FOCUSECUADOR
EDUARDO VALENCIA HACE SUS PRIMEROS ANÁLISIS DE LO QUE HA HECHO EL NUEVO GOBIERNO DE LENIN MORENO EN MATERIA ECONÓMICA, QUE NO ES MUCHO: ADQUIRIR MÁS DEUDA, PRINCIPALMENTE, Y REDUCIR UNA MÍNIMA PARTE DEL GASTO PÚBLICO. VALENCIA PIDE SINCERIDAD EN LAS CIFRAS Y QUE SE PRESENTE DE MANERA URGENTE EL PLAN ECONÓMICO QUE INTENTE SALVAR AL PAÍS DE LO QUE PODRÍA SER UN COLAPSO.
El ministro de Finanzas Carlos De la Torre hizo una primera evaluación de la situación económica del país y dijo que no había de qué preocuparse, que estamos en plena recuperación y presentó cifras alentadoras, las mismas que usó el ex presidente Correa. Y una de las primeras decisiones del gobierno de Lenin Moreno fue vender bonos de deuda por USD 2000 millones, destinados a gasto corriente. ¿Cuál es su análisis de estas acciones iniciales?
Uno no deja de sorprenderse por lo que sigue pasando en el país. Las declaraciones de los nuevos funcionarios del área económica pretenden dar a entender que la situación no es mala, que estamos en recuperación y parecería que han recibido alguna instrucción del anterior presidente de la República. De hecho, el actual ministro de Finanzas fue asesor del Banco Central y ya fue parte del programa económico de la Revolución Ciudadana. Yo he dicho, con cifras oficiales, que la crisis del país es tan profunda como una crisis estructural. Lo he dicho más de tres años y nadie ha osado contradecir las cifras que he dado.
¿Qué implica una crisis estructural?
Es estructural porque abarca el sector productivo y el país no crece, o crece mal. Los sectores tradicionales -agricultura, industria, petróleo- están con cifras decrecientes respecto al Producto Interno Bruto (PIB), la parte fiscal ha sido mal manejada con déficit permanentes, hay gastos superfluos, gasto corriente, el porcentaje de inversión no pasa del 20% del total de los inmensos recursos que han sido de USD 300.000.000 en 10 años, el sector monetario está dependiendo de una Reserva Monetaria Internacional que es ínfima -USD 4500 millones en términos nominales- pero como se ha comprometido todo en préstamos al propio Estado, la Reserva mas bien es negativa. Esto, a diferencia de lo que pasa en otros países, incluso del área bolivariana como Bolivia, que su reserva es casi la mitad de su PIB. Y, obviamente, falta el sector social que cuando la economía está desestructurada, cuando los déficit son permanentes, el sector social es el que sufre porque es la consecuencia de lo anterior. Y los países quiebran, siempre que las economías de las familias quiebran. Y esto sucede por el mal manejo del Estado, por su despilfarro, cuando se gastan los recursos, las divisan salen del país y ya no vuelven. Ahí las familias se empobrecen y la quiebra de los países es el aumento de la pobreza. Uno ha visto escenas terribles de países productivos que han quebrado, países agrícolas ahora devastados, y son sus gobernantes quienes los han quebrado.
El ministro de Finanzas Carlos De la Torre hizo una primera evaluación de la situación económica del país y dijo que no había de qué preocuparse, que estamos en plena recuperación y presentó cifras alentadoras, las mismas que usó el ex presidente Correa. Y una de las primeras decisiones del gobierno de Lenin Moreno fue vender bonos de deuda por USD 2000 millones, destinados a gasto corriente. ¿Cuál es su análisis de estas acciones iniciales?
Uno no deja de sorprenderse por lo que sigue pasando en el país. Las declaraciones de los nuevos funcionarios del área económica pretenden dar a entender que la situación no es mala, que estamos en recuperación y parecería que han recibido alguna instrucción del anterior presidente de la República. De hecho, el actual ministro de Finanzas fue asesor del Banco Central y ya fue parte del programa económico de la Revolución Ciudadana. Yo he dicho, con cifras oficiales, que la crisis del país es tan profunda como una crisis estructural. Lo he dicho más de tres años y nadie ha osado contradecir las cifras que he dado.
¿Qué implica una crisis estructural?
Es estructural porque abarca el sector productivo y el país no crece, o crece mal. Los sectores tradicionales -agricultura, industria, petróleo- están con cifras decrecientes respecto al Producto Interno Bruto (PIB), la parte fiscal ha sido mal manejada con déficit permanentes, hay gastos superfluos, gasto corriente, el porcentaje de inversión no pasa del 20% del total de los inmensos recursos que han sido de USD 300.000.000 en 10 años, el sector monetario está dependiendo de una Reserva Monetaria Internacional que es ínfima -USD 4500 millones en términos nominales- pero como se ha comprometido todo en préstamos al propio Estado, la Reserva mas bien es negativa. Esto, a diferencia de lo que pasa en otros países, incluso del área bolivariana como Bolivia, que su reserva es casi la mitad de su PIB. Y, obviamente, falta el sector social que cuando la economía está desestructurada, cuando los déficit son permanentes, el sector social es el que sufre porque es la consecuencia de lo anterior. Y los países quiebran, siempre que las economías de las familias quiebran. Y esto sucede por el mal manejo del Estado, por su despilfarro, cuando se gastan los recursos, las divisan salen del país y ya no vuelven. Ahí las familias se empobrecen y la quiebra de los países es el aumento de la pobreza. Uno ha visto escenas terribles de países productivos que han quebrado, países agrícolas ahora devastados, y son sus gobernantes quienes los han quebrado.
“El presidente Moreno debe estar consciente que desde hace casi dos años, la dolarización se mantiene gracias al endeudamiento público, en vista que la producción no es suficiente para poder exportar y generar divisas”
También hay los países que están bien.
Acabo de regresar de Canadá y ese es un país espectacular, con un desarrollo completo, cultural, social, económico, en todo sentido. ¿Por qué nuestros países no están en ese nivel? Por culpa de las políticas populistas, porque llegan redentores y ven que existe riqueza y la malgastan, sin política de renovación, son ineficientes, corruptos. Eso ha pasado en Ecuador con su mayor recurso, el petróleo, que bajó de precio y no hubo inversión, ni renovación. Y cuando un país no ha fomentado su producción -las fábricas en Ecuador son las mismas de hace 40 años- más tarde o temprano empiezan a escasear las divisas, empieza a escasear el dinero, y si el gobierno lo poco que tiene lo malgasta, lo despilfarra o se va en corrupción, tiene que recurrir a un arbitrio: la deuda, para quedar bien con los ciudadanos. En el momento que un gobierno empieza a endeudarse recurrentemente y cada vez aumenta la deuda con una velocidad exponencial, es porque ya todo se ha agotado, porque no hay forma de sostener un país con recursos propios, con el esfuerzo de sus empresarios y trabajadores, y por tanto, se recurre a la deuda. Eso solo es una forma de maquillaje que lo que hace es trasladar el problema hacia el futuro. Así, la bola de nieve va creciendo y llegará un momento que ni la deuda es suficiente. Entonces colapsa la economía y la más afectada será la gente pobre.
Las condiciones de la nueva deuda adquirida por Moreno son un poco mejores de las que nos tuvo acostumbrados Correa, con plazos menores y un interés más alto. El hecho es que lo primero que tuvo que hacer Moreno es endeudarse. ¿Significa que recibió un país quebrado?
Por supuesto. El país ya estaba en un proceso de quiebra. Mi amigo Luis Maldonado Lince, un gran empresario -recientemente fallecido- decía que el nuevo presidente iba a ser un síndico de quiebra. Y estamos constatando eso. Y que se aumente el plazo de la deuda un año o se disminuya un punto el interés, igual sigue siendo la tasa más alta de América Latina. Eso no es ningún consuelo. Nos ahorraremos unos USD 50 millones por ahí, pero el problema del país son de decenas de miles de millones de dólares que se han desperdiciado y no han entrado al circuito productivo del país.
¿Por qué Lenin Moreno no aprovecha la oportunidad que tiene, como presidente nuevo y que ha generado cierta confianza, para transparentar las cifras y presentar la real situación económica del país?
Un grave problema de los gobiernos llamados populistas es el uso de la retórica, que se la pone como insumo para el debate público. Y esa retórica superficial, sin análisis suficiente, mas tarde o temprano comienza a decepcionar a la gente. ¿Hubo alguien que le creyó a Correa cuando decía que no estamos en crisis, mientras todos los indicadores económicos determinaban que no había producción, que el petróleo se agotaba, que la deuda subía, que la pobreza aumentaba, que el desempleo se agravaba y estaba peor que hace 10 años? Pues Correa con su retórica se atrevió a decir a sus huestes que somos un país en marcha, pero no dijo si esa marcha era para adelante o para atrás. Y en un acto de buena fe con el nuevo gobierno, quiero confiar en que habrá un cambio. Hagamos un análisis si lo que está hablando el presidente Moreno es retórica o si va a ser sincero. Tiene que hablar con sinceridad ahora, en este momento.
En economía, parece no haber mucha sinceridad. Las cifras presentadas no lucen reales.
También hay los países que están bien.
Acabo de regresar de Canadá y ese es un país espectacular, con un desarrollo completo, cultural, social, económico, en todo sentido. ¿Por qué nuestros países no están en ese nivel? Por culpa de las políticas populistas, porque llegan redentores y ven que existe riqueza y la malgastan, sin política de renovación, son ineficientes, corruptos. Eso ha pasado en Ecuador con su mayor recurso, el petróleo, que bajó de precio y no hubo inversión, ni renovación. Y cuando un país no ha fomentado su producción -las fábricas en Ecuador son las mismas de hace 40 años- más tarde o temprano empiezan a escasear las divisas, empieza a escasear el dinero, y si el gobierno lo poco que tiene lo malgasta, lo despilfarra o se va en corrupción, tiene que recurrir a un arbitrio: la deuda, para quedar bien con los ciudadanos. En el momento que un gobierno empieza a endeudarse recurrentemente y cada vez aumenta la deuda con una velocidad exponencial, es porque ya todo se ha agotado, porque no hay forma de sostener un país con recursos propios, con el esfuerzo de sus empresarios y trabajadores, y por tanto, se recurre a la deuda. Eso solo es una forma de maquillaje que lo que hace es trasladar el problema hacia el futuro. Así, la bola de nieve va creciendo y llegará un momento que ni la deuda es suficiente. Entonces colapsa la economía y la más afectada será la gente pobre.
Las condiciones de la nueva deuda adquirida por Moreno son un poco mejores de las que nos tuvo acostumbrados Correa, con plazos menores y un interés más alto. El hecho es que lo primero que tuvo que hacer Moreno es endeudarse. ¿Significa que recibió un país quebrado?
Por supuesto. El país ya estaba en un proceso de quiebra. Mi amigo Luis Maldonado Lince, un gran empresario -recientemente fallecido- decía que el nuevo presidente iba a ser un síndico de quiebra. Y estamos constatando eso. Y que se aumente el plazo de la deuda un año o se disminuya un punto el interés, igual sigue siendo la tasa más alta de América Latina. Eso no es ningún consuelo. Nos ahorraremos unos USD 50 millones por ahí, pero el problema del país son de decenas de miles de millones de dólares que se han desperdiciado y no han entrado al circuito productivo del país.
¿Por qué Lenin Moreno no aprovecha la oportunidad que tiene, como presidente nuevo y que ha generado cierta confianza, para transparentar las cifras y presentar la real situación económica del país?
Un grave problema de los gobiernos llamados populistas es el uso de la retórica, que se la pone como insumo para el debate público. Y esa retórica superficial, sin análisis suficiente, mas tarde o temprano comienza a decepcionar a la gente. ¿Hubo alguien que le creyó a Correa cuando decía que no estamos en crisis, mientras todos los indicadores económicos determinaban que no había producción, que el petróleo se agotaba, que la deuda subía, que la pobreza aumentaba, que el desempleo se agravaba y estaba peor que hace 10 años? Pues Correa con su retórica se atrevió a decir a sus huestes que somos un país en marcha, pero no dijo si esa marcha era para adelante o para atrás. Y en un acto de buena fe con el nuevo gobierno, quiero confiar en que habrá un cambio. Hagamos un análisis si lo que está hablando el presidente Moreno es retórica o si va a ser sincero. Tiene que hablar con sinceridad ahora, en este momento.
En economía, parece no haber mucha sinceridad. Las cifras presentadas no lucen reales.
Son las cosas por las que ya comenzamos a dudar. Si es que fuese sincero, Moreno debió haber estado preparado para que, ni bien llegado, usar ese capital político que todo presidente nuevo tiene para presentar un plan económico y una visión de desarrollo, con el fomento de una verdadera ética y corregir todos los desequilibrios para beneficio de la sociedad.
Todavía está dentro de los 100 primeros días en el poder.
Generalmente, la sociedad les da 100 días a los presidentes para que puedan acomodarse en su lugar, pero este presidente no va a tener 100 días. Treinta días ya es demasiado, porque él fue parte del gobierno anterior y se supone que ya debe saber como dirigir este barco. Solamente hay dos orientaciones: o se va por el lado izquierdo o se va por el lado derecho. Por último, puede escoger un camino del centro, pero tiene que definir lineamientos. Lo que yo veo es que en la retórica ha propuesto un cambio, de que habrá ahorro y un mejor manejo de recursos, pero lo primero que hace es endeudarse. Y dice que habrá ahorro, pero elimina cinco ministerios coordinadores que nunca sirvieron para nada y dos secretarías, que en términos financieros no significan sino 500 millones de dólares máximo. Y al personal de estas oficinas ahora los están redistribuyendo en otras instituciones públicas. ¿Dónde está el ahorro?
Resultó mas bien como algo simbólico. Tanto se criticó a la Secretaría del Buen Vivir, que fue lo primero que se eliminó. Pero respecto al plan económico, ¿cuánto tiempo más puede tomarse el presidente para presentarlo?
Como la ley le permite al presidente de que el presupuesto del año anterior siga corriendo hasta el presente, y que hasta el mes de noviembre puede presentar una nueva formulación presupuestaria, si el límite que se han puesto es noviembre, estoy perdiendo el tiempo con mi opinión. Porque habremos aceptado tácitamente que la recesión de los dos años previos se va a extender al presente año. Será el tercer año de recesión o estancamiento económico.
La situación merece una solución urgente, un plan económico.
Absolutamente, es ahora. Es lo que todo el mundo espera, ese cambio de fondo que Moreno ofreció. Estamos esperando los primeros lineamientos y no hay nada. Lo más grave es que todos los que lo acompañan son funcionarios reciclados del gobierno de Correa, como el propio Ministro de Finanzas, defensores de políticas como el dinero electrónico, el endeudamiento. ¿Cómo podemos esperar un cambio cualitativo, de fondo? Yo no lo veo.
A propósito del dinero electrónico, antes de la posesión de Moreno se encendieron algunas alarmas respecto a que podría ser utilizado como una especie de moneda paralela. Pero ya posesionado el presidente dio declaraciones que tranquilizaron el escenario, garantizando la dolarización. ¿Lo hizo con bases sólidas?
Todavía está dentro de los 100 primeros días en el poder.
Generalmente, la sociedad les da 100 días a los presidentes para que puedan acomodarse en su lugar, pero este presidente no va a tener 100 días. Treinta días ya es demasiado, porque él fue parte del gobierno anterior y se supone que ya debe saber como dirigir este barco. Solamente hay dos orientaciones: o se va por el lado izquierdo o se va por el lado derecho. Por último, puede escoger un camino del centro, pero tiene que definir lineamientos. Lo que yo veo es que en la retórica ha propuesto un cambio, de que habrá ahorro y un mejor manejo de recursos, pero lo primero que hace es endeudarse. Y dice que habrá ahorro, pero elimina cinco ministerios coordinadores que nunca sirvieron para nada y dos secretarías, que en términos financieros no significan sino 500 millones de dólares máximo. Y al personal de estas oficinas ahora los están redistribuyendo en otras instituciones públicas. ¿Dónde está el ahorro?
Resultó mas bien como algo simbólico. Tanto se criticó a la Secretaría del Buen Vivir, que fue lo primero que se eliminó. Pero respecto al plan económico, ¿cuánto tiempo más puede tomarse el presidente para presentarlo?
Como la ley le permite al presidente de que el presupuesto del año anterior siga corriendo hasta el presente, y que hasta el mes de noviembre puede presentar una nueva formulación presupuestaria, si el límite que se han puesto es noviembre, estoy perdiendo el tiempo con mi opinión. Porque habremos aceptado tácitamente que la recesión de los dos años previos se va a extender al presente año. Será el tercer año de recesión o estancamiento económico.
La situación merece una solución urgente, un plan económico.
Absolutamente, es ahora. Es lo que todo el mundo espera, ese cambio de fondo que Moreno ofreció. Estamos esperando los primeros lineamientos y no hay nada. Lo más grave es que todos los que lo acompañan son funcionarios reciclados del gobierno de Correa, como el propio Ministro de Finanzas, defensores de políticas como el dinero electrónico, el endeudamiento. ¿Cómo podemos esperar un cambio cualitativo, de fondo? Yo no lo veo.
A propósito del dinero electrónico, antes de la posesión de Moreno se encendieron algunas alarmas respecto a que podría ser utilizado como una especie de moneda paralela. Pero ya posesionado el presidente dio declaraciones que tranquilizaron el escenario, garantizando la dolarización. ¿Lo hizo con bases sólidas?
Esas cosas hay que hacerlas, todo el mundo tiene que decirlo, porque no puede decir lo contrario o dejarlo flotando. Dijo que se iba mantener la dolarización y que no iba a haber una moneda paralela. Pero no dijo que iba a suprimir el mecanismo del dinero electrónico. Y eso que pudo haber dicho que el dinero electrónico iba a ser manejado solo por las instituciones privadas, lo cual habría sido una señal positiva. No lo hizo y lo dejó flotando.
¿No lo sacó al Banco Central del juego?
Para nada. Es más, algunos de los miembros del equipo económico de Correa, son ahora representantes de Moreno en el Banco Central y otras instituciones afines.
“Por esa forma de disfrazar las cifras, en Brasil le acusaron a Dilma Rousseff de haberlas manipulado y la derrocaron por eso. Aquí nadie ha cuestionado la manipulación de las cifras. Cuando las cifras son falseadas, estamos hablando de un acto de corrupción”
Por allí está el ex ministro Patricio Rivera.
Por favor. Si alguna persona en el gobierno anterior fue el instrumento mediante el cual se mintió al país a través de las cifras, ese fue Patricio Rivera, quien tuvo la audacia de manipular los números y mal interpretarlos. No solo que no contabilizó como debía las cuentas nacionales, sino que además las mal interpretó. Por esa forma de disfrazar las cifras, en Brasil le acusaron a Dilma Rousseff de haberlas manipulado y la derrocaron por eso. Sin embargo, aquí nadie ha cuestionado la manipulación de las cifras, el contabilizarlas inadecuadamente. Cuando las cifras son falseadas, estamos hablando de un acto de corrupción. Pero el gobierno hizo todo un escudo para evitar la fiscalización, para amparar la corrupción y la impunidad. Y lo armó por medio de las más importantes autoridades de control del Estado, el Fiscal anterior y el Contralor. Todos sabíamos que Pólit socapaba las malversaciones y los fraudes de corrupción en las finanzas públicas. Y este hombre tenía a los funcionarios públicos sometidos a un chantaje.
Tal vez eso le permitió poder viajar a Estados Unidos antes que le caiga la orden de prisión.
Más claro no puede ser. Estas dos autoridades de control eran los brazos derechos del gobierno para tapar todas las trafasías que se hizo en el campo económico, que no son pequeñas de cinco millones por aquí o veinte millones por allá, que es lo que ha asomado hasta ahora. Hay unas trafasías de centenas de millones de dólares o de miles de millones de dólares.
Hablando de miles de millones de dólares, en una de las últimas acciones del gobierno de Correa, pagó 2000 millones de la deuda con el Banco Central, con acciones de entes estatales como el Banco del Pacífico, CFN, BanEcuador. Es decir, tomó prestada liquidez, dinero del Banco Central y le devuelve títulos supuestamente de valor, papeles. ¿Qué le parece?
¿No lo sacó al Banco Central del juego?
Para nada. Es más, algunos de los miembros del equipo económico de Correa, son ahora representantes de Moreno en el Banco Central y otras instituciones afines.
“Por esa forma de disfrazar las cifras, en Brasil le acusaron a Dilma Rousseff de haberlas manipulado y la derrocaron por eso. Aquí nadie ha cuestionado la manipulación de las cifras. Cuando las cifras son falseadas, estamos hablando de un acto de corrupción”
Por allí está el ex ministro Patricio Rivera.
Por favor. Si alguna persona en el gobierno anterior fue el instrumento mediante el cual se mintió al país a través de las cifras, ese fue Patricio Rivera, quien tuvo la audacia de manipular los números y mal interpretarlos. No solo que no contabilizó como debía las cuentas nacionales, sino que además las mal interpretó. Por esa forma de disfrazar las cifras, en Brasil le acusaron a Dilma Rousseff de haberlas manipulado y la derrocaron por eso. Sin embargo, aquí nadie ha cuestionado la manipulación de las cifras, el contabilizarlas inadecuadamente. Cuando las cifras son falseadas, estamos hablando de un acto de corrupción. Pero el gobierno hizo todo un escudo para evitar la fiscalización, para amparar la corrupción y la impunidad. Y lo armó por medio de las más importantes autoridades de control del Estado, el Fiscal anterior y el Contralor. Todos sabíamos que Pólit socapaba las malversaciones y los fraudes de corrupción en las finanzas públicas. Y este hombre tenía a los funcionarios públicos sometidos a un chantaje.
Tal vez eso le permitió poder viajar a Estados Unidos antes que le caiga la orden de prisión.
Más claro no puede ser. Estas dos autoridades de control eran los brazos derechos del gobierno para tapar todas las trafasías que se hizo en el campo económico, que no son pequeñas de cinco millones por aquí o veinte millones por allá, que es lo que ha asomado hasta ahora. Hay unas trafasías de centenas de millones de dólares o de miles de millones de dólares.
Hablando de miles de millones de dólares, en una de las últimas acciones del gobierno de Correa, pagó 2000 millones de la deuda con el Banco Central, con acciones de entes estatales como el Banco del Pacífico, CFN, BanEcuador. Es decir, tomó prestada liquidez, dinero del Banco Central y le devuelve títulos supuestamente de valor, papeles. ¿Qué le parece?
Todas estas movidas las hicieron entre gallos y medianoche. Se sacaron en efectivo la plata que estaba depositada en el Banco Central y es la reserva nacional, pero ahora le pagan con acciones, que en el momento de una emergencia o situaciones de iliquidez, ¿qué va a hacer un gerente del Central cuando necesite esos recursos para solventar la crisis? ¿Ir a vender acciones? ¿Quién va a comprar acciones de BanEcuador o de la CFN? Es lo mismo que dar un papel inservible que no puede ser líquido en ningún momento porque no habrá quien le compre. Queda la duda de cómo se resolverán los problemas en un momento de emergencia. Y esto es algo similar a lo que estaba pasando en el IESS. Todas las personas se dieron cuenta que sacaron la plata del IESS para financiar gasto corriente de la burocracia y de todas las malversaciones del gobierno de Correa. Todo el mundo sabía eso. Se sacan USD 2500 millones y después llega un señor Espinosa que dice “mañana ya no existe esta deuda, la borro y punto”. Y se acabó la deuda. Esa acción es sujeto de un delito. Y mucho más sin autorización del directorio del IESS, que ni siquiera lo conoció. Eso lo hizo un gerente, amparado por su jefe máximo, el padrino, y borraron USD 2500 millones de deuda.
“Se sacaron en efectivo la plata del Banco Central pero ahora le pagan con acciones, que en el momento de una emergencia o situaciones de iliquidez, ¿qué va a hacer un gerente del Central cuando necesite esos recursos ? ¿Ir a vender acciones? ¿Quién va a comprar acciones de BanEcuador o de la CFN?”
Menos mal que la Contraloría ya se pronunció y exigió al IESS que restituya esa deuda.
Lo cual implica, al menos, reconocer que había una ley que daba pautas de como registrar esos recursos, como contabilizarlos y como respetarlos, porque son recursos de los afiliados al IESS que son gente pobre, de clase media y del sector privado. En ese caso, algún asambleísta decente debió ponerle un juicio penal en ese instante, porque es un delito falsificar un balance. Eso, hasta en una asociación cualquiera de jugadores de volley, si alguien altera los balances, y se quita una acreencia que es un activo para la empresa, constituye un delito. Recién ahora, un nuevo Contralor lo detecta, porque el anterior solapó esto, igual que el anterior Fiscal, que no dijo nada de la inmensa cantidad de transacciones hechas por el gobierno en el sector financiero público.
¿Qué le puede decir usted al presidente Lenin Moreno, en aras de que tome las decisiones correctas?
Que debe estar consciente que desde hace casi dos años, la dolarización se mantiene gracias al endeudamiento público, en vista que la producción no es suficiente para poder exportar y generar divisas, puesto que las importaciones son generalizadas y eso significa una salida de divisas permanente. Esto, porque nunca hubo un modelo de cambio de la matriz productiva y nunca hubo un impulso a la producción nacional. Y como no hubo, han ido escaseando las divisas de generación propia y autónoma, en base al esfuerzo productivo del país, resulta más fácil endeudarse, porque es sencillo conseguir créditos pagando altos intereses, entonces la dolarización está sostenida en deuda.
“Se sacaron en efectivo la plata del Banco Central pero ahora le pagan con acciones, que en el momento de una emergencia o situaciones de iliquidez, ¿qué va a hacer un gerente del Central cuando necesite esos recursos ? ¿Ir a vender acciones? ¿Quién va a comprar acciones de BanEcuador o de la CFN?”
Menos mal que la Contraloría ya se pronunció y exigió al IESS que restituya esa deuda.
Lo cual implica, al menos, reconocer que había una ley que daba pautas de como registrar esos recursos, como contabilizarlos y como respetarlos, porque son recursos de los afiliados al IESS que son gente pobre, de clase media y del sector privado. En ese caso, algún asambleísta decente debió ponerle un juicio penal en ese instante, porque es un delito falsificar un balance. Eso, hasta en una asociación cualquiera de jugadores de volley, si alguien altera los balances, y se quita una acreencia que es un activo para la empresa, constituye un delito. Recién ahora, un nuevo Contralor lo detecta, porque el anterior solapó esto, igual que el anterior Fiscal, que no dijo nada de la inmensa cantidad de transacciones hechas por el gobierno en el sector financiero público.
¿Qué le puede decir usted al presidente Lenin Moreno, en aras de que tome las decisiones correctas?
Que debe estar consciente que desde hace casi dos años, la dolarización se mantiene gracias al endeudamiento público, en vista que la producción no es suficiente para poder exportar y generar divisas, puesto que las importaciones son generalizadas y eso significa una salida de divisas permanente. Esto, porque nunca hubo un modelo de cambio de la matriz productiva y nunca hubo un impulso a la producción nacional. Y como no hubo, han ido escaseando las divisas de generación propia y autónoma, en base al esfuerzo productivo del país, resulta más fácil endeudarse, porque es sencillo conseguir créditos pagando altos intereses, entonces la dolarización está sostenida en deuda.
