Publicado el 2017/01/22 por AGN
[Cristina García Casado]
En la cabeza un gorro rosa con forma de gatito, en la mano una pancarta progresista y en la boca un grito contra Donald Trump. Centenares de miles de mujeres -y muchos hombres también- marchan hoy en Washington para defender los derechos que ven amenazados por el nuevo presidente.
La “Marcha de las Mujeres”, convocada casi al minuto de que el magnate neoyorquino ganara las elecciones, desborda la gran explanada de jardines del National Mall, el centro monumental de la capital, con al menos medio millón de personas.
Lleva “mujeres” en su nombre pero es una protesta mucho más amplia: hombres y mujeres de todas las edades han salido a defender la diversidad, la igualdad, la inclusión, los derechos reproductivos, y a condenar el racismo y la misoginia que ven en Trump.
La “Marcha de las Mujeres”, convocada casi al minuto de que el magnate neoyorquino ganara las elecciones, desborda la gran explanada de jardines del National Mall, el centro monumental de la capital, con al menos medio millón de personas.
Lleva “mujeres” en su nombre pero es una protesta mucho más amplia: hombres y mujeres de todas las edades han salido a defender la diversidad, la igualdad, la inclusión, los derechos reproductivos, y a condenar el racismo y la misoginia que ven en Trump.
Sus carteles evidencian el amplio abanico de sus causas: “Nosotros el pueblo somos más fuertes que el miedo”, “En las mujeres confiamos”, “La diversidad es estadounidense”, “Los derechos de las mujeres son derechos humanos”, “Respeto para todos”.
Mary Beth y Bridget han viajado desde Minesota (Medio Oeste) hasta Washington en uno de los muchos aviones que aterrizaron en la capital hoy repletos de manifestantes con el icono de la marcha: un gorro rosa con forma de gatito.
Lo llaman el gorro “pussy cat” y es su respuesta irónica al polémico comentario de Trump sobre que a las mujeres hay que agarrarlas por sus partes íntimas (pussy, en inglés).
Bridget se lo ha tejido ella misma: “Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que las mujeres no seamos invisibles”, dice a Efe mientras espera, junto a decenas y decenas de personas, el metro para ir al punto de encuentro de la marcha, en los alrededores del Capitolio.
Mary Beth y Bridget han viajado desde Minesota (Medio Oeste) hasta Washington en uno de los muchos aviones que aterrizaron en la capital hoy repletos de manifestantes con el icono de la marcha: un gorro rosa con forma de gatito.
Lo llaman el gorro “pussy cat” y es su respuesta irónica al polémico comentario de Trump sobre que a las mujeres hay que agarrarlas por sus partes íntimas (pussy, en inglés).
Bridget se lo ha tejido ella misma: “Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que las mujeres no seamos invisibles”, dice a Efe mientras espera, junto a decenas y decenas de personas, el metro para ir al punto de encuentro de la marcha, en los alrededores del Capitolio.
Los accesos al metro han estado abarrotados desde primera hora: a las 11 de la mañana de hoy habían tomado este transporte -el más recomendable con el centro urbano cortado al tráfico- 275.000 personas, frente a las 193.000 que habían viajado a la misma hora ayer para la investidura de Trump.
La amiga de Bridget, Mary Beth, marchará hoy y siempre que haga falta durante los próximos cuatro años para “defender el progreso social de los últimos ocho años” de Presidencia de Barack Obama.
“Es un momento crucial. Todo por lo que hemos trabajado desde entonces está en riesgo ahora”, indica con un rostro grave que cambia enseguida porque “hoy esto es una fiesta, esta marcha es esperanzadora”.
Al grito de “Dime cómo es la democracia, así es como es la democracia”, o “mi cuerpo, mi elección”, los manifestantes han inundado el centro monumental de Washington y el volumen de la marcha es tal que, por cuestión logística, no podrán llegar hasta las puertas de la Casa Blanca como tenían previsto. (O)
La amiga de Bridget, Mary Beth, marchará hoy y siempre que haga falta durante los próximos cuatro años para “defender el progreso social de los últimos ocho años” de Presidencia de Barack Obama.
“Es un momento crucial. Todo por lo que hemos trabajado desde entonces está en riesgo ahora”, indica con un rostro grave que cambia enseguida porque “hoy esto es una fiesta, esta marcha es esperanzadora”.
Al grito de “Dime cómo es la democracia, así es como es la democracia”, o “mi cuerpo, mi elección”, los manifestantes han inundado el centro monumental de Washington y el volumen de la marcha es tal que, por cuestión logística, no podrán llegar hasta las puertas de la Casa Blanca como tenían previsto. (O)
No hay comentarios:
Publicar un comentario