El observador

Amigos observadores muy buenos días: mi respeto y admiración a los periodistas independientes "corruptos" que investigaron y sacaron a la luz pública los monstruosos negociados que se hacen a través de los denominados paraísos fiscales. Ustedes creen que en los casos de sus panas Chiriboga y Delgado, dos nombres mencionados en la investigación periodística, van a mover un dedo para que se conozcan la verdad. No señores, dirá el caudillo que es pura mala fe de la prensa corrupta, que sus amigos son de manos limpias y mentes lúcidas. Que es un complot internacional para desprestigiar a la "revolución ciudadana", que los bienes adquiridos por sus agnados, son fruto de años de trabajo limpio, con sacrificio, luego de años de estudios. Claro, que si me demuestran lo contrario, prefiero renunciar e irme a mi casa. No se olviden que los corruptos somos más, muchos más, dirá descontrolado, con la típica sonrisita nerviosa como queriendo ocultar lo inocultable. Cuando la prensa libre, pone el dedo en la llaga, es mala prensa, pero cuando calla y es cómplice y encubridora, es buena prensa, bien vista por aquellos delincuentes de cuello blanco, que hacen de las suyas con el dinero público. Los contratistas son sus mejores víctimas: "te doy el contrato, pero me tienes que dar en efectivo y adelantado el 30 por ciento, es que comprenderás que tengo que recuperar la inversión que hice en la campaña". En fin, ya les daré mayores detalles, con santo y seña, porque la libertad de expresión, ni se compra, ni se vende, ni se transa".Es mi costumbre decir las cosas de frente, no como los canallas que se esconden en el anonimato. Hasta siempre.