Francisco Febres Cordero
Domingo, 7 de agosto, 2016 - 00h07
¡Qué maravilla que ya se inauguraron los Juegos Olímpicos en Río! Imagínense que entre carreteras, complejos urbanísticos, canchas, pistas para helicópteros, tubos e implementos de seguridad van a costar trece mil millones de dólares, totalmente financiados con préstamos chinos y coreanos. ¡Ay no, qué bruto!, ya me confundí con la refinería de El Aromo, que también es olímpica.
Domingo, 7 de agosto, 2016 - 00h07
¡Qué maravilla que ya se inauguraron los Juegos Olímpicos en Río! Imagínense que entre carreteras, complejos urbanísticos, canchas, pistas para helicópteros, tubos e implementos de seguridad van a costar trece mil millones de dólares, totalmente financiados con préstamos chinos y coreanos. ¡Ay no, qué bruto!, ya me confundí con la refinería de El Aromo, que también es olímpica.
Los Juegos Olímpicos se llaman así porque son olímpicos. Si no, se llamarían cualquier otro nombre como Theophilus, por ejemplo. Pero estos son olímpicos porque tienen su origen en Grecia y en Grecia todo es olímpico. Fue gracias al filósofo Sócrates que los bautizaron así cuando le preguntaron: ¿Maestro, y cómo deberán llamarse estos juegos que nos hemos inventado? Y Sócrates, alzando los hombros, les dijo yo solo sé que nada sé. Entonces, sin su opinión, les pusieron el nombre que les dio la gana. Sin embargo, la respuesta de Sócrates quedó marcada para la historia como el inicio de la filosofía, aunque después los filósofos se dieron cuenta de que esa frase se adaptaba mejor a los economistas.
Los Juegos Olímpicos tienen tres categorías, a saber: de aire (como el volley, donde la pelota tiene que volar de un lado de la cancha al otro), de mar (como la mar-cha y la mar-atón) y de tierra (como el triatlón, competencia luego de la cual los atletas quedan, literalmente, hecho tierra).
Como en todo juego, en los Olímpicos hay quienes ganan y quienes pierden. Los que ganan reciben medallas de oro, plata o bronce y los que pierden generalmente dicen que lo importante no es ganar sino competir y se van orgullosísimos de haber ganado, pero en experiencia. Prometen regresar luego de cuatro años, como lo hacen todos los perdedores que han fracasado en su intento, con la diferencia que ellos no tienen departamento en Bélgica.
Las disciplinas de los Juegos Olímpicos son muchas porque una de las condiciones que tienen los deportistas es ser muy disciplinados. Por eso, el que se inscribe en esgrima, por ejemplo, no puede a última hora decir que quiere competir en halterofilia, que es un deporte que, traducido del griego, significa levantamiento de pesas. Actualmente, por esas cuestiones de género, se llama levantamiento de pesas y de pesos. En levantamiento de pesos los que se van a llevar la medalla de oro son los argentinos y la de plata, los ecuatorianos de alto rendimiento del equipo de Alianza PAIS (que se siguen llevando todo lo que sea plata, creo).
Como los Juegos Olímpicos se han modernizado mucho, ahora hay nuevos deportes que se han incorporado y están plenamente aceptados por el Comité Olímpico. Para uno de ellos se van a repartir 450.000 preservativos, totalmente gratis, a un promedio de 42 unidades por deportista. El que los usa todos en el menor tiempo, gana. Los ecuatorianos íbamos a competir en ese deporte con mucha ventaja y seguro que, con nuestro entrenamiento, barríamos, pero salió a protestar la Mónica Hernández y dijo que en lugar de competir en tiro más bien compitamos en tenis de mesa. Y con eso perdimos la de oro.
Pero bueno, así y todo lindos van a estar los Juegos Olímpicos. Ojalá nuestros deportistas vengan trayendo los preservativos, para donarles escondidito a los damnificados. (O)
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