Publicado el 2017/01/07 por AGN
Diario El Mercurio
[Gerardo Maldonado Zeas]
El asambleísta Cristian Viteri de Alianza País (AP) empezó a hacerse conocer en el mundo político cuando de manera curiosa intentó impulsar una especie de fiscalización de los paraísos fiscales. Hoy, con altas probabilidades de ser expulsado de AP, ha manifestado: “hubo un asesor de la Presidencia que en el bloque nos pidió que no hagamos público el tema de los servidores públicos, que nos enfoquemos en el tema de los Panamá Papers en los privados”. Según Viteri, el nombre de este asesor hará conocer el día en que presente su candidatura para Fiscal General del Estado. Con ese tipo de insinuaciones, si este ciudadano de quien no se conoce el nombre, accediera a este cargo, habría una alta probabilidad de continuar con la ausencia de efectividad en la Fiscalía General del Ecuador.
Si algo cuestionable y misterioso existe en el país es la labor de Galo Chiriboga y su poca iniciativa para investigar. Fueron las instancias internacionales las que proporcionaron indicios o han hecho conocer los grandes casos de corrupción. Desde cuando la Fiscal Loretta Lynch de EEUU decidió judicializar el caso “Fifagate” e involucrar a Luis Chiriboga Acosta ex presidente de la FEF, hoy condenado a prisión. O en el caso de los Panamá Papers denunciado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, del cual se cernieron una gran cantidad de nombres que vincularon a los “petrocorruptos”, hoy con pocos detenidos y los cabecillas e intermediarios gozando de los placeres privilegiados de la fuga científica. En el último escándalo, de no ser por el Departamento de Justicia de EEUU al revelar las declaraciones de Marcelo Odebrecht, los ciudadanos desconoceríamos de estas trapecerias, porque el Fiscal ecuatoriano está “congelado” en este caso, al cual involucran a funcionarios públicos como presuntos agraciados con coimas por USD 33,5 millones. El Fiscal del Perú ya llegó a acuerdos para que la Fiscalía de EEUU entregue datos de los peruanos beneficiados con las corruptelas de la empresa brasileña. Qué envidia!!
Se va convirtiendo en una práctica para los ecuatorianos buscar en las sitios web de organismos o medios de comunicación internacionales información para conocer qué pasa con la gestión de las entidades del Estado, debido al silencio atroz de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, los informes tibios de la Contraloría con un Jefe Principal deseoso de seguir en el cargo a pesar de tener su residencia en Miami, y pasar pocos días a la semana en Ecuador, o la intolerable ineficacia de la Fiscalía. Mientras los medios independientes nacionales a través de la investigación tratan de encontrar información confiable sobre el devenir económico del país, o una luz para entender qué pasa en la adjudicación de ciertas obras y servicios emblemáticos del sector público, sus beneficiarios, montos, y contratos complementarios, son amedrentados a través de la cuestionada Ley Orgánica de Comunicación, o por funcionarios gubernamentales de alto rango.
En los espacios de la calle al cual concurren los ecuatorianos ávidos de información se respira un aire de desaliento. Siendo la crisis económica y la falta de empleo, las principales preocupaciones de los ecuatorianos, la percepción de la corrupción avanza rápidamente en la conciencia colectiva de la gente. Cuando llegue a ocupar el primer lugar, lo cual parece estar muy cerca, no les quepa la menor duda que el castigo en las urnas será muy fuerte. (O)
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