domingo, 24 de diciembre de 2017

¿Gendarmes del crimen?
Al menos siete bandas integradas por policías en servicio activo han sido desarticuladas este año. Están relacionadas al narcotráfico, secuestro y extorsión. Pero el ministro del Interior, César Navas, asegura que en la institución no hay falencias sino fortalezas para detectar la corrupción dentro de las filas policiales. Esta es una crónica de lo ocurrido en Ventanas donde ocho uniformados han sido acusados de extorsión y delincuencia organizada.
18 de diciembre del 2017
SUSANA MORÁN
Lo llamaban ‘el jefe’. Con él debían reunirse en Ventanas, cantón de la provincia de Los Ríos. A él debían presentarle un “proyecto de negocio” para acceder a un préstamo de 100.000 dólares. En la hacienda de ‘el jefe’, en Ventanas, debía concretarse supuestamente el acuerdo. Pero aquello nunca ocurrió.
Este relato se encuentra en la denuncia que hicieran dos ciudadanos acerca de los hechos que les sucedieran en septiembre pasado. Uno de ellos, oriundo de Quito, había sido contactado por un hombre, a través de whatsapp, para ofrecerle dinero a bajo interés. El ciudadano pactó una cita con el supuesto prestamista en el Quicentro Sur de Quito. Allí el ofertante le había confirmado la entrega de la suma después de que tuvieran una reunión con ‘el jefe’ en Ventanas.
Es así que el ciudadano viajó hasta esa ciudad junto con un amigo. Cerca a Ventanas fueron contactados por teléfono por un hombre, que se identificó como Pablo C., quien les dijo que los esperaría en una gasolinera. Fueron a su encuentro. El hombre se subió al vehículo con una maleta pequeña y les pidió a los dos ciudadanos que esperen a otra persona llamada Eduardo C., a la altura del ‘by pass’ de Quevedo. Eduardo C. llegó en un auto con dos hombres más y uno de ellos se presentó como guardaespaldas de ‘el jefe’. El guardaespaldas se subió en el auto de los dos ciudadanos. Pero al llegar a Ventanas, los cuatro fueron abordados por un supuesto operativo de control de la Policía.
Los policías solicitaron documentos de identidad y revisaron la camioneta de los dos ciudadanos. Hallaron la maleta de Pablo C., el primer hombre con el que se encontraron en el camino. En el bolso había supuestamente euros y “sustancias sujetas a fiscalización”. Pablo C. dijo a uno de los ciudadanos al oído que se trataba de droga y que estaban “jodidos”. Todos fueron llevados a la Policía Judicial de Ventanas. En la denuncia se describe a este lugar como una propiedad de color melón, de tres pisos, ubicada a la entrada del cantón. En el segundo piso lugar, las ventanas se encontraban con los vidrios oscuros.
956
policías han salido de la institución desde el 2013 hasta el 2017. Solo en este último año, 61 uniformados han sido desvinculados.
Una vez detenidos, aparentemente, Pablo C. empezó a negociar con cuatro policías. Les ofreció la mitad de los euros que supuestamente llevaba en la maleta. Los gendarmes respondieron, según la denuncia, que los euros no les sirven, que preferían dólares americanos. Es así que Pablo C. les anunció a los dos ciudadanos que ha logrado un acuerdo con ‘mi sub’ (como se dice coloquialmente a los policías de mayor rango) para la entrega de 60.000 dólares para evitar que sean detenidos y que se proceda con el parte policial.  Pero la mitad de esos 60.000 dólares debían entregarla los ciudadanos que llegaron desde Quito. Sin la posibilidad de pagar esa cantidad, las víctimas pidieron a los policías que los lleven hasta las sucursales de sus entidades bancarias. Uno de ellos hizo un sobregiro de 5.000 dólares y el otro, un retiro de 2.000 dólares por ventanilla. La Fiscalía corroboró este relato con un certificado emitido por el banco.
Pero en el expediente también reposa otro interesante indicio: el uso del sistema SIIPNE por parte de dos oficiales, el día del supuesto operativo. El Sistema Integrado Informático Policía Nacional (SIIPNE) es usado para acceder a las bases de la institución y confirmar si una persona tiene o no una boleta de captura. “Lo que los ubica en tiempo y espacio en relación a la aprehensión o detención ilegal realizada a las víctimas, esto con el propósito de obtener beneficio económico en contra de los mismos”, afirmó la Fiscalía.
