ALEXANDRA KENNEDY-TROYA
Sí, señores, sobre piedras, palos. La ciudad de Cuenca nuevamente en total aislamiento, como hace 20 años; sin vuelos regulares, con carreteras de ingreso despedazadas; despanzurrada por unas líneas para el tranvía inútiles, un proyecto sin fecha de caducidad que ha dejado a muchos emprendimientos comerciales o turísticos fuera de circulación. Todo esto sumado a la crisis generalizada que vive el país. Y los morlacos siempre adelante; capaces de hacer toda la autogestión posible para que esta urbe llegue incluso a su condición de ciudad patrimonial. La ciudad de mejor calidad de vida del Ecuador, punto clave de la oferta turística del país, lugar donde se educan y se curan miles de personas; espacio sobresaliente para el deporte nacional…Un modelo de urbe a nivel de América Latina. ¿Qué esperan las autoridades, que suframos un colapso para auxiliarla? Desde Cuenca demandamos de la Dirección de Aviación el informe (real) sobre el accidente de Tame, informe que usualmente se emite después de 1 o 2 semanas. Han pasado 6. Queremos conocer exactamente qué sucede, si es verdaderamente un problema de pista de aterrizaje o de mantenimiento deficiente de Tame. O si vamos a inventar buenas razones para deshacernos de la compañía y venderla a precio de huevo para beneficio de otros. ¿Por qué se da una fecha (23 de agosto) para volver a abrir la pista a todos los vuelos, aunque esta esté mojada’ ¿Qué clase de tomadura de pelo es esta? Si es mismo el tema de la pista en mala condición, ¿por qué no se da una solución económica inmediata y con claridad meridiana sobre el monto, el cuando y el cómo? No solamente esto. Demandamos conocer por qué no se legaliza –como una alternativa viable- el funcionamiento de ‘vans’ privadas a las que todos acudimos por mejor seguridad y trato, para llegar a Guayaquil y tomar un avión internacional o uno nacional que supla la falta de operación del actual aeropuerto, o simplemente hacer negocios en el puerto? Las redadas de la Policía dejan mucho dinero y los choferes de buses grandes al parecer tienen en jaque a las autoridades para que no se permita que este transporte alternativo opere. Las malas lenguas dicen que es un trato político con el Gobierno… ¿Será? ¿Por qué se siguen alargando los plazos para la terminación del proyecto tranvía? ¿Por qué se abrieron todos los frentes a la vez? ¿Cuándo mismo termina todo? ¿Por qué no se ha compensado a aquellos ciudadanos que creyeron en la palabra de sus autoridades y se mantuvieron a costa suya propia durante el período establecido por el gobierno local? Informes, cuentas, resoluciones y seguimientos claros. Es lo que demandamos de las autoridades nacionales y locales. Solo esto nos devolverá la fe en la degradada clase política de este país.
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