Las cinco razones de César Montúfar por las que la Fiscalía debe investigar a Jorge Glas
El ex asambleísta y líder del movimiento Concertación insiste en que la Fiscalía debe investigar al vicepresidente de la República, porque hay indicios suficientes de su presunta vinculación en los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht. La denuncia que presentó por presunto peculado sigue su trámite en el Ministerio Público, y es la única denuncia penal contra Glas hasta el momento.
17 de julio del 2017
FERMÍN VACA
La semana anterior, el ex presidente del Perú, Ollanta Humala, y su esposa, fueron detenidos por orden de un juez penal de Lima, que investiga los sobornos en el caso Odebrecht. El ex mandatario está en la misma cárcel que el ex presidente Alberto Fujimori. Humala, un ex militar que llegó a la presidencia luego de protagonizar un levantamiento armado, y fundar una curiosa ideología llamada "etnocacerismo", no es el único ex mandatario sindicado.
También lo está el ex presidente Alejandro Toledo, quien se encuentra prófugo en los Estados Unidos. En ambos casos, las decisiones judiciales se fundamentan en delaciones de los funcionarios de la empresa brasileña, quienes habrían testificado que le dieron dinero directamente a ambos ex presidentes.
En el Perú las decisiones judiciales se fundamentan en delaciones de los funcionarios de la empresa brasileña, quienes habrían testificado que le dieron dinero directamente a dos ex presidentes.
Mientras tanto, en el Ecuador, las investigaciones de la Fiscalía no han vinculado a ningún mandatario o ex mandatario. El funcionario de más alto rango es el ex ministro de Electricidad, Alexei Mosquera, y están también con prisión preventiva varias personas que, al parecer, eran cabilderos de la constructora brasileña en el Ecuador, entre ellos, Ricardo Rivera, tío materno del vicepresidente Jorge Glas.
El ex asambleísta y catedrático universitario, César Montúfar, conversó con PLANV sobre las razones por las cuales, en su opinión, la Fiscalía ya tiene suficientes elementos para vincular al vicepresidente a la investigación.
Ustedes presentaron una denuncia penal contra el vicepresidente Jorge Glas. ¿Cómo va ese trámite?
El seis de febrero de este año presentamos una denuncia penal por peculado en contra del vicepresidente Glas. El contexto es que más allá de lo que se conoce en redes sociales y prensa, hay evidencia que vincula al vicepresidente al tema de Odebrecht. Pero era necesario realizar una denuncia judicial sobre esos elementos y ponerlos en conocimiento formal de la Fiscalía para que se investigue y se llegue, por transparencia, a las últimas consecuencias. Por esas razones presentamos esa denuncia contra Glas.
Esto ocurre antes de la detención de Ricardo Rivera y otros, ¿qué fue lo que ustedes denunciaron en esa ocasión?
Que hay un esquema internacional de corrupción, y que se está investigando en otros países, donde hay clara evidencia de que los más altos funcionarios del Estado estaban involucrados. Había las declaraciones de Carlos Pareja Yanuzelli y había otros indicios. Luego han aparecido nuevos elementos, como la detención de su tío materno, por lo que el cinco de julio pedimos al fiscal que se oficie al presidente de la Corte Nacional de Justicia para vincular al vicepresidente a la investigación, y pedir las autorizaciones a la Asamblea para que se dicten medidas cautelares en su contra. Hasta la fecha no está vinculado a la investigación, creo que es una cosa impresionante.
¿Cuáles son esos elementos?
Hay cinco elementos: la detención de su tío materno, quien fue apresado por haber recibido sobornos por trece millones de dólares, ha cobrado el uno por ciento de los contratos; hay evidencia clara de que fue su socio en no menos de cuatro empresas; fue su representante en reuniones con empresarios chinos, entre otros aspectos. En segundo lugar, el tema de Caminosca, donde hay una demanda internacional en donde lo mencionan en dos ocasiones como receptor de coimas de Caminosca, de entre 150 mil y 60 mil dólares. Caminosca está vinculada a Odebrecht en cuatro proyectos, uno de ellos es Toachi Pilatón, la refinería del Pacífico, Manduriacu, y Pascuales-Cuenca. En tercer lugar hay una constante en las operaciones de Odebrecht, y es que el precio inicial del proyecto es ajustado y el valor final es mucho mayor que el inicial. Hubo omisiones en el trabajo de la Contraloría, y el vicepresidente debió conocer de estos temas. El cuarto elemento son las concesiones, por ejemplo, el de Pucará que marcó el retorno de Odebrecht en 2011, que les fue adjudicado por régimen de emergencias. Una firma expulsada del país vuelve con un contrato de emergencias, cómo se explica eso. El quinto elemento son los viajes a Brasil del vicepresidente, uno de ellos, a finales de julio de 2011, en donde gestionó fondos para proyectos de infraestructura. En esos viajes se reunió con Odebrecht. Dijo que en 2008 los sacó a patadas y luego el 2011 fue a reunirse con ellos en sus oficinas. Por eso nos extraña que no está vinculado.
