Sebastián Corral, gerente de Teleamazonas, habla sobre la sanción de la Supercom.
Teleamazonas no conculcó el derecho a la réplica de Carlos Ochoa, superintendente de Comunicación, y lo invitó a una entrevista para hablar de las declaraciones de la asambleísta Lourdes Cuesta sobre la Ley de Comunicación. Sin embargo, ¿qué aprendizaje propone el canal a la ciudadanía cuando manifiesta que no pasará ni un solo video más de esta institución?
No nos sentimos lo suficientemente superiores como para proponer un aprendizaje. Estamos proponiendo una conversación sobre la necesidad imperiosa de reformar la Ley de Comunicación. El que la comunicación sea considerada como un servicio público es un problema de fondo y la Ley tiene una serie de aberraciones que tienen que debatirse. Nosotros ahora estamos siendo víctimas de una sanción importante, en un proceso en el cual el afectado es el juez y el sancionador. Todos son la misma persona. Eso está en la Ley de Comunicación. Eso tiene que ser cambiado y por ello hemos decidido no someternos a esta absurda situación y esperamos que se genere en la sociedad un debate propositivo para reformar la ley.
Por ello entran en resistencia…
Vamos a plantear algunas medidas. Vamos a acogernos al derecho a la resistencia que está consagrado en la Constitución. Apelaremos en el Contencioso Administrativo para parar esta locura. Y vamos a demandar al Superintendente a nivel personal, tanto en lo civil como en lo penal, porque es hora de que responda por todos estos años en los cuales él se ha prevalido de este escudo para sancionar a diestra y siniestra.
¿Qué mensaje deja al país la actitud de un funcionario público que sanciona, pero no responde ni enfrenta personalmente los procesos en los cuales él es juez y parte?
El día de la audiencia de Teleamazonas en la Supercom, fui muy claro: primera y última vez que voy a la Superintendencia. Entonces me parecía increíble que siendo él el instigador de toda esta situación no tenga la entereza de dar la cara. Por otro lado, hemos visto un escenario tristísimo en tanto Ochoa debe tener claro que los funcionarios públicos, por más alto rango que tengan, no son nuestros jefes. Ese cuento nos lo vendió Correa durante 10 años.
Es al revés...
Los jefes somos nosotros, los ciudadanos. Los funcionarios nos tienen que rendir cuentas. Y una manera de hacer es responder preguntas de los periodistas, aunque no les guste. Entonces, entre no dar la cara en los procesos después de firmar una resolución absurda, al no responder preguntas se está retratando de cuerpo entero. No hubiera problema si él pudiera sustentar lo que dice. Y en vez de haber mandado un video para contestarle a una asambleísta y en vez de no presentarse a las audiencias que él propone y juzga, o en vez de no responder por las glosas que le impone la Contraloría, debería hacer lo contrario. Debería sentarse, conversar, argumentar, responder: esto sería lo lógico.
¿Qué apelaciones se pudiera hacer al Presidente , desde la sociedad, en el sentido en que la solución a muchas de las tenazas que aprisionan a la comunicación está en manos del Ejecutivo?
Quiero ser claro: creo que la actitud del Señor Presidente no tiene que ver con la barbaridad de lo actuado por la Supercom. Creo que el Presidente plantea el diálogo. En una reunión pública recibió nuestras preocupaciones sobre la Ley de Comunicación y nos dijo que más adelante conversaremos sobre estos asuntos. Creo que los tiempos han sido muy difíciles para el Ejecutivo y ha habido unas prioridades notorias –lucha contra la corrupción, la consulta- y una vez que se resuelvan estos temas, allí podremos conversar sobre comunicación entre todos los actores del sector que, en el fondo, somos todos los ciudadanos. (IFP)
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