Perú: sorprendentes registros con cámaras trampa y nuevos insectos en Tambopata
- ¿Cómo participa el público en este proyecto de ciencia ciudadana?
- ¿Qué investigación se lleva a cabo con los jaguares?
Un grupo de turistas observa atentamente una trampa de luz en la selva amazónica de Madre de Dios, en Perú. Todos ellos intentan detectar alguna polilla tigre entre los cientos de insectos que han llegado a posarse en una gran sábana blanca en medio de la noche. Buscan recolectar un ejemplar. Si alguien tiene suerte, podría estar participando directamente en el descubrimiento de una nueva especie para la ciencia… aunque eso lo sabrá más adelante.
Esta actividad se llama Descubrir una Nueva Especie y forma parte de Wired Amazon, un conjunto de proyectos científicos que se basan en el concepto de ciencia ciudadana que desarrolla Rainforest Expeditions en su albergue Refugio Amazonas.
“Ciencia ciudadana es el desarrollo de un proyecto científico en el que participa de diversas maneras gente sin formación científica. El desarrollo se basa en observar, cuestionar, tomar datos, analizar esos datos y tomar conclusiones. Las partes sin background científico pueden ayudar en observación. Después los científicos analizan los datos”, explica a Mongabay Latam el ecólogo Daniel Couceiro, gerente del proyecto Wired Amazon, que incluye también los programas AmazonCam Tambopata —que a través de cámaras trampa revela detalles de la vida silvestre en esta parte de la Amazonía— y Aerobotánica.
Descubriendo nuevas especies
Por las noches, los visitantes salen hacia una de las nueve trampas de luz instaladas en la concesión de Refugio Amazonas. En estas trampas de luz —ubicadas a máximo 15 minutos caminando desde el corazón del albergue— las personas reciben nociones básicas de entomología y tras ello proceden a identificar, a partir de características explicadas por los especialistas, ejemplares de polillas tigre (Arctiinae).
Si los científicos detectan que alguno de los especímenes recolectados es interesante y podría ser una nueva especie, se envía una muestra a la Universidad de Guelph en Ontario (Canadá), para que con la herramienta de ADN llamada barcoding (código de barras) se ayude a discernir si es realmente una nueva especie para la ciencia o no.
“Si estos individuos son enviados ahí, nosotros les enviamos (a los visitantes) la foto del espécimen que han colectado junto con la información genética que nos llega. Si la especie es nueva les avisamos y les decimos que las van a nombrar”, dice Daniel Couceiro.
Hasta el momento se han descubierto ocho nuevas especies de polilla tigre. Cinco de ellas serán presentadas en una publicación a fin de mes y tres están en proceso de descripción.
Además de polillas tigre, este programa investiga también otros insectos: tricópteros (Trichoptera), avispas escorpión (Ichneumonidae), saltahojas (Cicadellidae) y membrácidos (Membracidae).
Sorpresas reveladas con cámaras trampa
Las 110 cámaras trampa que cubren un área de 300 kilómetros cuadrados registran los secretos de la selva amazónica como parte de AmazonCam Tambopata. Este proyecto tiene como uno de sus objetivos conocer más sobre la población de jaguares (Panthera onca).
“Hay un vacío grande acerca del jaguar. Son animales muy elusivos, con territorios muy grandes que no se sabe si son permanentes o temporales. Si quieres conservar una especie, lo primero que debes hacer es saber acerca de ella. Por eso estamos estableciendo un área tan grande para evitar el problema de la sobreestimación de la población por utilizar un área demasiado chica”, explica Daniel Couceiro.
El investigador añade que “el primer objetivo es saber más sobre estimación espacial y temporal de los jaguares. Casi todos los estudios que se han hecho han sido espacios limitados de tiempo, tres o cuatro meses, esto te obliga a considerar una población cerrada. Esto significa que no puedes considerar nacimientos, muertes ni migración. Nosotros estamos saltando eso porque nuestro proyecto es para cinco años, y vamos a poder ver cómo están distribuidos espacial y temporalmente. Ver si el jaguar que viste antes en Tambopata, por ejemplo, lo viste ahora en Bahuaja (Parque Nacional Bahuaja-Sonene). Eso te quiere decir que su territorio no es permanente sino que es medio nómada, que es algo que no se sabe”.
Jaguar. Video cortesía de Wired Amazon/San Diego Zoo Global
Para conocer si un ejemplar de jaguar es el mismo que se vio anteriormente en otro punto es necesario tener registro de los dos lados del individuo. Es por ello que en diversos lugares se han instalado cámaras una frente a otra. La identificación de individuos de especies como el margay (Leopardus wiediies) es similar.
Otro de los objetivos es hacer un inventario completo de mamíferos en la zona. Para identificar a los mamíferos arbóreos anteriormente se colocaron 60 cámaras en árboles, explica el doctor Mark Bowler, responsable de AmazonCam Tambopata.
