La "pax Moreneana" llegó a la Universidad Andina
El presidente Lenin Moreno asistió a la sesión solemne por el 25 aniversario de la Universidad Andina Simón Bolívar, en la víspera del natalicio del Libertador, con varios miembros de su Gabinete. La visita marcó el fin de la arremetida del Estado contra ese centro de estudios, y un nuevo desplante a las políticas del ex presidente Rafael Correa. El ex presidente respondió en Twitter con epítetos.
24 de julio del 2017
FERMÍN VACA
Lo hacen todos los años, pero esta vez, la vaca loca y los fuegos artificiales, la banda de pueblo y el castillo pirotécnico quemándose en el patio, parecían contagiados de un cambio de época. El ánimo en la celebración de un nuevo aniversario de la Universidad Andina Simón Bolívar, este pasado 21 de julio, fue extraordinariamente distendido.
La ceremonia terminó con fuegos artificiales y una vaca loca en los patios de la Universidad.
El presidente Lenin Moreno llegó a la Universidad Andina, un centro de estudios de posgrado al que el ex presidente Rafael Correa declaró fuera de la ley y en la oposición política, y fue recibido con aplausos. El jefe de Estado estuvo acompañado del ministro de Cultura, Raúl Pérez Torres; del ministro de Defensa, Iván Carvajal; del secretario de Educación Superior, Augusto Barrera; del secretario del Agua, Humberto Cholango y del secretario de Comunicación, Álex Mora.
La sesión solemne tuvo lugar en el Salón Olmedo, un amplio auditorio ubicado en el edificio más nuevo de la Universidad. La sala estaba complemente llena, en su mayoría, con profesores, empleados y estudiantes de la Andina y algunos de sus familiares. Había también niños pequeños que jugaban ajenos a los discursos que tenían lugar en la mesa principal. La sala estaba decorada con una exposición de fotografía.
En la parte frontal del salón se había reservado puestos para algunas personalidades. Entre ellas estaban los integrantes de la Comisión Anticorrupción de los movimientos sociales, como Jorge Rodríguez, Julio César Trujillo, Isabel Robalino, Simón Espinosa, Ramiro Román, entre otros. También habían llegado algunos dirigentes sociales como la ex asambleísta Lourdes Tibán y el líder de Unidad Popular (Ex MPD) Geovanny Atarihuana.
El presidente Lenin Moreno estuvo en la mesa de honor de la sesión solemne. Foto: Presidencia de la República
Dirigentes políticos y sociales estuvieron entre los invitados al evento. Foto: Presidencia de la República
Entre las figuras conocidas estaban Jorge Rodríguez, Isabel Robalino, Simón Espinosa, Ramiro Román, entre otros. También habían llegado algunos dirigentes sociales como la ex asambleísta Lourdes Tibán y el líder de Unidad Popular (Ex MPD) Geovanny Atarihuana.
Los dirigentes sociales estaban sentados a pocas filas de los ministros, en un una escena que hubiera sido imposible hace pocos meses.
El evento recordaba los 25 años de funcionamiento de la universidad de posgrados, y el invitado de honor fue el presidente de la República, quien llegó acompañado de soldados en traje de fatiga, armados con fusiles de guerra, y guardaespaldas en traje de civil. La caravana presidencial se detuvo sobre la calle Toledo, y estaba compuesta por algunos de los carros todoterreno grises que usa la Presidencia, que escoltaban un sedán de color negro, en donde el primer mandatario prefiere transportarse.
Una carpa había sido colocada en la entrada de un edificio contiguo al del evento y ahí estacionó el sedán presidencial. Lejos de las miradas de la gente, el mandatario salió del autómovil y en su silla de ruedas ingresó al evento, en donde se habían colocado varias rampas para asegurar su movilidad.
La banda de música del Municipio de Quito entonó el Himno Nacional, y la ceremonia dio inicio. El rector de la Andina, Jaime Breilh, tomó la palabra, y destacó la presencia del jefe del Estado, de quien recordó, fue alumno de una universidad pública. Luego mencionó la gestión de su antecesor, Enrique Ayala Mora, lo que motivó un cerrado aplauso de la concurrencia.
