Pablo Dávalos: la economía está en emergencia
El catedrático universitario y economista, Pablo Dávalos, busca una curul en la Asamblea. Como candidato principal por Pachakutik, listas 18,en el disputado distrito norte de Quito, plantea como eje de gestión parlamentaria una acción emergente para resolver los alarmantes problemas económicos de la gente.
10 de enero del 2017
REDACCIÓN PLAN V
El distrito norte de Quito, dice el candidato con énfasis, es el más politizado del Ecuador. Ellos, los electores, no me dejarán chance a la demagogia, al populismo ni a propuestas que no sean serias. De este distrito, agrega, salieron los forajidos, las protestas ciudadanas de Los Shyris en este gobierno, y las rebeliones que terminaron en las destituciones de Abdalá Bucaram o Lucio Gutiérrez. Es gente muy informada y preocupada por los destinos del país. Es gente que le da el sustrato que da a Quito su sentido político como Capital de la República.
Dávalos apela a esa conciencia, y a que ese distrito que no le va a dejar hacer demagogia y le va a exigir propuestas coherentes sobre la institucionalidad y la democracia.
El economista ha sido un duro crítico de este gobierno, a pesar de haber trabajado directamente con Rafael Correa cuando este fue, por cuatro meses, ministro de Finanzas del gobierno de Alfredo Palacio. Es más, ha publicado dos severos ensayos investigativos en formato de libro sobre el paso de la autodenominada revolución ciudadana por el poder: Democracia disciplinaria y Alianza Pais o la reinvención del poder, los cuales tienen varias ediciones nacionales e internacionales.
Él mismo organiza a la gente, tiene un amigo que lo acompaña de la agenda de medios y su compañera lo asesora en la estrategia de campaña. Somos pobres y vivimos lejos, dice ella.
Ahora, este investigador económico suele permanecer bajo la lluvia pertinaz de Quito "bandereando" por el movimiento del arcoiris en el cruce de las avenidas Amazonas y Eloy Alfaro o en cualquier otro lugar. O también atiende entrevistas periodísticas, todas las que se pueda, y asiste a reuniones con sectores sociales, como a una mesa redonda organizada por las organizaciones de jubilados, la cual le tomará al menos tres horas de su escaso tiempo. Pero asiste, porque combina su activismo político con el interés social, en un tema que él considera como fundamental para la próxima Asamblea. No es fácil, él mismo organiza a la gente, tiene un amigo que lo acompaña de la agenda de medios y su compañera lo asesora en la estrategia de campaña. "Somos pobres y vivimos lejos", dice ella.
Tú planteas la reactivación económica como eje de campaña ¿Cómo y en qué plazos?
Estamos proponiendo la reactivación económica porque las cifras que arroja la economía no son optimistas. El principal indicador para evaluar la bondad de un modelo económico es el empleo. Si el conjunto de la población tiene acceso a condiciones de empleo adecuadas, quiere decir que la política económica es adecuada. Los datos arrojan que solo el 40% de la población económicamente activa —es decir la población que está en capacidad de trabajar—tiene pleno empleo. El resto, la mayoría, o están desocupados o buscando la forma de llevar al pan a su hogar. Por eso se plantea la reactivación económica, la cual a su vez empuja el empleo hacia adelante.
¿Y cómo?
La economía nos dice que hay dos maneras de lograr la reactivación: con políticas de corto plazo y políticas de largo plazo. Las primeras son políticas de demanda y tienen que ver con la capacidad adquisitiva de los hogares para realizar consumos. Si los hogares realizan consumos, los empresarios venden sus stocks, invierten, contratan más gente. Entonces, la primera medida que tenemos que lograr es reducir los impuestos al consumo, sobre todo el IVA. El 14% de ese impuesto no da capacidad de consumo a los hogares ecuatorianos. Si bajamos a 10% —además la Asamblea tiene que discutirlo en mayo de este año— se da capacidad de consumo.
Te dirán lo que responde el oficialismo ante esos anuncios: si reduzco los ingresos por impuestos, ¿cómo financio al Estado?
La economía da modelos matemáticos que dicen: a medida que tu bajas el impuesto al consumo se reactiva el consumo. Donde antes tenías una transacción que paga el 14% ahora tienes dos transacciones que pagas el 10%. Es decir, donde antes cobrabas el 14% por una transacción, ahora puedes obtener el 20% con dos transacciones. La disminución del IVA implica más ventas y más recursos porque hay más transacciones; lo que se pierde por el lado del impuesto se gana por el lado del volúmen de transacciones.
¿Y cuál es la medida a mediano plazo?
Vamos a proponer —dado el incremento de la morosidad en la cartera de consumo— que a todos los deudores de las tarjetas de crédito a escala nacional, se les condonen los intereses de sus deudas.
