Publicado el 2017/08/12 por BLL
DIARIO EL MERCURIO
[Alberto Ordóñez Ortiz]
La política ha alcanzado en el país complejidades que al momento impiden conocer con claridad lo que realmente está ocurriendo en el fondo. Hay un conjunto de hechos que al ser prontamente rebasados por otros de expectantes dimensiones, “patean” el tablero político con inusual fuerza. La decisión presidencial de retirarle las funciones al vicepresidente puso de manifiesto la autoridad y “soberanía” que se corresponde con su alta magistratura. La desaparición política del afectado es, a nuestro entender, un hecho irreversible que, además, se tornó indispensable ante sus insolentes expresiones en contra del primer mandatario.
Detrás de todo, parecería que se habría intentado liquidar la autoridad presidencial bajo el argumento de que la conocida ecuanimidad del presidente hubiera evadido toda confrontación, lo que de haber ocurrido, habría significado su irrevocable muerte política. Entonces, la actitud de Glas, apuntaba a mucho más. Ni se diga si, por noticias recientes se dice que una de las campañas electorales del correato fue financiada con dineros de Odebrecht. Por su gravedad, ese -y no otro-: seria el centro del tema de fondo.
Sin embargo, el Presidente, absolutamente consciente de que le está vedado cometer un solo acto de debilidad, respondió a la provocación con solvencia política y jerarquía irreprochable, propia de su alta investidura. Para refrendar su soberana actuación sería importante que suprima a Glas del respectivo rol de pagos, por la sencilla razón de que quien no trabaja no tiene derecho a remuneración y, porque la honestidad lo exige.
La sorpresiva creación de una nueva nomenclatura, la de los autodenominados “facilitadores” de AP, -vaya nombrecito-, con el propósito dizque de contribuir a la solución del insuperable impasse, y digo insuperable porque si el Presidente devuelve las funciones a Glas, perdería toda potestad y se inhabilitaría para desempeñar la delicada función que el pueblo le encomendó. Entonces, los facilitadores son un estorbo y, más, aún, si se considera que se pretendería ocultar una corrupción que por su profundidad ha rebasado las propias cloacas y exhibe ya a ciertos siniestros personajes. En esas circunstancias el enfrentamiento de las crisis que soporta el país, deben ser, sin dilaciones, el objetivo capital del gobierno, no sólo por la importancia que revisten, sino porque sería el punto de encuentro y reencuentro de los ecuatorianos que buscamos el imperio de la democracia en cuanto consolida la paz y la armonía nacional. El retiro de funciones a Glas debe pasar al archivo de los enseres inútiles; en tanto que, las acciones punitivas de que es objeto, deben ser ágilmente despachadas, sin que se olvide que en materia penal los indicios pueden ser suficientes para detener a los responsables de un ilícito. Lo cierto es que: “Una cosa es con guitarra y otra con violín. Hay que reconocerlo: el Presidente Moreno dio un magistral concierto de violín. Por encima de las divisiones en AP, ahora le corresponde pasar de las palabras a las acciones, porque el país, también lo exige. Caso contrario habría mucha telar para cortar. (O)
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