Las cartas que Glas jugó antes de ir preso
Acorralado y sin argumentos, Jorge Glas se ha dedicado en las horas y días previos a la orden de prisión preventiva que dictó el juez Miguel Jurado en su contra a victimizarse y a dar un supuesto significado político a su caso. Desde que se supo que el Fiscal pediría el cambio de medidas cautelares para él y para su tío Ricardo Rivera, Glas enterró el guión que había usado en las últimas semanas. Atrás quedó el alegato sobre la ausencia de pruebas, la ilegitimidad del delator de Odebrecht o su afirmación de que la acusación en su contra es una venganza de esa empresa constructora brasileña en su contra.
La idea es construir un relato según el cual su caso es parte de un plan del Gobierno para arrebatarle la Vicepresidencia, enterrar a Rafael Correa y acabar con la Revolución Ciudadana. Eso explica que, a penas recibió la noticia de la decisión del juez, anunció en su cuenta de Twitter que acudirá las instancias internacionales para defenderse, las mismas con las que, !oh paradoja¡, su máximo líder Rafael Correa se limpió durante su gobierno.
Pero esa victimización va acompañada de un intento por proyectar una imagen que jamás había tenido el Vicepresidente: la de referente ideológico y fundador de un proceso revolucionario.
Si se observan los mensajes que Glas ha colocado en Twitter desde que se supo que iban a pedir el cambio de las medidas cautelares en su contra y, sobre todo desde que el fiscal Carlos Baca Mancheno pidió la prisión preventiva en su contra, se evidencia que su estrategia ahora es huir hacia adelante y crear un caso de supuesta persecución política. “!Esto no es solo contra Jorge Glas! Es parte de un plan organizado para destruir la Revolución Ciudadana y a Rafael Correa!”, dice en una parte del comunicado suyo que publicó apenas se supo del pedido del Fiscal.
El mensaje que acompaña al comunicado del 2 de octubre lleva una cita de Montesquieu, el filósofo francés que articuló la teoría de la separación de poderes. Curiosa paradoja expresada en un mensaje colocado por quien fue parte de un gobierno que se pasó por el forro la teoría sobre la separación de poderes que articuló ese pensador autor de “El espíritu de la leyes”.
La estrategia de Glas parte del hecho de que a estas alturas es preferible empañar el proceso para deslegitimar cualquier cosa que se diga o haga en su contra. Cuando ya no tiene argumentos de peso para sostener su inocencia, afirmar que se está politizando su proceso parece ser lo más eficiente. Lo han hecho ya en Brasil Lula y en la Argentina Cristina Kirchner. De hecho, uno de sus mensajes iba con una referencia al caso de Lula en Brasil.
Dentro de esa estrategia es central, además, acusar al presidente de la Asamblea, José Serrano, de estar interesado en arrebatarle la Vicepresidencia. Apenas se enteró de que Serrano le había pedido que de “un paso al costado”, Glas publicó un comunicado el domingo 1 de septiembre en que endosaba esas intenciones a Serrano. “Si algún compañero me pide la renuncia esto sería una más de las traiciones y sabremos quién está atrás de hacerse de la Vicepresidencia”. La insinuación en contra de Serrano la compartieron algunos cuadros del correísmo ultra en redes sociales. La asambleísta de Alianza País, Sofía Espín, dijo en las afueras de la Asamblea, en un español tortuoso: “cuidado vuelven en perseguido político al Vicepresidente de la República, porque estamos claro en que alguien está tras de la Vicepresidencia de la República”.
En su estrategia de politizar el caso, Glas también ha puesto mucho cuidado en presentarse a sí mismo como uno de los referentes ideológicos de Alianza País, lo cual contrasta con la imagen que él mismo ha tratado de proyectar durante años: la del tecnócrata más preocupado de la eficiencia y la gestión que de la política y la ideología. En la carta que envió a su partido, el sábado 30 de septiembre, arrancó diciendo que “hace más de 10 años junto con el compañero y líder Rafael Correa Delgado fundamos el Movimiento PAÍS” y más adelante afirma ahí mismo que es víctima de una nueva “hoguera bárbara”, comparando de alguna manera su caso con el asesinato de Eloy Alfaro. “Igual que hace 105 años los poderes fácticos en complicidad con los medios de comunicación han encendido sus antorchas contra quienes osamos enfrentarlos”, dice y agrega que ha sido víctima de quienes “sucumbieron ante la tentación de la corrupción”.
Sus mensajes de las últimas 48 hora incluyen dos videos. Uno en el que aparece en su despacho junto a su esposa y otro con una canción del cantante cubano Silvio Rodríguez. En el primero, Glas habla en tono de despedida, pues lo que hace es agradecer a sus compañeros que, asegura, se han jugado por él. Además afirma que espera que Dios lo ampare de las presiones políticas durante el proceso. “Hoy es Jorge Glas, mañana podrás ser tu”, escribió en tono casi de mártir. Al inicio del video se ve a Glas concentrado en su trabajo en el despacho. Interrumpe su tareas, se levanta y camina hacia una pequeña sala donde está su esposa, contrita, sentada en un sofá. El se sienta junto a ella que, con rostro de abnegada tristeza, posa delicadamente su manos sobre sus piernas para escuchar su mensaje. “Quiero hacer un tributo a mi madre, esposa e hijos por acompañarme en momentos difíciles, lo más duros de toda mi vida”, suelta Glas. Para el segundo y más reciente video, Glas escogió “El Necio”, una canción de Silvio Rodríguez a la que acompañó con un mensaje suyo asimismo en tono de resignada y patriótica despedida en el que dice “que mi sacrificio sirva para desenmascarar a los traidores y a la Patria”. La letra de la canción incluye una estrofa que dice: “para darme un rinconcito en en sus altares me vienen a convidar a arrepentirme (..), me vienen a convidar a a indefinirme, me vienen a convidar a tanta mierda”.
Jorge Glas tiene ahora orden de prisión preventiva. Presentarse como víctima de un complot político de la derecha que quiere recuperar el poder y como el ideólogo de un proceso revolucionario que sirvió a las grandes mayorías es, al menos por ahora, la última carta que jugó antes de recibir la noticia de que el juez dictó orden de prisión preventiva. Justo antes, escribió en su cuenta de Twitter que acudirá a instancias nacionales e internacionales para defenderse. La afirmación del Glas, sin embargo, se produce antes de que el juez del caso haya hecho públicas las pruebas y evidencias que la Fiscalía seguramente enviará para el juzgamiento. ¿Dirá lo mismo entonces?
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