenciado no solo es escandaloso, sino que aparece como la punta de un iceberg gigantesco. A ojos de la ciudadanía, el Vicepresidente sin funciones tiene responsabilidades mucho más graves que la simple y venial asociación ilícita. En este asunto también producen vergüenza las denuncias de Correa respecto de una supuesta persecución política en su contra… precisamente en los medios de comunicación que padecieron su talante autoritario, represivo y persecutorio.
Por eso, pelear por el partido, por el NO en la consulta y por la inocencia de Glas no tiene pies ni cabeza. En este momento, la disputa política se centra en la sucesión vicepresidencial. Y el correísmo obtuso no tiene vela en ese entierro. Como tampoco tiene bandera en el próximo proceso electoral.
Al contrario, los devotos del ex caudillo deberían pensar en poner las barbas en remojo. Con cada misil que sale de la Contraloría se tambalea la estantería verde-flex. Sobre todo, se desinfla el discurso de las manos limpias. Ahora tienen que dar explicaciones hasta de los dineros internos de Alianza PAIS. ¡Qué vergüenza!
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