domingo, 15 de enero de 2017

GOLPE DE TIMÓN A TRANVÍA



Gonzalo Clavijo Campos
La reprochable lentitud y negligencia en la construcción del Tranvía de Cuenca, por parte del denominado “Consorcio de los cuatro ríos de Cuenca CCRC”, empresa española contratada para la ejecución de la obra civil y el parcial equipamiento, en julio del 2013, con un plazo de 780 días y un monto de 72 millones de dólares, ha ocasionado intranquilidad, anarquía en la movilidad de Cuenca en numerosos sectores urbanos, particularmente en el centro histórico.
El saldo es catastrófico con la quiebra de comercios, reducción ostensible de ventas, afección al tránsito y transporte y en general a la calidad de vida de la población cuencana, durante estos dos últimos largos años. La paciencia de la población y propietarios de establecimientos céntricos para soportar tantas molestias y dificultades ha sido ejemplar.
El Dr. Juan Fernando Ramírez, titular de la Procuraduría Síndica Municipal, ha expresado reiteradamente que el Contrato suscrito en la anterior administración municipal con el Consorcio CCRC, contiene cláusulas ambiguas y algunas contradictorias, que favorecen a los intereses del Contratista y en desmedro de los intereses de la ciudad, lo cual permite al Consorcio entorpecer la ejecución del contrato y pretender diluir sus responsabilidades. Como ejemplo señala que el contrato determina que cada día de retraso el contratista debe pagar una multa tan solo del 0,01% del valor total de monto contratado: 72,14 millones de dólares, que equivale a 7.214 dólares al día.
Esto resulta de risa dado que apenas es la décima parte del porcentaje de la sanción que se aplica a un contratista en el ecuador por incumplimiento, por lo que debería pagar 72.140 dólares diarios. Si es que se hubiese pactado la multa adecuadamente, la misma completaría el 5% del valor del contrato en apenas 50 días, pero con la multa contractual ese tiempo es de 500 días para poderle rescindir el contrato. Finalmente y de Ripley se suma que un eventual laudo arbitral, la Municipalidad tendría que acudir a Corte Chilena.
Por ello la declaratoria de “Emergencia grave a la movilidad urbana”, por parte del Señor Alcalde de la ciudad, Ing. Marcelo Cabrera, el 14 de octubre del 2016, debido al abandono de los frentes de trabajo por el CCRC fue acertada, posibilitando por fin, concluir las obras previstas en el Centro Histórico y para recobrar el flujo vehicular y peatonal, la vida misma de la ciudad. Pero además la moraleja es que se tratan de obras civiles sin dificultad constructiva, las cuales pueden ser ejecutadas perfectamente por nuestros obreros, por nuestros ingenieros y arquitectos, con nuestras propias manos.
Sin embargo los conflictos persisten las obras del tranvía en la zona de Milchichig continúan abandonadas, el reforzamiento de los puentes Yanuncay y Tomebamba no concluyen, los trabajos en las Avs. España y Américas se dilatan, siendo urgente un “golpe de timón al tranvía”, contando el Alcalde con apoyo de los Colegios Profesionales y la ciudadanía en general.
El incumplimiento respecto al número de obreros, abandono de trabajos, reducción de personal técnico, son las causales que el Municipio podría utilizar para dar por terminado el contrato de obra civil del Tranvía. ¡La pretensión descabellada de una ampliación de plazo de nada menos que 487 días por parte del abusivo Contratista es tan solo la gota que derramó el vaso de la paciencia colectiva!
gclavijoc@hotmail.com

 

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