"Lo que Glas y otros firman, Hogan Lovells decide desde Miami"

Revela Fernando Villavicencio:

El investigador de temas petroleros y periodista, exdirigente sindical ahora con orden de prisión Fernando Villavicencio, identificó a la empresa Hogan Lovells como autora de las negociaciones financieras y contratos que firman por el Ecuador el vicepresidente Jorge Glas y otros funcionarios del Gobierno ecuatoriano. Esa empresa está basada en Miami y tiene como hombre clave en la relación con el Ecuador a Miguel Saldívar.

Durante una entrevista extensa e intensa de una hora emitida por el periódico digital, Ecuadorenvivo, Carlos Vera preguntó a Villavicencio si eso no era lógico y normal, una más de las asesorías que buscan los gobiernos para sus negociaciones? Villavicencio respondió que lo sería si el país pusiera sus términos para ser ajustados por Hogan Lovells pero aseguró que la redacción y las condiciones las ponen los miembros de esa empresa, más aún en contratos en chino, idioma ignorado por el gran negociador con la China, Jorge Glas. A la vez, citó varios ejemplos de casos en los cuales ese tipo de contratos “de un cartel de negociadores del Ecuador” perjudican al país en cientos y hasta en miles de millones de dólares

Petrobras: el inicio de su oposición

Al iniciar la entrevista, Vera pidió a su invitado precisar cómo se inició su oposición y creciente combate a la corrupción en el gobierno de Rafael Correa. Fernando Villavicencio evocó entonces lo ocurrido con el campo Palo Azul; aquel fue entregado a Petrobras como si fuera compartido, (es decir una parte conectada a otra formando un solo yacimiento), cuando el informe de 14 ingenieros en una comisión que integró ha pedido de Alberto Acosta, ministro de Energía de entonces, determinó lo contrario. Al conocer el jefe de Estado ese informe, ante José Luis Cortázar, presidente de la Secretaría de Transparencia, dispuso una cadena para al día siguiente anunciar: “Le quitamos el campo a Petrobras!” Pero a los 5 minutos, cambió de opinión: intervino en la reunión el vicecanciller de la poetisa María Fernanda Espinosa, leyendo un documento de la Cancillería de Brasil.

Allí recordaban que Correa y Espinosa habían garantizado ante Luiz Inácio da Silva, epresidente del gigante del sur, no tocar los contratos con Petrobras. “A mí se me cayó el mundo”, relató Villavicencio, tras recordar cómo Correa, ante aquello, se levantó diciendo: “Bueno, ustedes vean qué hacen”. Justo el ministro de Gobierno, a la sazón Fernando Bustamante, hoy asambleísta, había opinado en ese cónclave frente a varios funcionarios que dada la influencia estratégica de Brasil, cuyo apoyo y el de Lula necesitaban, no cabía contrariar lo comprometido. Aquello representó para el Ecuador perder $2.000 millones, pues el campo Palo Azul tenía $142 millones de reservas en petróleo.

Caso Palo Azul archivado por Lucy Blacio

El investigador Fernando Villavicencio detalló cómo se encubrió ese delito, y se llegó a revertir una decisión basada en lo técnico: la empresa Galvin & Klein, que trabajaba para Petrobras, elaboró otro informe diciendo lo que le beneficiaba a su cliente brasilero: que Palo Azul si era campo compartido. Así se evitó un juicio por “falsificación de información geológica”, cuestión que había iniciado el fiscal Washington Pesántez, acusando a 27 funcionarios, pues la comisión técnica integrada por Villavicencio remitió el informe que ignoró Correa a esa autoridad y al procurador Xavier Garaicoa también. La jueza Lucy Blacio lo archivó.

Luego, esa misma jueza Lucy Blacio es la que condena a Villavicencio a prisión, sentencia por la cual se halla en la clandestenidad. El exdirigente sindical de Petroecuador explicó largamente el papel del presidente de Petroecuador en el período de Alfredo Palacio; Galo Chiriboga, como ministro de Energía y luego como fiscal general, admitiendo el informe de Galvin and Klein que revierte el campo Palo Azul a Petrobras. “Es la primera vez que un fiscal se une a los que perjudicaron al Estado y los absuelve”, concluyó.

Ecuador perderá, hasta el año 2020, aproximadamente $1.200 millones

Fernando Villavicencio explicó y cuantificó en detalle como opera el perjuicio de vender supuestamente petróleo a China o Venezuela e incluso a Uruguay en forma directa cuando en realidad esa operación la manejan los intermediarios que el correísmo prometió erradicar llegando hasta vender nuestro petróleo a la empresa que el gobernante dice combatir: Chevron.  Reveló la manera por la cual, solo en dos contratos con Petrochina, según establece un informe de la Contraloría, el Ecuador perderá hasta el año 2020 aproximadamente $1.200 millones. Citó a Trafigura y Glencore entre los principales intermediarios y a personas como “el abogado Gonzalo González y el yerno del doctor Rodrigo Borja” como sus representantes en un estudio jurídico. Consideró Villavicencio excesivo el castigo del crudo (rebaja en el precio por barril) que Ecuador le reconoce a China en sus ventas de petróleo: hasta 8 y 10 dólares por barril.

Refinería del Pacífico es inviable

Al entrar al tema refinerías, recordó que la del Pacifico (en la que van $1.200 millones gastados, zona de El Aromo, Manabí) es inviable pues cuando entre en servicio –si se la termina- casi ya no tendremos petróleo para refinar. Recordó por eso que un estudio determinó su inconvivencia cuando se la pensó pues al Ecuador le quedan reservas petroleras apenas para 6 u 8 años; 10 quizá, con la incorporación de los ITT. Relató además cómo Chávez y PDVSA impusieron que fuera cerca de Manta cuando estuvo proyectada para Monteverde, provincia de Santa Elena.  Coincidió Villavicencio con la observación de Carlos Vera: “Entonces se perdería menos dejándola como está (apenas con remoción de tierras y vías de acceso) que terminándola”.

Se refirió también al costo real de la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas: $1.540 millones cuando se anunció para apenas $180 millones.

Fue muy detalloso –como suele ser- sobre otros temas petroleros: el campo Armadillo, entregado a una empresa de Bielorusia; el canje estafador de crudo por derivados; el fracaso de Ivanhoe, empresa que ofreció invertir $5.000 millones y solo invirtió $52 millones y “el único barrilito que sacó fue uno de plástico para entregárselo como símbolo a Correa”.

¿Prisión por mentir?

Las partes más interesantes de la entrevista no fueron las técnicas sino las humanas y políticas.