8 Fabián Guarderas Jijón 14 de agosto de 2016 00:00
Es indudable que quienes ejercen una labor periodística seria e investigativa no van a ser del gusto de todos. El mundo entero nos indica a diario como periodistas y medios son violentados por gobiernos o grupos influyentes cuando esta prensa descubre o da a luz algo. En nuestro país nunca hubiésemos conocido los “Panamá papers”, o el caso Duzac, o el asesinato de Arturo Jarrín, y Restrepo, o el caso de una farmacia en Guayaquil entre miles de investigaciones, si no fuera por este tipo de prensa y sus periodistas. Ahora, vivimos una nueva sanción a una destacada y valiente periodista que en varios programas televisivos con médicos, pacientes y personajes del propio gobierno denunció un aparente mal manejo de una compra de medicinas. No hubo respuestas directas a la periodista Hinostroza para contrastar los datos; únicamente se imponían cadenas de TV grabadas y sin opción a réplica. Vimos en sus programas que los pacientes daban fe de lo que la periodista decía, hoy el Gobierno, se podría decir que acepta que la Salud Pública no da abasto ni es lo que se promocionaba y comienza a “derivar” incentivar a quienes trabajan con empresas privadas de Salud. Lo que dijo Janneth Hinostroza y sus invitados no fue contrastado eficazmente por el Gobierno, podrán sancionarla, la respaldamos.
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