Mono nocturno. Video cortesía de Wired Amazon/San Diego Zoo Global
Mono Pichico. Video cortesía de Wired Amazon/San Diego Zoo Global
El investigador de San Diego Zoo Global cuenta que gracias a las cámaras trampa se logró registrar, además de jaguares, pumas, armadillos gigantes, un puercoespín enano “que nadie sabía que estaba acá”, entre otros. Lo que llamó mucho la atención de los expertos fue el primer registro de perro de orejas cortas (Atelocynus microtis) llevando a sus crías.
Bowler resalta que el área en la que se lleva a cabo la investigación es muy buena. “En el futuro queremos extender a otras partes más impactadas por los humanos y ver no solo el efecto de actividades humanas en los animales, sino la recuperación en las áreas en las que el turismo está funcionando como protección. Sabemos por ejemplo que cerca de Refugio el maquisapa está volviendo. Este tipo de recuperación también es interesante para nosotros”, indica a Mongabay Latam.
Las cámaras trampa utilizadas en este proyecto han sido instaladas con la colaboración de la Asociación para la Investigación y Desarrollo Integral (Aider).
En Refugio Amazonas los visitantes tienen la oportunidad de colocar e instalar cámaras trampa, además de ver gracias a las imágenes que en trochas por las que caminan pasa fauna, explica Daniel Couceiro, y añade que el público en general puede participar en la identificación de especies a través de Zooniverse, plataforma en la que hay 100 000 imágenes para identificar especies. Los especialistas trabajarán con imágenes en las que haya un consenso de 15 o 20 personas y luego procederán al análisis de datos.
Una vista diferente
Varum Swamy estudia la ecología de bosques tropicales, la regeneración de las plantas y el efecto de las acciones de primates y otros vertebrados frugívoros sobre la estructura y composición del bosque.
“Nos interesa la fenología, los ritmos biológicos de las plantas, floración, fructificación, y en Madre de Dios, dado que tenemos una época seca muy marcada que va desde junio a setiembre u octubre, varios árboles, especialmente del dosel, pierden sus hojas incluso por meses”, dice a Mongabay Latam el doctor Swamy.
El término aerobotánica surgió a partir de la utilización de un dron como herramienta para ayudar a levantar información. “La base de mi trabajo es identificar las plantas para poder analizar composición, estructura, patrones espaciales”, resalta el ecólogo tropical, y explica que el dron puede colectar imágenes de alta resolución que capturan las características que necesitan para identificar un árbol.
Daniel Couceiro dice a Mongabay Latam que uno de los objetivos del proyecto Aerbotánica es el monitoreo temporal de castañas para ver si los patrones de floración y fructificación cambian. “Si puedes comparar producción con estado fenológico del árbol, con patrones climáticos, vas a poder tener una imagen completa desde todas las aristas de cómo está funcionando la población de castañas y como va a funcionar en el futuro esa actividad”, explica, y añade que este año se ha visto mucha flor en el suelo y esas no son buenas señales.
“Usando el dron podemos tratar de monitorear el desarrollo de frutos de castaña y predecir si producirá una buena cosecha o no”, complementa Swamy. En la concesión de Refugio Amazonas, de 400 hectáreas, hay 163 árboles de castaña ya marcados.
El otro objetivo de Aerobotánica es analizar la abundancia de poblaciones y densidades de determinadas especies. Por el momento los trabajos se han centrado en la palmera huasaí (Euterpe oleracea). Las imágenes recolectadas por el dron se suben a la plataforma Zooniverse para que usuarios colaboren en el proceso de identificación.
Para que cada imagen sea validada y retirada de esta plataforma necesita recibir la clasificación de 15 personas. Una vez que se termine el trabajo con la palmera huasaí los expertos pasarán a trabajar con otra especie.
En Refugio Amazonas, los visitantes pueden subir a la torre de 32 metros para ver una demostración del vuelo del dron, ver las imágenes que se capturan y tener un mayor acercamiento al proceso de investigación.
Cuenta Eduardo Nycander, fundador de Refugio Amazonas, que concibió este albergue con un componente de investigación, como el que tenía Tambopata Research Center (otro de sus albergues) con el Proyecto Guacamayo. “Mi meta era lograr que en cada uno de los albergues se haga ciencia”, dice a Mongabay Latam.
“Hemos tenido una colección de personas que han hecho sus maestrías o Ph.D., pero terminaban y se iban. De pronto, el desarrollo de la tecnología empezó a hacer más fácil la ciencia”, añade, y dice que debido a ello, junto con Kurt Holle, su socio, pensaron que era el momento de lanzar la nueva propuesta que mezclara turismo e investigación. “La conservación de la naturaleza no está en manos de científicos”, sino de las personas en general, finaliza.
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