“TODOS LOS GOBIERNOS ROBAN”, “ROBAN PERO HAN HECHO CARRETERAS”, SE COMENTA EN CORTO. SI EN LA PARTIDOCRACIA EL “LLEVE” -COMO SE DICE EN EL ARGOT POPULAR A LA CORRUPCIÓN- ERA DEL 10 O 15%, ÉSTA SE HABRÍA ELEVADO AL 35% EN TIEMPOS DE REVOLUCIÓN, SEGÚN DAVID ROSERO. EL EX MIEMBRO DEL PRIMER CONSEJO DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA, RECONOCE QUE EL TRABAJO DE ESTE ORGANISMO PARA DESIGNAR AUTORIDADES DE CONTROL FUE UNA FARSA. POR ESO PROPONE QUE FISCAL, CONTRALOR, SUPERINTENDENTES Y JUECES SEAN NOMBRADOS POR VOTO POPULAR. ADEMÁS, ANTICIPA QUE LA IZQUIERDA IRÁ UNIDA Y NOS DA ALGUNOS NOMBRES QUE AGLUTINAN AL SECTOR. CONÓZCALOS EN ESTA NUEVA ENTREVISTA DE FOCUS.
¿Usted que formó parte de este primer Consejo de Participación Ciudadana, creía en realidad que iba a funcionar? ¿Que el gobierno no metería sus manos y prevalecerían las intenciones por las que se creó en la Asamblea Constituyente este quinto poder?
De hecho, la instauración del propio Consejo de Participación es una lucha histórica de los sectores populares por exigir más democracia, más participación, más inclusión, mayor protagonismo. Recuerde que los sectores populares botaron a tres gobiernos, fiscalizaron y pidieron mayor participación.
¿La idea del Quinto Poder vino de la izquierda?
La idea se forjó en Montecristi. Pero este es un proceso histórico de la movilización.
¿Qué pasó en el proceso de la selección de los integrantes del Quinto Poder? Usted, junto a Andrea Rivera, fueron minoría desde el principio.
Desde la designación quisieron impedir nuestra entrada. Básicamente querían un Consejo controlado por el Gobierno para la designación de las autoridades que debía hacerse.
¿Todo estuvo amañado desde el principio? ¿Entonces cómo consiguieron ustedes ingresar?
No pudieron evitar la entrada porque yo tuve el mayor puntaje en el concurso. El presidente Correa le reclamó a Omar Simon, que era el presidente del CNE, que porqué están dos infiltrados en el Consejo de Participación y él le respondió que agradezca que no sean 7 los infiltrados.
“Estos famosos concursos siempre determinaban que los esbirros del poder lleguen a los cargos, sin tener los méritos suficientes”
¿Qué hacían usted y Andrea Rivera, siendo minoría, en ese Consejo?
Básicamente cumplir lo que decía la Constitución. En primer lugar, promover procesos transparentes de designación. Cuando vimos que eso no quería el Gobierno, denunciamos todas y cada una de las irregularidades, con documentos, de toda la manipulación de estos famosos concursos que siempre determinaban que los esbirros del poder lleguen a los cargos, sin tener los méritos suficientes. También denunciamos que la concentración de poder aumentó la corrupción. Debíamos combatir la corrupción. Lamentablemente, la mayoría archivó los casos y generó un proceso de opacidad. Desde ahí hubo una fuerte pugna entre los dos, que teníamos una posición democrática, independiente, critica, propositiva, y cinco sumisos que archivaban o solo levantaban la mano como para elegir al Superintendente de Comunicación, por ejemplo.
Al principio se pensó que sus nombramientos fueron producto de la alianza que había entre el Movimiento Popular Democrático y el Gobierno. En ese momento, se llevaban bien.
Básicamente en el inicio del Gobierno. Fuimos parte de la Asamblea Constituyente y colocamos varios derechos, como el derecho a la resistencia, la educación gratuita, promover los derechos laborales, pero a la vuelta de la esquina hubo una traición a ese proyecto. Luego vino el Consejo, es decir, cuando ya había una posición de independencia respecto al Gobierno.
¿Qué denuncias de corrupción llegaron a conocer ustedes dentro del Consejo?
Varias, por ejemplo la compra de medicinas en el IESS. En el 2012 ya se sabía que existía una serie de actos irregulares. Había dedicatorias en los concursos, desaparecían las medicinas. El presidente se dio cuenta tres años después. En el caso particular del hospital Teodoro Maldonado de Guayaquil, el Consejo formó una veeduría para vigilar. También se recibieron denuncias de temas petroleros como Palo Azul, posibles sobreprecios en obras públicas, la veeduría de Baltazar Garzón quien determinó que la justicia no era independiente del Ejecutivo, lo que terminó en la criminalización de la protesta social.
