#Ecuador El Diablo baila vestido de verde flex Por Adrian Zabala
Cuando el Rafico habla de pactos éticos, Don Sata ríe a carcajadas. No puede contener el torrente de ja, ja, jas y ji, ji, jis; sabe que al pupilo le falta poco para superar al maestro.
No hay nada más que el Ángel caído pueda enseñar al que bien podría ocupar su lugar en el averno. Cada palabra pronunciada por la mordaz lengua del aprendiz se convierte en el fuego que chamusca a los justos y no a los pecadores; justicia para los malvados azote para los benevolentes.
Hecho a imagen y semejanza del señor de los infiernos, formado con las heces de carneros viejos, se sabe una perfecta mierda. Habla de amor a la patria y el Diablo se sonroja y refuta: “Yo leeré los Salmos en voz alta”. El señor de las revoluciones ilustra a la juventud con fórmulas matemáticas, Satanás baile un vals aferrado a una vieja monstruosa a la que llama “compañerita”. No contiene la emoción al escuchar a su pajecillo disertar sobre economía mientras los noticieros anuncian que el desempleo aumenta, que no hay plata para nada, que las empresas cierran.
El Diablo tiene inflamado el pecho de orgullo, se siente casi un padre que ha logrado formar en todas las mañas a la cría de sus vísceras. Tridente en mano atormenta a los que ofenden a su mejor obra, les jala de las patas en las noches, les pega tremendos sustos ayudado por chapas disfrazados de robots. Hasta los diablitos salen en cadenas nacionales a despotricar en contra de los pobres justos que solo intentan decir lo que piensan.
Repite a voz en cuello que sí le joden mucho se lanza de nuevo; Lucifer toca el violín desgarrando los tímpanos de todo el que escucha su macabra interpretación. El Mejor de todos los tiempos ordena recoger firmas, Satanás pisa con sus pezuñas los cráneos de miles de condenados. El infierno está adornado de afiches que dicen que la “Patria ya es de todos”. Criaturas repugnantes se aferran a estos trozos de papel esperando redención, una migaja o un puestazo en algún ministerio.
“Más sabe el Diablo por viejo que por Diablo” La famosa frase fue cambiada por el ministro de educación por otra que dice: “El Diablo no sabe nada de nada”. Pobre Lucifer, fue expulsado de sus dominios. Ahora reina en los quintos infiernos el mismo que reina en la tierra de Buen Vivir. Don Sata deambula por las tinieblas arrastrando todo el peso de su arrepentimiento, tomó a su cargo a un diamante en bruto y lo transformó en una perfecta bestia. Llora y en dónde cae una lágrima nace una yuca. Yucas por doquier. Tantas que el ministro de agricultura ha dispuesto la creación del Programa Nacional de la Yuca, nuevo producto de exportación que viene a suplir a todos los productos que han marchado por falta de mercados.
Los seguidores del genial economista no dejan de alabar la capacidad y gran liderazgo con el que logrado recuperar la economía nacional. A punta de yucazo crece la imagen y el respaldo popular. La yuca es el nuevo salvavidas nacional, todo es yuca. La Pame no se da abasto recogiendo firmas…
-¡Un Yucazo para Rafael, un yucazo para Rafael!
Don Diablo mira de lejos a su malagradecido pupilo, descubre que ya le han nacido cola y cachos.
-¡Chucha, si ya parece mi hermano!
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