El observador

POR: Marco Robles López Publicado en la Revista El Observador, edición 92 (abril, mayo 2016)

Diálogo con un académico

Estimado Profesor: en primer lugar, le expreso mis felicitaciones por su merecido nombramiento en calidad de Vicerrector de la Universidad de la Coruña, pues conocemos que usted es un destacado académico, un investigador y, por supuesto, un prestigioso educador universitario. Primeramente, le agradezco por sus generosas palabras y estoy a sus órdenes. ¿Cuáles son las principales orientaciones académicas de la Universidad de la Coruña? Bueno, somos una Universidad pública joven, recién cumplimos el cuarto de siglo.                     En cuanto a estudios, podemos decir que son de todo tipo; para empezar, contamos con 38 titulaciones de grado (profesional, M. R.) en prácticamente todas las ramas del conocimiento: arquitectura, ingeniería naval, caminos, informática; fisioterapia, enfermería; derecho, economía, empresas; filología hispánica. En fin, nuestros estudios abarcan muchas titulaciones. ¿Podría indicarnos el campo de su especialización? ¡Cómo no! Mi campo es el de las ciencias estadísticas, en virtud de que yo hice el Doctorado en Ingeniería, estudios térmicos, modelización; pero también he dirigido estos conocimientos al campo de la medicina; por ej. con relación al de la medicina del sistema óseo, en lo que tiene que ver con la regeneración de huesos y otros problemas afines. Además, por mis nuevas funciones (desempeña el vicerrectorado, como ya se indicó. M. R.) hoy estuve en el vicerrectorado atendiendo cuestiones académico-administrativas. ¿Podría indicarnos de dónde proceden los estudiantes extranjeros, conociendo que es una universidad que acoge a jóvenes de diversas regiones del planeta? Actualmente la Universidad cuenta con unos 600 estudiantes de varias nacionalidades: vietnamitas, italianos, alemanes, polacos, suecos, latinoamericanos; la mayoría de latinoamericanos proceden de México, pero también del Ecuador, del Perú. Contamos con convenios muy interesantes con las universidades de Machala y Chimborazo, de su país.           ¿Cómo se encuentra el reconocimiento académico de su Universidad en el ámbito Internacional? Estamos bien en esta cuestión. Quiero manifestarle que tenemos el reconocimiento de la comunidad científica tanto en el plano nacional como en el internacional; somos docentes e investigadores; hemos batido el récord de propuestas de investigación científica en Europa, y actualmente han sido aprobados ¡71 proyectos de investigación en los diferentes campos de las ciencias!; este año que iniciamos será similar y luego avanzaremos a los planes de ciencia y tecnología, biometría y otros. Por otra parte, quiero indicarle que para valorarnos -desde afuera- contamos con el J. C. P. (Ranking de Citas de Revistas. M. R. L.), que es un método fiable en alto grado; también con SCOPUS (Se trata de una Base de Datos de Indexación de Artículos Científicos Revisados por Comités Académicos. M. R. L.). Somos de las pocas universidades que nos sometemos a investigaciones periódicas, por un comité de expertos externos e internos y al cabo de la indagación nos entregan una evaluación con la calificación que tiene un parámetro de la “A” hasta la “C”. Por supuesto que existen investigadores que generan críticas, pero eso es bueno, porque nos ayuda a detectar los puntos falibles y a enmendar. En el campo de la ciencia estadística, prácticamente indispensable en toda profesión, se inició con Ricardo Cahui, quien fue un famoso estadístico. Ahora avanzamos en los Ranckings internacionales, ya mencionados, y contamos con ¡78 artículos científicos, trabajados en equipo! ¿En cuanto a su labor docente y producción intelectual? Como ya manifesté, soy profesor titular de la Universidad, Licenciado en Matemáticas y Dr. en el área de Ing. Industrial; Profesor de Estadística en Ingeniería Naval e Industrial; Profesor del Doctorado de Técnicas Estadísticas aplicadas al aseguramiento de la calidad y fiabilidad industrial; Profesor del Programa de Doctorado de Estadísticas e Investigación Operativa.  Y en cuanto a la producción investigativa, soy coautor de 10 libros del campo de la ciencia estadística y matemáticas, 28 artículos J. C. R. (Son las publicaciones indexadas -es decir registradas ordenadamente-, con alto impacto a nivel mundial), sobre Estadística Aplicada y divulgación y didáctica de la Estadística.             ¿Qué puede decirnos sobre el grado académico Ph D, que también se resolvió instituir en la educación superior de nuestro país, considerando que significa Doctor en Filosofía (Doctor of Philosophy), y que ciertos profesionales de mi país, de tercer nivel, que quizás no conocen correctamente esta cuestión, creen que debe ser exclusivamente para los graduados de IV nivel en el campo de las ciencias sociales, sobre todo en filosofía; considerando, asimismo que, en la antigua URSS, este grado académico se reconocía generalmente para los doctorandos que no provenían de la comunidad socialista, aunque dichos doctorandos, de todas maneras cursaban por un año y poco más estudios generales de filosofía y de lengua rusa, además de que, previo a la elaboración y defensa de la tesis doctoral,  debían aprobar un epítome sobre un tema de filosofía y otro sobre  lengua rusa, así como publicar tres artículos científicos indexados sobre la materia de especialización? [En la antigua URSS regía el Doctorado en Ciencias y el grado previo se conocía como Candidato a Doctor en Ciencias -en físicas, matemáticas, químicas, biológicas, agronómicas, veterinarias, cosmológicas, históricas, arqueológicas, económicas, etc., etc.-, tradición que actualmente continúa en la Federación Rusa.].       Primeramente quiero manifestarle que siento una cierta envidia por la orientación en educación superior que se ha impulsado en su país; estimo que el doctorado -Ph. D- en las diferentes ramas de las ciencias, es una buena siembra a un futuro no lejano. Y en cuanto a su pregunta concreta, debo manifestarle que al principio en mí país se hacían y conferían doctorados de esa naturaleza, especialmente en Medicina y en Derecho. Pero en la actualidad se mantienen dichos doctorados y también se cuenta con los títulos de Master -o Magíster-. Estimado Sr. Vicerrector: quiero agradecerle por concedernos esta video-conferencia muy interesante, cuyo contenido primordial tenemos el agrado de publicar en estas páginas de la revista “El Observador”, que circula internacionalmente a través de su página WEB. Soy yo quien debo agradecer a usted por la posibilidad de poderme expresar sobre estos importantes asuntos de educación e investigación. Estaré siempre a sus órdenes.