lunes, 20 de junio de 2016

Cuenca partida en 2

POR: Jaime Cedillo Feijóo

Publicado en la Revista El Observador (junio del 2016)


Considero de trascendental importancia se defina una política sobre la conservación del Centro Histórico. Se debe contemplar no solamente el rescate y puesta en valor de la estructura del Centro Histórico, conceptuado como un hecho histórico y estético, sino como el organismo en donde el ser humano debe realizarse, es decir, lograr su perfecto desarrollo espiritual y material”. Hernán Crespo Toral.
Mientras el ex Alcalde de Cuenca (Paúl Granda López), está de “momia coctelera” en España, disfrutando de las delicias del poder, aquí en cambio, estamos sufriendo hasta lo indecible, por la construcción del tranvía de los 35 líos. Los trabajos son interminables, los plazos no se cumplen, los plantones se multiplican, los negocios quiebran , la gente perjudicada está indignada, los frentistas claman al cielo ayuda, pero esta no llega, el caos vehicular es evidente, inocultable, las calles del centro histórico están cerradas, las líneas de buses ya no saben por dónde circular, a la tragedia se suma las competencias atléticas los fines de semana, cuando lo sensato es prohibir este tipo de actividades deportivas en vista de la situación de crisis de angustia que vive la Cuenca Patrimonial.
El ruido que provocan los “animales” de acero es ensordecedor, acaban en cuestión de horas con uno de los principales elementos que motivó la declaratoria de Cuenca, Patrimonio Cultural de la Humanidad, el adoquín en las calles Gran Colombia, Lamar y Sangurima, y es reemplazado por las plataformas de concreto para soportar el peso de los tranvías que circularán los siete días de la semana. A quién se le ocurrió decir que la cosa es muy sencilla, simple: “cavar apenas unos sesenta centímetros, colocar las rieles, y ya está”, al ex Alcalde, que ahora ve los toros desde la madre tierra (olé).
Para colmo, hace poco un funcionario gubernamental amenazó al Acalde Marcelo Cabrera, con no dar un centavo más si es que no se entregan plazos definitivos para terminar con los trabajos del tranvía “revolucionario”. No faltaba más, dijeron los ciudadanos, desde cuándo quieren disponer del dinero que nos pertenece a todos los (cuencanos).
Los 24 millones que tiene que entregar el gobierno a Cuenca sin poner ninguna condición (peor amenazas), es por concepto de la venta de las acciones que el Municipio tenía en las empresas eléctricas. “Que quede claro, el gobierno nacional no tiene la intención de entregar si un solo dólar más para el tranvía”, dijo el susodicho burócrata (para más señas morlaco).
El centro histórico está partido dos. Ya son dos años y algo más de pesadilla. Por falta de planificación se abrieron y calles y luego se abandonaron los trabajos a la buena de Dios, las promesas se han incumplido, los cronogramas se perdieron en los escritorios de los técnicos, la planificación se desplanificó. El director del proyecto, Gerard Fernández, un profesional a tiempo completo, un gran ser humano, se fue por asuntos políticos. (El alcalde dijo se va fulano de tal, entonces yo también me voy, y punto).
De acuerdo a las estadísticas por las zonas afectadas, transitan diariamente hasta cuarenta mil vehículos públicos y particulares.
El 11 de mayo, las autoridades presentaron un nuevo cronograma de obras para el Centro Histórico. La veeduría reclamó que los trabajos en once tramos fueron incumplidos entre el 22 de abril y el 11 de mayo. Se llegan a nuevos compromisos con los frentistas, el Alcalde anuncia el 23 de agosto de este año, como plazo final para entregar las obras terminadas, mientras se asegura que el gobierno debe 40 millones de dólares. El Ministro de Gobierno ofrece interceder para la entrega de estos fondos. Por su parte, Cabrera se queja de falta de convenios y ofrece rigurosidad en el análisis de los justificativos.
Para tratar de bajar un poco las tensiones y el malestar de la gente, el 11 de mayo, los 14 tranvías vuelven a recorrer la avenida México y un tramo de la avenida de las Américas. Llaman las pruebas dinámicas, con nuevas restricciones al tráfico vehicular. Dicen los técnicos que en la avenida México los trabajos superan el 90 por ciento, mientras que en el área de trenes, la obra llega al 97 por ciento.
Se denuncia el 9 de mayo que la promesas de trabajar las 24 horas y los siete días de la semana, no se cumple, por ello, se han incrementado las labores.
En fin, todavía falta que pase mucho agua bajo los puentes (con problemas) en los ríos Tomebamba y Yanuncay. Se rompió el silencio sobre la extensión del plazo solicitado por las empresas contratistas, una de ellas denominada Consorcio de los cuatro ríos de Cuenca. Y la empresa fiscalizadora, muy bien gracias. La pregunta del millón: quién puede adivinar cuándo terminará la construcción del tranvía de los 35 líos. Vaya usted a saber.

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