Uno de los cuestionamientos del oficialismo a las acusaciones contra Glas es que no hay indicios serios, en su criterio, de su participación, y que más bien se apunta a una responsabilidad política difusa. ¿Hay indicios judicializables?
Leí el pedido de juicio político, y ni siquiera menciona a Odebrecht. Habla del tema de Petroecuador. El juicio político tiene una naturaleza distinta a los procesos de la Fiscalía, pero me asombra que no mencionan el tema de Odebrecht. Por supuesto que hay indicios de responsabilidad, acabo de mencionar cinco. Si la detención de un tío de un alto funcionario por recibir coimas de una empresa con manejos ilícitos en toda la región no es indicio suficiente para vincularlo no sé qué más se pide.
"Si la detención de un tío de un alto funcionario por recibir coimas de una empresa con manejos ilícitos en toda la región no es indicio suficiente para vincularlo no sé qué más se pide".
En la comparecencia de Glas en la Asamblea el vicepresidente admitió que Rivera es su tío, pero algunos asambleístas de oposición no pudieron presentar pruebas documentadas en ese momento de su vinculación con él. ¿Cómo relacionar a ambos personajes de manera contundente?
Se trata de dos procesos distintos. El uno es de control político y fiscalización. Busca la responsabilidad política y ese es un hecho subjetivo. El ámbito penal, donde está nuestra denuncia, tiene elementos para configurar el hecho de su vinculación. No digo que es culpable, pero sí que debe ser vinculado a la investigación.
¿Cuál ha sido el trámite desde febrero de la denuncia?
Estamos vinculados a la indagación 95, que se ha ramificado en varios procesos de investigación. Yo rendí mi versión en el caso, y el meollo de mi declaración gira en torno a que todos estos elementos que menciono, en especial, que el principal interlocutor de Odebrecht en el país es Jorge Glas, en cuyo ámbito de responsabilidad estuvieron casi todos los proyectos, con excepción de la Ruta Viva y el Metro de Quito. El Estado ha sido perjudicado por el reajuste de precios, y hay elementos claros de que la relación con Odebrecht, que al dejar el país tenía 800 millones en contratos, pasó a tener 3000 millones al volver al país. No se sabe qué medidas se tomaron contra la empresa "corrupta y corruptora", ni qué se hizo cuando se detuvo a todos los altos ejecutuvos de Odebrecht en el país. Esas cosas son las que se deben investigar y explicar.
Se ha formulado en Perú una prisión preventiva en contra del ex presidente Ollanta Humala, pero el fundamento son las delaciones de Odebrecht. Si el fiscal Carlos Baca hace públicos los audios de las delaciones como ha ofrecido, ¿será posible que haya indicios contra altos funcionarios?
El esquema con el que trabajó Odebrecht no era de sobornar a funcionarios de segunda o tercera. Sería el único caso en el que el jefe de la operación es solo el tío de un alto funcionario y no ningún funcionario.
"El esquema con el que trabajó Odebrecht no era de sobornar a funcionarios de segunda o tercera. Sería el único caso en el que el jefe de la operación es solo el tío de un alto funcionario y no ningún funcionario".
Pero en Perú y en Panamá hay delaciones concretas de altos funcionarios y además de ellos hay también cabilderos en varios niveles. ¿Cómo establecer qué ocurrió aquí?
Hay que investigar. Esa es mi postura: reclamo que no se ha vinculado al vicepresidente a la investigación, que es algo que ya debió haber ocurrido. No sabemos qué hay en las delaciones de los ex ejecutivos presos en Brasil, pero ya no es posible que se diga que Glas es alguien que puede ir cuando quiera a la Fiscalía. Ya debería estar vinculado.
Usted concurrió a la Fiscalía a presentar un pliego de preguntas. ¿Esto fue aceptado en la investigación o qué sucedió finalmente?
Yo fui notificado tres semanas antes sobre que el vicepresidente iba a rendir su versión. Como soy el denunciante tengo el derecho de estar presente en sus declaraciones, tengo el derecho de formular un pliego de preguntas. El vicepresidente no fue a la diligencia original, y luego fue a dar una versión libre y voluntaria a la que no me notificaron. Así que por eso fui con el pliego de preguntas, pero ni me dejaron entrar ni recibieron el pleigo. He presentado una queja en el Consejo de la Judicatura contra el fiscal por esa violación de mis derechos constitucionales. No entiendo por qué no me dejaron entrar, cerraron la Fiscalía y llevaron personas a hacer proselitismo político, a gritar en la calle.
Si se transparentan las delaciones, ¿habrá más indicios?
Sin duda, porque este sería el único país del mundo donde hay detenidos un familiar, un ex ministro y un grupo de particulares, cuando Ecuador es uno de los países que más contratos ha firmado con Odebrecht. Se ha dictado una sentencia contra Lula Da Silva, con cuyo Gobierno Correa tuvo relaciones muy estrechas. En su Gobierno la diplomacia brasileña tuvo la agenda de Odebrecht. Una vez que la información comience a salir, el Ecuador va a sufrir un tsunami político y el pequeño grupo de detenidos de ninguna manera agota la investigación.
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