martes, 19 de diciembre de 2017

EDITORIAL



Publicado en la revista El Observador (edición 102. Diciembre de 2017)
Jaime Cedillo Feijóo
Llegó con las mismas ínfulas de mandón pensando que sigue siendo el dueño de todos los poderes, pero se dio con la piedra en los dientes, el rechazo a sus actitudes altaneras fue mayoritario. El pueblo ecuatoriano salió a las calles y plazas para gritar a voz en cuello preso Correa preso. Sin dinero de las arcas gubernamentales para armar movilizaciones fraudulentas, sin vehículos estatales para transportar a los sumisos ovejunos, sin propaganda en los medios de comunicación oficiales para el lavado de cerebro, sin las odiosas sabatinas para imponer, perseguir, enjuiciar, y humillar a la gente sin una pizca de consideración, el “llorón del ático”, como se lo conoce desde que abandonó el país para auto refugiarse en Bélgica, la tierra de la esposa que pasó desapercibida, oculta, invisible, durante la década perdida, sólo salió una vez a las calles para solidarizarse con su compañero pedófilo, abusador sexual; pretendió resucitar de las cenizas políticas retornando a su “patria sagrada”, esta patria que dejó dividida, quebrada, sobre endeudada hasta el cuello, en banca rota, para con el mismo cinismo que le ha caracterizado desde siempre y hasta siempre, para salvar lo insalvable, darnos lecciones de manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes. Pero hay que ser cara de palo, sinverguenza, caretuco, después del daño irreparable. Dicen las malas lenguas que el enfrentamiento con su compañero Lenín en el poder, por obra y gracia de la metida de mano del Consejo Nacional Electoral, es un tongo, puro teatro, una tomadura de pelo a los ingenuos ecuatorianos que siguen creyendo que los responsables de la saqueo nacional, de la corrupción infinita, de los sobreprecios millonarios de buena fe, de las construcciones faraónicas sin licitación, por decreto ejecutivo, o sea a dedo, pagarán con cárcel y los bienes mal habidos incautados. Al dictador eterno todo le salió mal, tan mal que se fue sin pena ni gloria. Se le durmió el diablo. El Consejo Nacional Electoral le dijo que se vaya con su convención nacional chimba a otro lado. La consulta popular va porque va, le dijo la Nubia apenas se posesionó en la presidencia del organismo. La Corte Constitucional se durmió en los laureles, la jueza que debía presentar el informe no lo hizo a tiempo por irse a la Europa. Como no le dieron gusto, es golpe de estado, dictadura, inconstitucional, abuso de poder, violación al debido proceso. El caudillo autoritario se fue para no volver nunca más, desencajado, desilusionado, desengañado, sufrió el más duro revés, y vivió en carne propia amargos desaires de agnados y cognados. Le visitó a su compañero de hazañas, para reafirmar su pacto del silencio .El mesias prometido pagó con creces todo lo que puso en practica con saña durante la década robada. La Libertad de Expresión, ni se compra, ni se vende, ni se transa.

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