miércoles, 12 de julio de 2017

Sí. Fuimos a la audiencia preparados para un escenario negativo. Teníamos al frente a Caupolicán Ochoa, quien, con todo el respeto que merece, no es un abogado de demasiadas luces, pero es el abogado del expresidente y estaba acostumbrado a ganar siempre, diciendo cualquier cosa, sabiendo que los jueces todavía actúan condicionados... Íbamos, incluso, asustados y con una apelación lista. Pero todo eso se les desmoronó. El juicio de Pallares desnuda una tónica de los últimos diez años, al estilo del correísmo, de atropellarlo todo, sin razón. JUAN PABLO ALBAN



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