Lenín Moreno, presidente de la República
'El ciudadano Rafael Correa es un opositor más'
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- Publicado el Domingo, 17 Diciembre 2017
Lenín Boltaire Moreno (Quito, 1953) acaba de cumplir seis meses de mandato como presidente de Ecuador.
Sucesor de Rafael Correa y dirigente del mismo partido, Movimiento Alianza País, ha marcado distancias del exmandatario, quien emprendió una operación de desgaste desde Bruselas, donde reside, y amenazó con regresar a la primera línea de la política.
Moreno, que comienza hoy un viaje oficial a España, recibió la semana pasada a EL PAÍS en el Palacio de Carondelet en Quito.
Moreno, que comienza hoy un viaje oficial a España, recibió la semana pasada a EL PAÍS en el Palacio de Carondelet en Quito.
En esta entrevista, habla de su proyecto, de las diferencias con la anterior gestión, de las interferencias de Julian Assange en Cataluña y de lucha contra la corrupción. Esta semana, el vicepresidente Jorge Glas, cercano a Correa, fue condenado a seis años por el caso Odebrecht.
Pregunta. Acaba de hacer balance de seis meses de gobierno. En este tiempo, ¿se ha convertido Correa en su mayor opositor.
Pregunta. Acaba de hacer balance de seis meses de gobierno. En este tiempo, ¿se ha convertido Correa en su mayor opositor.
Respuesta. Quienes valoren realmente la gestión que hemos hecho no podemos ser nosotros, es el pueblo ecuatoriano, que mayoritariamente, casi un 80% [según dos encuestadoras], está a favor. Hemos tomado un nuevo punto de vista con respecto a nuestra relación con los gremios profesionales, con los gremios de la producción, con los gremios de trabajadores, con los políticos, con la ciudadanía en general, con los medios de comunicación, nuevos puntos de vista orientados a dialogar, no a imponer. A concertar.
A llegar a acuerdos mínimos. El principal opositor es la falta de reactivación económica, la inmensa deuda que nos dejaron, la cantidad de obras inconclusas. El más grande opositor es la pobreza, el desempleo, es la desmotivación y la confrontación. El ciudadano Rafael Correa es un opositor más. Nada más.
P. Ecuador debe hacer frente a una abultada deuda pública y su plan económico ha recibido críticas por no diferenciarse del anterior.
P. Ecuador debe hacer frente a una abultada deuda pública y su plan económico ha recibido críticas por no diferenciarse del anterior.
R. Ese es el proyecto que ganó las elecciones. Debemos ser consecuentes con aquello. Sin embargo, en el último periodo del economista Rafael Correa creo que faltó autocrítica, renovar, innovar. La crítica nos permite obtener criterios sinceros acerca de lo que hemos hecho mal o lo que podemos hacer hacia el futuro. Y la autocrítica, más aún todavía.
Tenemos un plan de reactivación económica. La Asamblea nos lo ha enviado con algunos cambios. El presidente del Ecuador tiene derecho a vetar esos cambios y a devolverlos a la Asamblea. Sin duda alguna, se van a vetar algunos elementos, se va a devolver a la Asamblea, en ese momento esperamos que vaya a volver totalmente aprobado y con ese marco podemos ya desarrollar nuestro trabajo de manera plena. A pesar de eso hemos hecho muchísimas tareas vinculadas a lo que sería la oferta de campaña que es el plan toda una vida, que implica la atención del ser humano desde el momento de la concepción hasta que Dios decida cerrarle los ojos.
P. ¿La tensión en la que se encuentra su partido le va a permitir legislar en la Asamblea?
R. Yo tengo fe en la Asamblea, y además no gobierno con la Asamblea, gobierno con el pueblo ecuatoriano. Hay una división, está casi marcada ya. Sin embargo, en puntos trascendentales podrá ver que se vota en conjunto. Se ha votado en conjunto y creo que se va a continuar haciendo.
R. He manifestado siempre que no estoy de acuerdo con las reelecciones. A veces ni siquiera una sola. Una reelección indefinida ya se convierte en una dictadura disfrazada de democracia. El círculo del mandatario le crea un halo de que él está predestinado, que es casi un enviado de Dios. Por ejemplo, se me dejó una cámara encendida acá en mi despacho. Ni siquiera la cortesía de avisarme de que aquí estaba para poder saludarnos cotidianamente. Fue una cosa muy especial y digna de un tropicalismo pasado. Porque apenas se me avisó al día siguiente de que una de las personas de seguridad se había arrimado a una pared y notó que estaba caliente. Esta cámara que de acuerdo con lo que yo conversé con una de las personas técnicas me dijo que era una cámara que la controlaba y monitoreaba
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