domingo, 16 de julio de 2017

Ovejunos



Publicado el 2017/07/15 por BLL
[José Chalco Salgado]
DIARIO EL MERCURIO
El comportamiento ovejuno no tiene límites. Desatiende el sentido de la coherencia, objetividad y búsqueda por la verdad. Simplemente es seguidor de ningún fin o aspiración. Cumple con su pastor, con su líder, con su amo. Lo importante es quedar bien con él. No interesa nada más.
Cuando en las sociedades se instaura el comportamiento ovejuno, es muy sencillo que se inicie una hecatombe política. O sea, precisamente se pierde la dimensión pragmática de las acciones para cumplir con una suerte de esbirrismo antagónico a lo democrático, en donde ninguna importancia tiene la situación económica, social y política del Estado; simplemente se está según convicciones personales e intereses de barrio. En algunos casos, de camarillas endulzados con el poder y frustrados por la realidad que éste no es eterno.
La actuación ovejuna reacciona en defensa irrestricta y ciega del estatus quo que vivían. Defienden a su supremo pastor o líder cuando es cuestionado. Se contradicen, se ponen nerviosos y se exaltan a cualquier comentario. De hecho, los practicantes de este desenfrenado servilismo incluso llegan a padecer de problemas de pertenencia y ubicación en el tejido social, a tal punto que amenazan con desafiliarse del grupo al que pertenecen. Se ponen molestos, lloran y se desesperan en las redes sociales y en televisión. Son capaces de todo. No importa si la economía ha fracasado y no hay sándwich servido en la mesa. Han sido tan, pero tan domesticados, que incluso defienden el sinsentido a cambio de cumplir con el proceso de domesticación y sumisión que su pastor determinó.
Normalmente, los ovejunos y las ovejunas, son rumiantes de tamaño pequeño; llevan cuernos y pelo rizado. Se dice que este pelo es lana, pero ojo, no estamos hablando de lana como sinónimo de dinero, sino de la otra, aquella que se utiliza en las alfombras para ser el camino de los dueños de casa.
Y así es la historia. Aunque los ovejunos normalmente deberían cuidar, defender, elegir y anhelar amplios campos y la naturaleza, prefieren nuevas carreteras. No hay duda, son una suerte de especie rara.
En todo caso, de a poco, toda la gente respira libertad y abandonará a los ovejunos; qué digo, el comportamiento ovejuno. (O)
josechalcosalgado@gmail.com

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