Tomó también la palabra el secretario Augusto Barrera. En un corto discurso, el ex alcalde de Quito declaró que el Gobierno reconocía el aporte institucional de la Universidad Andina a la academia nacional, y aseguró que la Universidad debe ser un espacio de pluralidad y tolerancia. Luego hizo dos anuncios, como para declarar terminado el impasse en el que el Gobierno de Correa y su secretario de Educación Superior, René Ramírez, se entramparon durante meses, con la habitual tozudez del correísmo.
En primer lugar, anunció que se reconocerá el estatus internacional de la Universidad Andina, que depende de la Comunidad Andina, una entidad supranacional conformada actualmente por Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia. Para ello, el Gobierno, por medio de la Cancillería, suscribirá un convenio con la Universidad. La canciller María Fernanda Espinosa, dijo el secretario, será la encargada de la suscripción de ese instrumento. Tras precisar, con la clara intención de atajar las críticas de la ortodoxia correísta a la decisión, que no se ha negociado ni transado de manera alguna con el cumplimiento de las leyes nacionales, Barrera dijo que la Andina repatriará los dineros que tiene en el exterior, así como colaborará con todos los controles legales sobre el uso del dinero del Estado que recibe. Tras sus anuncios, el secretario recibió sonoros aplausos.
Con la clara intención de atajar las críticas de la ortodoxia correísta a la decisión, que no se ha negociado ni transado de manera alguna con el cumplimiento de las leyes nacionales, Barrera dijo que la Andina repatriará los dineros que tiene en el exterior.
En representación del Municipio metropolitano, el secretario de Salud, José Ruales, impuso una condecoración al pabellón de color blanco de la Universidad. Lo siguiente fue la entrega de botones de reconocimiento a profesores y administrativos, como Ramiro Ávila, César Montúfar y Selenia Larenas, entre los más conocidos.
Fue el turno del discurso presidencial. Ante el presidente Moreno, ubicado en el centro de la mesa directiva, se habían colocado pantallas de teleprompter. El jefe de Estado empezó su discurso con un chiste: dijo que no le gustaban esos aparatos porque siempre se caían, y los comparó por ello con los helicopteros Dhruv, las aeronaves de fabricación hindú que son consideradas la compra más desventurada del correato.
La comparación provocó la risa del público, y el presidente anunció que dada su poca confianza en el teleprompter mejor iba a leer su discurso. Sacó dos hojas de papel con lo que había preparado y leyó.
Moreno dice que en el centro de posgrados se siente el espíritu del Libertador Simón Bolívar y de lo andino. Destaca que las especializaciones que otorga están en armonía con las necesidades del país y la región. Y revela lo que califica como una "reunión sin precedentes" en la que casi todos los rectores de las universidades públicas y privadas del país se juntaron para dialogar sobre la situación del sistema de educación superior.
La cita, dijo el mandatario, es una muestra más del diálogo nacional. La academia, recomienda, debe trabajar en conjunto. Hay aplausos mientras Lenin Moreno termina con otro chiste y sus ministros se acercan a conversar con dirigentes sociales y con algunos de los asistentes, mientras Lourdes Tibán bromea con los músicos de la banda municipal, empeñados todos en demostrar que los tiempos de la confrontación y el terror parecen haber terminado.
La dirigente indígena Lourdes Tibán aprovechó para bromear con la Banda Municipal de Quito.
El presidente observa los fuegos artificiales en la Universidad Andina. Foto: Hugo Pavón, U. Andina
El ministro de Cultura, Raúl Pérez Torres, dialoga con los asistentes en la sesión solemne.
La respuesta de Correa
Desde Bélgica, donde radica actualmente, el ex presidente Rafael Correa, quien dedicó varias sabatinas al conflicto con la Universidad Andina y denunció supuestos malos manejos del dinero estatal, así como errores en la aportación al IESS, reaccionó a la visita del mandatario. Como es habitual en la retórica del ex presidente, lo hizo con epítetos. En dos trinos en Twitter, el ex presidente insistió en lo "desleal y mediocre" de las acciones del actual Gobierno, y publicitó un editorial de su ministro de Cultura y embajador en Bogotá, Raúl Vallejo, quien da su punto de vista sobre la forma en la que se solucionó el impasse. También el ex presidente reprodujo unas declaraciones suyas sobre el caso, en las que sostenía que no se está persiguiendo a quienes incumplen la ley ecuatoriana.
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