Publicado el 2017/01/21 por AGN
[Gerardo Maldonado Zeas]
Como el fiscal Galo Chiriboga hasta ahora no tiene ningún nombre de los involucrados en el caso Odebrecht, han aparecido investigadores “ad honorem” para cubrirle las espaldas, y hasta darle diciendo cosas que parecerían descubrimientos dignos de un “thriller” postulante al premio de los misterios resueltos.
El primero en aparecer, con su mirada inocente, fue el Director del SRI Leonardo Orlando para decir que el señor Mauro Terán era sospechoso de defraudación al fisco, y entonces los oficialistas inmediatamente le relacionaron con el alcalde de Quito, para convertirle en uno más de los elementos de distracción. Y con eso curarse en sano: no sólo podrían ser funcionarios públicos ligados al gobierno los sospechosos de corrupción, sino también los de ciertos gobiernos seccionales, que por coincidencia son de oposición. Y era perfecto para el caso con la transnacional brasileña.
Después, apareció la presidenta de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional María José Carrión para deslindar cualquier posibilidad de enjuiciamiento político, o comparecencia al menos a declarar a Jorge Glas, ex vicepresidente y actual candidato al mismo cargo en binomio con Lenin Moreno, en los casos de Petroecuador y Odebrecht. Y justo el miércoles pasado ya con datos conseguidos con una rapidez impresionante, decir al país que el candidato a Asambleísta de la provincia del Tungurahua, Jacobo Sanmiguel, por una lista opositora al régimen, había viajado al Brasil para encontrarse con el alcalde de Quito en fechas parecidas, y al tener movimientos inusuales en sus cuentas bancarias – que deberían ser determinados por la justicia- es sospechoso de corrupción.
En el mundo del tiro al blanco, esa jugada es un 10/10. Si la Dra. Carrión hubiese tenido la misma celeridad para indagar sobre los viajes de Pareja Yanuzelli y su grupo alrededor del mundo, de seguro encontraría más de un paraíso fiscal en el listado y estos bandidos no habrían fugado del país. Su silencio en este caso, es una grave deuda de la Asamblea Nacional con sus mandantes. Ahora, le sugerimos pedir las entradas y salidas al Ecuador del Contralor Carlos Pólit, sobre todo en el 2016. Una buena pista: obtenga datos de líneas aéreas con vuelos diarios entre Quito y Miami, solicite los nombres de pasajeros frecuentes y de quienes viajan en primera clase. Pero, por favor, también emita su criterio sobre los hallazgos.
Como ocurre en todos los países del mundo no solamente en época electoral, los ciudadanos necesitamos un baño de verdad, imperioso y útil. Este país al cual amamos, debe recuperar la dignidad. No puede ser posible que en todos los lugares en los cuales Odebrechet, ahora o hace 30 años trabajó, ya se sepan los nombres de quienes se prestaron a la corrupción. Y aquí sigamos en la distracción operando un modelo creado para el “silencio” de los temas importantes, fomentando la teoría de la espera, del pedido respondido de manera inoportuna, o la invocación a la historia para justificar que antes se hacía lo mismo. No se suponía que este era el gobierno modelo de la honradez, la pulcritud y la decencia. Diez años de ejercicio del poder deberían tener una factura de probidad, demuéstrenlo antes de irse. (O)
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