Con estos y otros indicios, la madrugada del pasado 6 de diciembre fueron detenidos 13 personas, de los cuales 10 eran policías en servicio activo, dos civiles y un comisario de Ventanas acusados de extorsión y delincuencia organizada. Para la aprehensión de los uniformados fueron necesarios agentes de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase).
Los detenidos integraban las filas de Dinapen, Dinased y la Policía Judicial, que funcionaban en el mismo edifico en Ventanas. En la audiencia de formulación de cargos, solo fueron detenidos ocho de los 10 policías. Tienen entre 26 y 37 años y dentro de los acusados hay un capitán y un sargento segundo de la Policía.
Pero las investigaciones duraron dos meses e incluyeron tres ciudades: Ventanas, Quito y Guayaquil. Concluyeron que los agentes actuaban vestidos de civil. En los falsos operativos pedían a las víctimas sumas entre 15.000 y 30.000 dólares a cambio de no ser detenidos. Después del pago del dinero y de su liberación, las víctimas eran extorsionadas a fin de pactar nuevas entregas de dinero. En el expediente de este caso, la Fiscalía ha recogido las amenazas que llegaban por whatsapp a las víctimas para que no presenten una denuncia y continúen entregando dinero.
El 6 de diciembre, durante el operativo, se allanó dos infraestructuras policiales y dos domicilios. Se encontraron 12 armas de fuego, 200 cartuchos 9 mm, 15 celulares, 1.500 dólares en efectivo, 28,6 gramos de sustancia verdosa presumiblemente marihuana, 4 gramos de sustancia blanquecina presumiblemente cocaína, 22 prendas policiales y 1 vehículo. La droga fue ubicada en las habitaciones de los gendarmes, según confirmó la fiscal del caso, Dina Murillo.
En el proceso hay otra denuncia de tres ciudadanos que contaron un episodio similar e identificaron a la Policía de Ventanas como la autora de la extorsiones. En los reportes periodísticos de los medios locales se informa que los habitantes conocían de los hechos, pero que nadie se atrevía a denunciar por temor a represalias.
Por este caso, el ministro del Interior, César Navas, y el comandante de la Policía, Ramiro Mantilla, salieron en rueda de prensa el mismo día del operativo. Anunciaron que se designó nuevo personal policial en Ventanas. “No habrá impunidad para los malos elementos policiales”, dijo Mantilla. “Hay pocos” uniformados que están en involucrados en delitos, manifestó el General. Mientras que el Ministro enfatizó: “Nos duele porque es la Policia Nacional. Confíen en su Policía nacional, los malos elementos que son mínimos no representan a la institución. Son más de 47.000 servidores que se la juegan día a día. Pero puede pasar esto como puede pasar en un hospital, en un medio de comunicación, no estamos exentos”.
Policías y bandas
Solo en el 2017 al menos seis bandas más que incluyen policías en servicio han sido desarticuladas:

En Ventanas, 10 policías fueron detenidos durante la formación de la mañana. El Diario manabita registró el hecho. 
●  13 de diciembre de 2017. La Policía desarticuló a una organización delictiva dedicada a servicios ilícitos para la obtención de licencia y matrícula de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT). Estaba conformada por siete agrupaciones en Esmeraldas, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Sto. Domingo de los Tsáchilas, Bolívar, Los Ríos y Guayas. Durante el operativo se realizaron 51 detenciones y 48 allanamientos, de los cuales se detuvieron a 25 funcionarios públicos de la ANT, la Comisión de Tránsito del Ecuador y GAD de los municipios de Esmeraldas, Ambato, Cotopaxi; a 22 tramitadores y 4 servidores policiales en servicio activo.
● 11 de octubre 2017. Una red que operaba en cuatro provincias estafaba a las familias de aspirantes de policías. Detuvieron a 18 personas en Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua y Santo Domingo de los Tsáchilas. Las víctimas eran captadas a través de whatsapp y les ofrecían el ingreso a la Policía a cambio del pago de entre 500 y 2.000 dólares. El dinero debía ser depositado en diversas cuentas. Entre los detenidos estuvieron dos policías en servicio activo, otro en servicio pasivo. También constan seis privadas de la libertad que operaban desde el Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Latacunga, en complicidad con un guía penitenciario.
