Por: Benjamín Moctezuma/RED INTERNACIONAL DE NOTICIAS
El Gobierno Mexicano tiene la desfortuna de dar un golpe y
recibir dos. Esa parece ser la dinámica de un "fajador" que, sin
estrategia, pretende limpiar el camino de obstáculos para IMPONERSE por encima
de la sociedad. Así ha sucedido con el tratamiento al caso michoacán, con el
lamentable comisionado Alfredo Castillo, quien hizo méritos para que se le
caricaturizara como "el virrey"; sucedió con los autodefensas
encarcelados, con el mandar desaparecer a 43 estudiantes y asesinar a otros. Ha
sucedido con las represiones sociales, mediada por los gobernadores, en
Veracruz, Puebla, Estado de México, con los Yaquis, etc.
Igualmente sucedió con las reformas, mal llamadas
"estructurales", con el populismo con el que pretendieron resolver el
caso de reforma en el Instituto Politécnico Nacional; con la imposición de
nuevos gobernadores en Michoacán y Guerrero. Y, la evidencia, se conoce en
estadísticas frías de la caida, dentro y fuera del país, de la imagen
presidencial, acompañada de torrenciales manifestaciones en los 5 continentes y
de cientos de recomendaciones de organismos internacionales que demandan
respeto a los Derechos Humanos (por cierto, multinegados y hasta censurando
señalamientos) como el respeto a la vida, a la no tortura, a la libertad de
manifestación, de expresión, a la transparencia, combate a la corrupción y a la
rendición de cuentas, entre otros que el periodismo crítico ha divulgado con
amplitud y tanto molesta a los involucrados.
Pero son de vista corta, internamente (el gobierno) atribuyen,
entre otras cosas, a la incapacidad para generarle una buena imagen en los
medios de comunicación. No logran ver que el marketing tiene límites para
sostener falsedades que se desmiente por el hambre, la inseguridad, la pobreza
extrema, la corrupción visible en los 3 niveles de gobierno, el entreguismo y
la privatización de muchos de los servicios que deberían ser públicos, etc.
En esta tarea, Televisa y TV Azyeca han resultado insuficientes.
Ppor eso, tocan a su principal competidor informativo y, asimismo, está más que
claro que el agua, que se avecina una avalancha de persecusión (por varias
vías, incluyendo las legislativas) contra otros medios y contra los espacios
online, corromper a muchos, encarcelar a otros, en fín, prefiero no mencionar
las posibilidades siguientes, no quiero darles más ideas, por aquella
posibilidad lejana de que no las hayan pensado.
Pero, mi apreciación de que el gobierno da un golpe y recibe dos
es importante porque la salida de Carmen Aristegui, de MVS, ha permitido que
muchos ciudadanos nos estemos expresando y estemos preocupados por el vacio
momentáneo que se producirá. Y a la vez, por lo que sigue. O, a caso aún
podemos creer que se trata de un caso ENTRE PARTICULARES? Una situación
laboral? Claro que no. Lo de Carmen Aristegui responde a una nueva estrategia
de cubrir la boca de todos los que podemos abrir espacios a la expresión
popular. Parten de la idea (insuficientemente real) que callando a los medios
el país se apasiguará.
Y creo sinceramente que separan momentáneamente, a Carmen
Aristegui. porque los periodistas comprometidos nos cierran un espacio y
aparecemos en otro. En este caso, con el agregado de cargar con una gran
publicidad gratuita que el poder público ha alentado.
Al propio tiempo, MVS ya no será la misma empresa, muchos
pensarán peores compromisos de los que haya establecido con el poder público y
ello va en detrimento de la credibilidad. Y es que en materia periodística no
solo es importante que nos escuchen, sino también que nos crean. La
credibilidad produce conciencia y esta se convierte en acciones
transformadoras.
Veo como de inmediato muchos hablan de cancelar sus contratos
con Dish y también en dejar la programación de MVS, pues la figura principal ya
no está en la cartelera y, quienes la rellenan no han podido, en toda su vida,
construir una imagen propia y liderar en esta gran tarea.
No es casual que, a raíz de este acontecer, ya sean miles las
personas que han candidateado a la compañera periodista, para que pudiera ser
aspirante a la Presidencia de la Radio La Nueva República en las elecciones del
2018 y, algunos hasta agregan: "o antes". Habla del reconocimiento
social ganado apartir de ejercer la tarea periodística basada en principios y
valores democráticos como para confiarle que pueda ser una alternativa por la
claridad de ideas, por el rumbo, la vocación nacionalista y democrática de la
que ha dejado testimonio.
Uno de mis amigos, me solicitó retirar la fotocomposición que
hice de Aristegui, y que en forma de apoyo puse como portada de mi face. Se
trata de la fotografía de una multitud frente al Ángel de la Independencia y
Carmen hablando frente a un micrófono.
Para mí, tiene la representación de que ella ha sido la voz de
esas muchas multitudes que se han manifestado. Y también lo ha sido de los que
carecen de voz, que son los desposeidos de todo, hasta del derecho de saber y
de hablar. Entonces, repensé la postal y sólo logré reafirmar que debería
mantenerse ahí.
Hoy estamos en esos casos en que podemos decir que Carmen
Aristegui gana con perder "EL EMPLEO" momentáneo. Cuando se es
calificado y se demuestra esa calificación, siempre hay interés en incluirlo en
su cartelera. Cierto que los monopolios mexicanos no lo harán. Pero aveces es
importante construir desde abajo nuevas posibilidades y eso se logra con la
constancia, con una actitud firme y clara del horizonte. Sin duda, nos esperan
muchas sorpresas, porque lo sucedido invita a la creatividad informativa y a la
búsqueda de nuevas posibilidades del quehacer periodístico.
Por otro lado, cada día encuentro más razones para comprender
que los liderazgos de opinión, como cualquier tipo de liderazgo, se alimentan
mucho de la necesidad. Y hoy, los mexicanos tenemos mucha necesidad de buena
información de manera que la verdad seguirá brotando por todos lados
Y bueno, si el caso quizo manejarse como un asunto meramente
"LABORAL", nuevamente dan un golpe y recibirán dos: Carmen tendrá
empleo en algún otro lugar; pero, el otro golpe, es que seguro podrá hablar con
mayor libertad, con más solvencia moral, con ojo más clínico, con mayor
respaldo social y, cuando se le sigue a un líder de opinión (en este caso a una
auténtica lidereza), muchas cosas pueden suceder en un país urgido de un
liderazgo en quien se pueda confiar, pues las continuas decepciones de los
partidos políticos ya nos han vacunado contra ellos. Al mal tiempo, buena cara.
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