“En el Consejo se recibieron denuncias de corrupción, como la compra de medicinas en el IESS, el campo petrolero Palo Azul, sobreprecios en obras públicas…”
¿Qué pasó en los concursos para designar las principales autoridades de control?
Allí el Consejo tiene una deuda que fue denunciada por nosotros. Solo funcionó la palancocracia y por eso planteo una propuesta de cómo debería darse esto en el futuro, sin volver al viejo Congreso donde se repartían estos puestos. Propongo un proyecto de ley para que jueces, Fiscal, Contralor, CNE, Consejo de Participación, Defensor del Pueblo , Defensor Público, Superintendentes, sean designados por votación popular, por elecciones, como sucede en Estados Unidos, donde parte de la justicia es elegida por votación popular.
¿Qué haría el Quinto Poder si le quitan estas atribuciones?
Prácticamente esa instancia no tendría razón de ser. El pueblo tendría la real capacidad de decidir quienes son sus autoridades. Eso es más legítimo y más democrático.
“El Quinto Poder ya no tendría razón de ser. El pueblo tendrá la capacidad de decidir quienes son sus autoridades”
¿Se imagina usted unas elecciones para elegir fiscal general, contralor, CNE, Jueces? ¿Una campaña política similar a la de presidente?
No es similar, no se podrá hacer proselitismo. En el proyecto que propongo habrá franjas igualitarias para dar a conocer la hoja de vida. Habrá requisitos: no tener conflicto de intereses ni rabo de paja, tener experiencia de acuerdo al cargo. Luego el organismo encargado, que sería el CNE, se encarga de hacer una promoción de los candidatos en función de sus hojas de vida. Y la ciudadanía simplemente va a votar.
¿No van a subirse en unas tarimas?
No, no correspondería. Sus propuestas serían conocidas básicamente en foros, debates. Eso es más democrático de lo que se hizo antes, como elegir a Carlos Ochoa con 5 alzamanos.
“En la Constitución de Montecristi se dieron avances importantes. Pero en las leyes secundarias se echó todo al tacho de la basura”
Eso de dar más democracia siempre suena bien. Pero a veces el remedio resulta peor que la enfermedad.
Eso es mejor a que cuatro o cinco o en un Congreso amañado designen a dedo o mediante palancocracia a las autoridades. Siempre habrá obviamente el riesgo. Pero es el mecanismo más transparente y más democrático.
¿El Quinto poder terminó siendo un error, gracias a lo que hizo este Gobierno?
Básicamente porque el Gobierno ha metido la mano en el Quinto poder. No permitió su autonomía e independencia.
¿Por qué pensaron que este iba a ser un Gobierno diferente?
Porque en la Constitución se dio avances importantes. Que en las leyes secundarias, en las ejecutorias, se echó todo al tacho de la basura, ya es una traición ideológica, con un programa de Gobierno totalmente apegado a los intereses de banqueros y empresarios grandes.
Ustedes son de izquierda y están de acuerdo con la Constitución de Montecristi. Pero hay mucha gente que culpa, en parte, a la Constitución de lo que está pasando y ya la quieren cambiar nuevamente. ¿Cuál es la posición de ustedes?
Podrían existir cambios, siempre y cuando se recuperen más derechos, no que se restrinjan derechos. Por ejemplo, si hay una reforma de la derecha para eliminar la resistencia, la educación gratuita, debilitar el IESS, no lo apoyaremos. Esas son reformas regresivas.
“Ecuador pierde 8000 millones de dólares por año en corrupción. En estos 9 años de gobierno, se han perdido 72.000 millones de dólares”
Lo que usted propone son reformas constitucionales. ¿Se necesitará una consulta popular?
Así es. Siempre que exista más participación en democracia, que la gente decida, es mejor que ciertos caciques autoritarios del Gobierno se impongan.
¿Qué otras reformas propone?
Un proyecto de ley para la creación del empleo productivo. Vamos a necesitar alrededor de 1 000 millones de dólares para generar 100 mil puestos de trabajo con 10 000 proyectos productivos el primer año. Esos recursos van a salir principalmente del combate a la corrupción. Hasta el 2005 el Ecuador perdía 2 000 millones de dólares en corrupción, en estos últimos años esa cifra asciende a 8 000 millones de dólares anuales que el Ecuador pierde por actos de corrupción. Estamos hablando de 72 000 millones de dólares perdidos en corrupción durante 9 años.
¿Quién hizo esa cifra?
