martes, 30 de mayo de 2017


El frente anticorrupción de Moreno nació muerto

  en La Info  por 

El presidente Lenín Moreno ya sabe cómo matar en el huevo una iniciativa, anunciada por él. A eso se llama un golpe publicitario fallido para seducir conciencias. Su gobierno siguió el perfecto manual que pudiera titularse: ¿cómo hacer para que nazca muerta una propuesta que todo el mundo espera salvo aquellos que la anuncian? Siguieron los siguientes pasos
  1. Hacer un anuncio en forma llamativa: el efecto perseguido era comunicar la voluntad de Lenín Moreno de combatir la corrupción. Es obvio que esto iba a calar en la opinión porque la gente está cansada de tanta corrupción. Y, además, se siente maniatada e inerme ante la indiferencia cómplice oficial.
    Moreno llega a la presidencia arrastrando un manojo de cacerolas que contaminan el ambiente. Tratar de borrar de la mente de los ciudadanos cualquier nexo de su gobierno con la corrupción es una prioridad entre sus temas urgentes.
  2. Incluir en la lista ciudadanos confiables sin haberlos consultado: así ocurrió esta vez. El arzobispo de Quito, Fausto Trávez y el abogado Fabián Corral, para tomar dos ejemplos, no fueron consultados antes de hacer pública la invitación. Corral dijo a 4Pelagatos que se enteró de su nominación por la prensa. Por supuesto, él considera este gesto como una deferencia de parte del Presidente, pero anunció que si fuera realmente invitado se excusaría por razones personales y conceptuales.
    Anunciar públicamente los nombres es, quizá, la mejor manera de disuadirlos de que participen.
  3. No decir qué funciones tendrán ni en qué condiciones trabajarán: esto vuelve tan etérea la invitación que, por supuesto, la torna inviable para personas que se toman a pecho los asuntos públicos. La única precisión que hizo Moreno sobre este Frente de Transparencia y Lucha contra la Corrupción es que recibirá los casos de corrupción que la gente someta, los procesará y los llevarán ante la Fiscalía. Es muy poco pero es suficiente para desalentar voluntades. ¿Acaso no es esto lo que suelen hacer los gobiernos que no quieren esclarecer el caso investigado? Pero claro, los gobiernos así tienen la iniciativa en dos frentes. Primero ganan tiempo con la opinión a la cual le pueden decir, y siempre le dicen, que la Comisión o el Frente está investigando. Y, luego, entierran el caso porque en la Fiscalía hay infinidad de carpetas que duermen el sueño de los justos. Ya el país vio al contralor Carlos Polit reclamando al fiscal de entonces, Galo Chiriboga, por no procesar centenares de carpetas que le había enviado…
  4. Investigar la corrupción sin realmente investigarla: ¿Dónde está la corrupción? ¿En las quejas de los ciudadanos o en los contratos chuecos, en el sobreprecio de las obras, en el lavado de activos, en cuentas secretas que requieren expertos para ser descubiertas? Convertir la investigación en una suma de quejas es lavarse las manos por adelantado. Una verdadera comisión de la verdad en este tema requiere apoyo político y enormes apoyos institucionales: es decir, mecanismos garantizados a los comisionados para que puedan investigar; no para que se sienten a esperar quejas. Por lo demás hay suficientes casos que ya están documentados sobre la opacidad administrativa del correísmo en los cuales ni la Fiscalía ni la Contraloría han intervenido.
    LEA aquí la posición de la Comisión Nacional Anticorrupción
  5. Tener el control para que el Frente no se desbande: tener un número mayor de funcionarios correístas destruye el objetivo supuestamente fijado por el Presidente. Lo hace notar la Comisión Nacional Anticorrupción en su boletín de hoy 30 de mayo, cuando afirma que “no gozan de idoneidad ni autonomía para asumir una investigación imparcial y apegada a la ética sobre los numerosos casos de corrupción denunciados y otros que podrían aparecer a futuro (…)”. Esto sencillamente muestra el límite que tiene el gobierno de Lenín Moreno para investigar al gobierno de su antecesor en el cual participaron, plenamente, algunos de los miembros que Moreno quiere incluir en este Frente. Miembros que, como dice la Comisión Anticorrupción, podrían “tener conflictos de interés”.
    Se entiende por qué el rimbombante Frente de Transparencia y Lucha contra la Corrupción nació muerto. Los estrategas de este gobierno quisieron posicionar la voluntad virtual de Moreno para combatir la corrupción, pero la mecha de su volador era bien corta. Y, como dicen los abuelos de la Comisión Anticorrupción, “han decepcionado las expectativas ciudadanas levantadas en torno a una declarada voluntad política del titular del Ejecutivo de investigar y combatir frontalmente la corrupción y acabar con la impunidad”.
    Esta iniciativa figurará como uno de los primeros tiros en la nuca que se pega un gobierno que, a pesar de lo que diga, no puede investigarse a sí mismo.

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