lunes, 9 de enero de 2017

Fundación Eventa, otro agujero negro de Lenín Moreno

  en La Info  por 
Lenín Moreno anunció que ha pedido al contador de la Fundación Eventa, de propiedad de su familia, que recopile toda la información para hacerla pública, aunque no dijo cuándo lo hará.
No faltaba más. Moreno, quien hizo el anuncio en Teleamazonas más presionado por las circunstancias que por iniciativa propia, está en la obligación ética de esclarecer todas las interrogantes que se han suscitado desde que se publicaron en redes sociales noticias sobre los ingresos que esa fundación ha recibido, de entidades públicas y privadas, por las charlas motivacionales que el ex vicepresidente, y ahora candidato presidencial, ha dado en los últimos años.
“Estoy preparando la información”, dijo Moreno cuando la periodista Janeth Hinostroza planteó el tema, que atribuyó a una campaña sucia en su contra. Tema que se hizo tendencia en redes sociales luego de la publicación de un documento que ponía en evidencia el pago por 10 mil dólares hecho por el Cuerpo de Bomberos de Quito en el 2013, por una conferencia que Moreno dio bajo el título de “Ser amable es fácil, divertido y productivo”.
El candidato oficialista ha dado varias conferencias o charlas motivacionales en instituciones públicas administradas por funcionarios de su misma filiación política. Por un mínimo sentido de responsabilidad y ética, al que debería someterse todo candidato, Moreno debe informar al público sobre cómo se manejaron esos dineros. En la entrevista, sin embargo, dejó más interrogantes que certezas. Según dijo, no ha recibido ni un solo centavo por esas conferencias. Todo el dinero, según dijo, fue directamente a la Fundación para que sea invertido en obra social. Moreno en un momento aseguró que esa fundación no era suya pero en otro dijo que era de su familia. ¿Si el dinero no entra a su bolsillo entonces entra a una fundación que también es suya? Para comenzar, Moreno debería esclarecer ese tema puesto que, incluso en su declaración juramentada de bienes que presentó en septiembre del 2009, aparece como accionista de la Fundación.
Hay evidencias de varias conferencias o charlas a instituciones públicas, especialmente en el 2013. Por ejemplo la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, EPMMOP, contrató a la Fundación Eventa para dos charlas en septiembre de ese año y canceló 20 mil dólares en virtud de una resolución firmada por Germánico Pinto, entonces gerente de esa empresa. Pinto actualmente es un entusiasta partidario de la candidatura de Moreno, como se desprende de su cuenta en Twitter. También aparecen al menos otras dos conferencias contratadas por el Consejo de la Judicatura y varias más en el Consejo Nacional Electoral, la Dirección Nacional de Registro de Datos Públicos (DINARDAP), la Empresa Pública Yachay, ANT Quito, IESS, entre otras.
¿Cuántas charlas ha dado Moreno? ¿Cuánto dinero recibió la Fundación Eventa en total y cuánto invirtió en las obras sociales que Moreno asegura que realiza? El candidato de Alianza País sostuvo también que a más de las conferencias que ha dado a entidades públicas están las que brindó a empresas privadas y que sobre esas no cree necesario dar explicación alguna. Moreno se equivoca: lo que haya recibido de las empresas privadas por sus charlas también es un asunto de interés público, pues demás está decir que el electorado tiene derecho a saber qué empresario o empresarios lo han auspiciado. Y él tiene la obligación de facilitar esa información. Al fin de cuentas podría llegar a ser Presidente.
En la entrevista con Hinostroza, Moreno habló sobre lo que hace Eventa. Dijo, por ejemplo, que protege a niños abandonados con HIV y que tiene incluso vehículos para que “los ancianitos” puedan recoger donaciones de comida que algunas empresas les dan. ¿A qué niños y qué “ancianitos” ayuda? ¿Cuántos son y cómo los asiste?
De lo dicho no solo se revela que Moreno se ha dedicado a las obras de caridad pública. Esto resulta curioso porque la caridad pública, ejercida por privados, ha sido condenada por asistencialista y por estar al margen del Estado por el presidente Correa sino que plantea la necesidad de conocer exactamente qué hace Eventa. Al ser candidato y estar opcionado a ser presidente de la República está obligado a esclarecer, no solo lo que hace su fundación, sino qué fondos recibe y cómo los administra. Una fundación podría ser una herramienta para ocultar movimientos financieros irregulares. No sería la primera ocasión que una fundación sirve para recoger dinero para campañas electorales.
No transparentar detalladamente cómo se financia, cómo gasta y qué hace la Fundación Eventa podría crear una figura similar a la que en otros países ha motivado auténticos escándalos políticos. Ahí está el caso de la fundación Bill Clinton en los EEUU, la fundación Lula da Silva en Brasil y también el caso de Podemos, el movimiento político español que surgió de la Fundación Ceps que recibía de forma irregular fondos de los gobiernos de Venezuela y Ecuador.
Entre los datos que soltó Moreno también está que su hija Carina ha manejado la fundación. No ha recibido un solo centavo por su trabajo, dijo a Hinostroza. Entonces si ni él ni su hija ganan sueldos en la fundación, ¿quién lo hace? Aunque se trata de datos que seguramente no tuvieran relevancia si Moreno fuera un ciudadano común y corriente, es evidente que en el caso de un candidato presidencial la cosa es muy distinta. Es importante tener toda la información del caso: por ejemplo, conocer cada uno de los contratos que firmó la fundación y los honorarios que recibió. Cómo ha gastado el dinero (con facturas de respaldo), los nombres de sus proveedores, de sus empleados y los sueldos de aquellos vinculados con la Fundación…
La información que se entregue es parte inseparable de las credenciales éticas del candidato. No solo por ser candidato y posible presidente sino porque, además, hay un documento de la Contraloría del Estado que dicen que la Fundación Eventa es una entidad de derecho privado que se beneficiaria de fondos públicos; es decir, recibe dinero del presupuesto del Estado. De ser ese el caso, lo que haga o deje de hacer la fundación de la familia Moreno es un asunto que incumbe a todos y cada uno de los contribuyentes, independientemente de las aspiraciones públicas que tenga Lenín Moreno.
Es evidente que el tema de las fundaciones vinculadas con políticos y aspirantes a presidentes ha aterrizado en el Ecuador. Está en manos de Moreno desvanecer hasta la más mínima de las dudas.

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