A la vez que se recupera la capacidad adquisitiva es necesario el aumento de sueldos y salarios. La Asamblea tiene esa potestad. Vamos a proponer ese incremento a través de la bonificación de ingreso a clases y el décimo tercer sueldo, que fueron mensualizadas por el gobierno. La idea es devolver capacidad adquisitiva a los hogares, que permita rectivar el mercado interno. Vamos a proponer que el sistema financiero nacional destine al menos el 20% de créditos para microempresas con interés corporativo. Vamos a proponer un proceso de simplificación tributaria con la reducción del costo de transacción para toda iniciativa productiva para los pequeños y medianos empresarios. Ahora tienen una maraña de normas. Y, al entender que la clase media está muy golpeada por la crisis, vamos a proponer —dado el incremento de la morosidad en la cartera de consumo— que a todos los deudores de las tarjetas de crédito a escala nacional, se les condonen los intereses de sus deudas, que solo paguen el capital, obligando a las tarjetas a que reduzcan su porcentaje de intermediación y establezcan programas de renegociación de deudas.
¿Pero eso no es abrir las puertas a la irresponsabilidad? Finalmente, la gente se ha endeudado conociendo las condiciones y voluntariamente.
Necesitamos recuperar la economía. El gasto recupera la economía, porque el gasto significa ingresos para el empresario. Necesitamos tomar medidas emergentes, necesitamos que las tarjetas de crédito visualicen al realidad del país, porque los intereses que cargan las tarjetas, más los costos financieros de uso son demasiado altos. Tienes una deuda de 100, dejaste de pagarla por un año y esa deuda se duplica. Eso no es legal siquiera. Es necesario, este momento, dejar solo el costo de capital.
¿Es posible hacerlo desde la Asamblea?
Por supuesto, con una resolución. La Asamblea tiene potestad para eso. Estamos trabajando en esas resoluciones. El parlamento legisla, está hecho para controlar a los grandes poderes mediante la fiscalización y para crear marcos jurídicos que ayuden a la población. Vamos a usar esa potestad para proponer leyes que reactiven la economía.
¿Y las medidas de largo plazo?
Necesitamos leyes para el fomento de la microempresa, para acceso a créditos, capacitación, mercados. Leyes para el fomento industrial, que protejan y apoyen al sector agrario, no ha habido legislación de apoyo a este sector. Si se combinan las estrategias de corto, mediano y largo plazo, puedes comenzar a resolver los problemas de empleo.
Sin embargo, no se enfrenta un problema central de la economía ecuatoriana y es la híperconcentración de los sectores económicos en pocas empresas. ¿Cómo, a mediano o largo plazo, se puede ir desoligopolizando la economía? Hablemos, por ejemplo, de los emprendedores de la cerveza no industrial o artesanal, que se dan de frente contra un mercado controlado casi en un 100% por una sola empresa multinacional, sin apoyo alguno.
Necesitamos leyes de control de monopolios.
Ya existe una.
Necesitamos afinar esa ley y dar poder real a la Superintendencia de Control del Poder de Mercado.
La ley le da ese poder.
El superintendente de Control del Poder de Mercado debe explicarle al país por qué permitió que los costos de las operadoras telefónicas sean tan altos para el usuario.
Pero no lo está usando en función de los intereses de la sociedad, no está generando eso. Tenemos un nivel de concentración económica demasiado alto. Se plantea ejercer sus potestadad, y podemos desde la Asamblea llamar al superintendente y preguntarle por qué, con todo el poder que tiene, permitió que esto pase. La ley, esta ley, debe servir de apoyo y protección a estos emprendimientos. El superintendente debe explicarle al país por qué permitió que los costos de las operadoras telefónicas sean tan altos para el usuario, por qué permitió que una sola distribuidora controle el 60% del mercado de medicamentos en el Ecuador. Es lo que podemos hacer desde el parlamento: que cumplan y hagan cumplir la ley.
Tú miras al distrito norte de Quito como bastante politizado y consciente. Pero este es un tipo de elector que no perdona que el asambleísta electo se encierre en la Asamblea, nunca más tome contacto con sus electores y se dedique a servir más al partido que a sus votantes. ¿Cómo lo vas a evitar?
Vamos a devolverle al votante del distrito norte de Quito el derecho a participar. Que sea este el que discuta las leyes, que sus propuestas sean escuchadas y tomadas en cuenta. Para eso están las redes sociales, las asambleas en las parroquias; es decir, abrir la Asamblea al ciudadano, incluso eliminar las garitas, los guardias. Esa es la casa de la gente, le pertenece. Y también tiene derecho a interactuar con su representantes en las redes sociales o en los correos para que el asambleísta rinda cuentas de sus actos constantemente. El ciudadano tiene derecho incluso a bulear a su representante o a cualquier asambleísta, porque es un personaje público que debe soportar la presión social. El asambleísta tiene que ponerse la camiseta del ciudadano, no la del partido político, porque fue electo por el ciudadano. El partido es una circunstancia, una mediación y no son soportables más triquiñuelas, más mañoserías de gente que vota en la Asamblea en contra de los ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario