Acertadas

Publicado el 2017/07/16 por BLL 
DIARIO EL MERCURIO
Poco antes de embarcarse a Bélgica, en el el ex presidente Correa, se dirigió a un grupo de partidarios que fueron a despedirle. Manifestó su desacuerdo con el actual mandatario, que fue vicepresidente en su primer período y pertenece al mismo movimiento político porque ha comenzado a dialogar en serio con integrantes de la oposición y no tan solo con sus partidarios. Le calificó de desleal y mediocre. Dijo luego que si siguen estas actitudes se desafiliará de Alianza País. En otras palabras que si no reproduce sus intervenciones cargadas de insultos y no le pide autorización para pensar, su “movimiento” se desvía. lo que le llevaría a tomar esa decisión.

En la época más cruel del socialismo marxista, en la fenecida Unión Soviética, Stalin se consideraba el único intérprete correcto del pensamiento marxista y cualquiera que disentía se arriesgaba a graves “sanciones” que iban desde la ejecución hasta destierros a Siberia. Si por naturaleza la sociedad no es estática y cambia en el tiempo, es normal que planteamientos ideológicos se modifican para adecuarse a las nuevas condiciones. Para el dogmatismo, la “verdad” que alguien proclama es intocable y en ese país el término “revisionismo” e convirtió en herejía. El egocentrismo puede llegar al extremo de identificar la verdad con su manera de pensar y actuar y proscribir a los que, aunque sea con sentido común, disientan.

Con las debidas distancias, la actitud manifestada por nuestro ex presidente tiene similitudes con la de Stalin. Para comenzar, el marxismo es una ideología consistente al margen si se está o no de acuerdo con ella. Si se la considera verdad incuestionable, no cabe que haya oposición y el partido gobernante sea el único. Una democracia parte del respeto a las diferencias en ideas y su respeto, pero no faltan algunos que creen que su pensamiento y estilo es el único correcto y pensar de manera diferente es error y ser enemigo, como ocurre en Venezuela donde el gobernante se empeña en seguir acabando con el país. Si entendemos la amenaza de desafiliarse de Correa como un desconocimiento a la democracia, consideramos que acertó al decirla pues un autoritarismo dogmatico no es compatible con la democracia.