domingo, 23 de julio de 2017

Juego de espejos



Publicado el 2017/07/22 por AGN 
DIARIO EL MERCURIO
[Alberto Ordóñez Ortiz]
Pretender desentrañar el rumbo que AP. tomará bajo la dirección del actual presidente resulta harto compleja. Por no decir imposible. Adelantar opiniones podría resultar un suicidio periodístico. Y más aún si asumimos que nada es más variable que la política. Su impermanencia la acosa como una condena. Estamos, entonces, frente a un panorama repleto de incertidumbres. Cierto que hay señales. Pero son demasiado débiles para que la hoja de la esperanza irrumpa con su triunfal presencia. La penumbra y los claroscuros fijan por ahora su precario itinerario.
Lo que no se puede ni se debe evitar, es poner el acento en la grave crisis económica que por vía de la corrupción y del despilfarro afecta a todas las instituciones públicas; sacudidas, dada su intensidad, con un terremoto de más de 9 grados calculados en la escala de Richter. Su enfrentamiento será el primer e inexcusable deber del nuevo presidente, si se pretende impedir que nos precipitemos en el insondable vació al que estamos seriamente expuestos. Y no exagero un ápice en decir lo que digo, basta mencionar la impagable deuda pública o subrayar que el IESS es la institución más vapuleada por el irrefrenable desafuero y avidez del ex-mandatario, quien no vaciló en tomar sus fondos, para fines que, por confusos, resultan nada santos. Y que si de ética hablamos, tendrán que ser debidamente esclarecidos. Más, todavía, si su intervención la ha dejado en la mayor crisis de su otrora gloriosa historia.
Con señales tan débiles como las mencionadas, nada se puede resolver sobre la polvareda que a la fecha impide ver los hechos malditos cometidos. Para adentrarnos en sus tenebrosos vericuetos, es imperativo disponer de una visión ampliada y real, por dolorosa que fuese, de lo que en verdad ha ocurrido. Si se quiere poner en orden la casa, es menester hurgar entre el fárrago de los tiránicos despropósitos; y, en ciertos casos, descaradas maquinaciones del correato. Una profunda y esclarecedora visión de ese siniestro horizonte de sucesos produciría la luz que sería capaz de reorientar a la República.
Entre tanto, las “novedosas decisiones” presidenciales que, por ser de simple relumbrón, agradan y hasta conmueven al grueso de la población, sin que en nada solucionen los verdaderos problemas de fondo, como las”aparentes” divisiones en AP: juego de espejos para mantenernos ocupados mientras se cuecen venenosas pócimas antipopulares. Mientras no se publique la lista de Odebrechet y se siga permitiendo la salida de los “peces gordos”, como en el caso del pez mayor, quien obtuvo en la Asamblea el consenso de la bancada de AP. que dio luz “verde” a su gozoso exilio. Mientras la absolución del Vicepresidente permita que el descaro prenda todas las alarmas. Mientras no se combata el hiperpresidencialismo y se restaure el equilibrio de poder entre las principales funciones del Estado. Mientras continúen al frente de la administración, los mismos rostros, con meros cambios de ubicación, tendremos que concluir que aquí no ha pasado nada. Y que puede pasar todo. Incluido el paquetazo que nos devuelva la vista. (O)

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