¿Qué tan riesgoso es eso?
Lo peor del mundo, porque en cualquier país la moneda debe estar sostenida por su producción interna. Por eso Japón tiene una moneda dura, porque su aparato productivo es tremendamente fuerte, diversificado y abierto al exterior. Por eso genera divisas y mantiene el valor de su moneda. La producción fuerte hace una moneda fuerte. Si es viceversa, se mete una moneda dura a un país sin producción, es ponerle al borde del abismo, como ya le pasó a la Argentina y está a punto de sucedernos a nosotros.
El presidente Moreno ha dicho que no habrá paquetazo, al menos no de los tradicionales que usaban la gasolina como recurso. No se refirió a los paquetazos modernos implantados por Correa: aranceles, salvaguardias, impuesto a la salida de capitales…
Claro, eran paquetazos graduales, a cada momento uno nuevo. Más trabas y perjuicio a las entidades privadas. Eran paquetazos permanentes, al punto que la tasa de inflación de los últimos 15 años es tres veces más los precios que tenía originalmente. Aquí ha habido un incremento de los precios de aproximadamente el 200%. ¿Si eso no es paquetazo, que influye en la gente, sobretodo la que no tiene empleo formal, qué lo es? Y esa es la mayoría. Casi el 60% vive de los sectores informales, ganando propinas, vendiendo jugos de naranja en las calles, y que le incrementen los precios el 200% en 15 años, es una barbaridad. Eso se puede ir paliando progresivamente, poco a poco, pero cuando se buscan soluciones de fondo. Aquí no se ve eso: no hay fomento a la producción, no hay cambio de la matriz productiva, la salida de divisas es brutal, todo lo cual agrava las expectativas y Dios no quiera, puede llegar un momento que la gente sienta que no hay conducción verdadera y se produzca un colapso. Soy explícito y prefiero adelantarme a quedarme callado, para intentar evitar ese colapso de la economía.
Marlon Puertas
Lo peor del mundo, porque en cualquier país la moneda debe estar sostenida por su producción interna. Por eso Japón tiene una moneda dura, porque su aparato productivo es tremendamente fuerte, diversificado y abierto al exterior. Por eso genera divisas y mantiene el valor de su moneda. La producción fuerte hace una moneda fuerte. Si es viceversa, se mete una moneda dura a un país sin producción, es ponerle al borde del abismo, como ya le pasó a la Argentina y está a punto de sucedernos a nosotros.
El presidente Moreno ha dicho que no habrá paquetazo, al menos no de los tradicionales que usaban la gasolina como recurso. No se refirió a los paquetazos modernos implantados por Correa: aranceles, salvaguardias, impuesto a la salida de capitales…
Claro, eran paquetazos graduales, a cada momento uno nuevo. Más trabas y perjuicio a las entidades privadas. Eran paquetazos permanentes, al punto que la tasa de inflación de los últimos 15 años es tres veces más los precios que tenía originalmente. Aquí ha habido un incremento de los precios de aproximadamente el 200%. ¿Si eso no es paquetazo, que influye en la gente, sobretodo la que no tiene empleo formal, qué lo es? Y esa es la mayoría. Casi el 60% vive de los sectores informales, ganando propinas, vendiendo jugos de naranja en las calles, y que le incrementen los precios el 200% en 15 años, es una barbaridad. Eso se puede ir paliando progresivamente, poco a poco, pero cuando se buscan soluciones de fondo. Aquí no se ve eso: no hay fomento a la producción, no hay cambio de la matriz productiva, la salida de divisas es brutal, todo lo cual agrava las expectativas y Dios no quiera, puede llegar un momento que la gente sienta que no hay conducción verdadera y se produzca un colapso. Soy explícito y prefiero adelantarme a quedarme callado, para intentar evitar ese colapso de la economía.
Marlon Puertas
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