¿Correa piensa salir del país antes de acabar su período?
Todo indica que Rafael Correa no tiene pensado permanecer en el país luego de haber concluido con su mandato el 24 de mayo del 2017. O que, quizá, piensa viajar antes.
En una entrevista concedida a Javier Lasso, director de Ecuador TV y, hasta hace, poco vicecancilller y antes embajador ante la ONU, Correa lo dijo de forma muy clara y contundente: “Quisiera pasar unos años en Bélgica. Si yo continúo aquí, todos los periodistas me van a buscar y podría perturbar un poco al próximo gobierno, incluso si es de la Revolución Ciudadana. Entonces es mejor que me aleje un tiempo”. Esta declaración escogió el diario de Gobierno y caja de resonancia de lo que se quiere decir desde Carondelet, El Telégrafo, para titular su nota sobre la entrevista en su edición del jueves 2 de junio.
Si a esta declaración se suma lo que aseguró Correa durante la ceremonia de Informe a la Nación, el 24 de mayo, se podría pensar que no estará en el país hasta el fin de su mandato. En esa ocasión aseguró que ese informe sería el último que dará a la Nación. ¿Cómo puede ser el último si aún le falta uno, el del 24 de mayo del 2017, día en que se supone debe entregar el mando a su sucesor? Si es cierto, como dijo, que el último informe fue el del 24 de mayo pasado, quiere decir que ha pensado terminar su mandato aún antes de que éste expire constitucionalmente. ¿Cuán antes? Eso, en cambio, ya es más difícil establecer. El hecho cierto es que Correa, según la Constitución de Montecristi, no tiene ningún problema en salir cuando quiera, ya sea inmediatamente después de terminar su mandato o, incluso, antes.
La Constitución en su artículo 144 dice que “la Presidenta o Presidente de la República, durante su mandato y hasta un año después de haber cesado en sus funciones, deberá comunicar a la Asamblea Nacional, con antelación a su salida, el período y las razones de su ausencia del país”. Es decir que con tan solo comunicar a la Asamblea sobre su intención de salir puede hacerlo. Así de sencillo, así de fácil.
El constitucionalista Rafael Oyarte asegura que el oficial de migración encargado de dejar salir a Correa lo único que podrá pedirle es la certificación de que ha notificado a la Asamblea su intención de salir del país y que nada puede hacer la Asamblea para impedir su salida.
La asamblea, como dice la Constitución, no podrá objetar la salida del Presidente pues su única obligación es recibir la notificación y punto. No se dice nada sobre la posibilidad de aprobar o no los motivos para salir del país que el Presidente exponga en su notificación. Constituciones anteriores incluían la conformación de una comisión para examinar el Informe a la Nación.
Si Correa prefiere notificar a la actual Asamblea, en la que tiene una cómoda e incondicional mayoría y no a la entrante en la que quizá ya no la tenga, debe hacerlo hasta el 14 de mayo. Ese día, según el calendario electoral del Consejo Nacional Electoral, deben posesionarse los nuevos asambleístas. ¿Qué pasa si notifica a una Asamblea políticamente adversa? Nada, según la Constitución, porque esa Asamblea tampoco podrá evitar su salida.
En Ecuador una norma constitucional no es una garantía absoluta. No sería extraño que Correa, conocedor de esta premisa, prefiera evitarse sorpresas y, más bien, notificar a la actual Asamblea su intención de salir. Hacerlo antes del 14 de mayo del 2017, no después.
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