● 26 de octubre 2017. La fiscal Claudia Romero informó sobre otra una red que operaba en Quito. Los sospechosos captaban a aspirantes y sus familiares, ofreciéndoles el ingreso a la Policía Nacional a cambio del pago de distintas sumas de dinero. La líder de la banda a través de un listado de postulantes se contactaba con los familiares para ofrecerles la ayuda. La red cobraban USD 1.500  para pasar los exámenes médicos y físicos, y USD 3.000 por las pruebas de confianza (polígrafo), mientras que para ingresar a la Escuela de Oficiales, el costo era  de USD 13.000. Hubo 10 detenidos entre los que constan policías en servicio activo y pasivo,  civiles y empleados del Hospital de la Policía Nacional.
● 29 de septiembre de 2017. Dos policías en servicio activo y dos hombres más fueron detenidos mientras pretendían transportar decenas de bloques de cocaína utilizando un patrullero en Guayaquil. La aprehensión se dio cuando cinco sujetos cargaban los sacos y las maletas con el alcaloide en la cajuela del vehículo. Uno logró escapar por los techos. El patrullero era usado para burlar los controles y circular por toda la ciudad. Según el comandante de la Zona 8 de Policía, Marcelo Tobar, la supuesta red de narcotraficantes guardaba grandes cantidades de droga en un inmueble del noroeste de Guayaquil. Los uniformados detenidos pertenecían a la Policía Judicial. En total se hallaron 85 kilos de droga.
● 26 de abril de 2017. En Guayaquil fueron capturados 14 personas implicadas en microtráfico, entre ellos siete eran policías en servicio activo, en los grados de sargento primero, cuatro cabos primeros y dos policías. La droga era vendida en los centros de concentración en toda la ciudad de Guayaquil y la provincia del Guayas. Los cargamentos llegaban por vía terrestre desde Colombia. En los allanamientos se incautaron dos vehículos, 2.400 dólares en efectivo y 1.200 dosis de sustancias estupefacientes.
● 24 de febrero de 2017. El portal Esmeraldas News reportó la captura de tres policías en servicio activo en la provincia verde. Se los acusa de extorsión y secuestro. Una víctima denunció que fue interceptado fuera de su domicilio y llevado a la fuerza. Su esposa recibió más tarde una llamada donde los sospechosos le pedían 15.000 dólares a cambio de su liberación. “El ECU 911 logró ubicar el teléfono en el sector 24 de Mayo donde uniformados llegaron y observaron el delito flagrante a los cabos de policía en servicio activo Carlos C y Dilson F que laboraban para la Brigada Anticriminal del Distrito Esmeraldas y al cabo José B, del Distrito San Lorenzo”.
¿Qué falencias existen dentro de la Policía para que se sigan dando casos?, fue la pregunta que hizo Plan V al ministro César Navas en la rueda de prensa que se dio el pasado 12 de diciembre sobre los avances en seguridad a los seis meses de gestión del nuevo Gobierno. “Más allá de falencias son fortalezas”, respondió el funcionario quien añadió que la institución cuenta con “mecanismos que nos permitan detectar y combatir esta corrupción”. Entre ellos mencionó las evaluaciones de la situación económica de los gendarmes, las pruebas del polígrafo y de “otros indicadores” que permiten analizar el comportamiento de los policías, sin precisarlos ni mencionar sus resultados. En otras intervenciones ha dicho que se usa polígrafo para los policías que aspiran a unidades especializadas.
En lo que va del 2017, la Policía ha desvinculado a 61 servidores policiales. Mientras que desde el 2013 hasta el 2017 suman 956 policías que han salido de la institución, 441 por causas penales, 222 por tribunal de disciplina, 84 por reincidencia en fallas disciplinarias, entre otros, según cifras oficiales del Ministerio del Interior. En distintos espacios públicos, las autoridades han enfatizado en su “lucha frontal contra la corrupción” y en el caso de los policías han mencionado que son pocos los casos en relación a los 47 miembros de la Policía.

Es más, al finalizar su exposición, el ministro Navas aseguró que “la Policía ecuatoriana es catalogada como la segunda de mayor confianza en la región, debido a los procesos de autodepuración y de trabajo en territorio”. 

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