Nosotros, desde la experiencia del Consejo de Participación, pudimos conocer que de cada 100 casos que denunciaba la ciudadanía, el 90 no se admitían o se archivaban. Solo el 10% se investigaba. Habían denuncias de sobreprecios, de acciones dolosas… si antes se hablaba que la comisión en la partidocracia era de alrededor del 10-15-%, hoy eso ha ascendido al número de la lista del Gobierno: el porcentaje de la corrupción ahora es del 35%. Tenemos guardada una lista de casos para cuando venga un gobierno popular. Entonces fiscalizaremos a los nuevos ricos del gobierno. Pero esta fiscalización irá junto con una ley que vaya a generar este empleo productivo.
“Tenemos guardado una lista de casos de corrupción, para cuando venga un gobierno popular. El porcentaje de la corrupción ahora es del 35%”
¿Presentarán estos casos ante la Fiscalía, ante los órganos de control?
Así es, ante los órganos de control electos por los ecuatorianos, no estos que siguen ahora, porque son personas que tienen relación con el poder y entre ellos se tapan todas las travesuras que hicieron.
Esto que usted propone, dependerá mucho del Gobierno que triunfe en las próximas elecciones. Porque si es un Gobierno que ve que no es conveniente para sus intereses someter a elección el nombramiento de estas autoridades, no lo hará. ¿Y entonces?
Así es. Obviamente, nosotros vamos a acudir al nuevo Gobierno. Hemos presentado varios precandidatos de la tendencia, que es la centro izquierda. Hablamos de Paco Moncayo, Lenin Hurtado, Silvia Buendía, Carlos Pérez Guartambel, entre otros hombres y mujeres.
¿Y están unidos los indígenas con ustedes?
Vengo de una reunión del colectivo unitario de organizaciones a nivel nacional, conjuntamente con varios partidos, como Democracia Sí, Unidad popular, asambleístas de Pachakutik.
¿Cuándo concretan esta unidad?
Estamos avanzando en el programa de Gobierno que contenga los elementos que le he dicho, incluyendo la recuperación de derechos y libertades. Queremos captar la asamblea y también un Gobierno popular. Para que la crisis la paguen los nuevos ricos del correísmo y que no caiga en los hombros del pueblo. La solución de la Derecha no es viable, eso de volver al FMI, o la flexibilización laboral, son reformas absurdas.
Se ha venido mencionando ya el nombre de Paco Moncayo como alternativa de izquierda para el próximo año. ¿Es realmente un hombre de izquierda?
Es una persona democrática. El reto de los sectores de izquierda es ver más allá de sus fuerzas, que son importantes, pero también tener a gente democrática, gente patriota, gente que quiera sumarse a este cambio.
¿Aunque no tenga un pensamiento político radical de izquierda?
Lo principal es el programa. Si por radical hablamos en combatir la corrupción, somos radicales en eso. También somos radicales en la lucha social. Soy uno de los 700 criminalizados que existen en el Ecuador por la lucha social.
Yo me refería a radicalismos como el de Carlos Pérez Guartambel: no a la minería, no a las multinacionales. Que yo sepa, Moncayo no piensa igual.
Hay un punto de encuentro y ese punto es el plan de Gobierno. La propuesta es generar el turismo comunitario, la agricultura orgánica, generar un sinnúmero de productos de exportación para que vengan dólares. Hay que revisar los contratos petroleros, los de Telecomunicaciones, hay que devolver el 40% de aportes al IESS. El correato ha sido una década pérdida porque con 250 mil millones estos ineptos no pudieron industrializar al país.
“En Imbabura conocemos cuales son los nuevos ricos, son hasta asambleístas. Ahí todos nos conocemos, alguien que andaba a pie ahora no solo tiene mansiones, tiene camionetas, tiene guardias de seguridad”
¿La fiscalización de ustedes incluirá el trabajo de buscar los bienes y las fortunas mal habidas, dentro y fuera del Ecuador? ¿Hay la posibilidad de hacer eso?
Creo que sí. En Imbabura, conocemos cuales son los nuevos ricos, son hasta asambleístas. Ahí todos nos conocemos, alguien que andaba a pie no solo tiene mansiones, tiene camionetas, tiene guardias de seguridad y anda con miedo por la calle si no va acompañado. Eso, al contrario de gente honesta que viene trabajando honestamente 10-15 años. Vamos a entrar en un proceso de fiscalización serio, un proceso que vaya a recuperar la riqueza para el pueblo ecuatoriano. No solo a nivel nacional, sino también en los paraísos fiscales. La acción del pueblo, sus protestas en las calles, ha generado que hoy 70 de cada 100 ecuatorianos no le crean al presidente y lo han obligado a que se retire. Pero no todos podrán ir a Bélgica.
¿Y si queda Lenin Moreno o Jorge Glas como herederos de la Revolución Ciudadana?
Creo que los días del correato están contados. Cada día que pasa, la indignación y el rechazo es mayor.
Marlon Puertas
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