Carta
de cinco activistas de paz a Obama
¿Qué le pasó a usted, querido hermano? ¿Qué fue de ese valiente e
inteligente Obama?
Su Excelencia
Presidente Barack Obama
La Casa Blanca
1600 Pennsylvania Avenue N.W.
Washington, D.C. 20500
1600 Pennsylvania Avenue N.W.
Washington, D.C. 20500
12 de marzo 2015
Estimado
Presidente Obama*,
Le
saludamos como a un hermano en Cristo Jesús nuestro Señor, con amor y respeto,
en cmplimiento del mandato que debemos amar incluso a aquellos que, como
enemigos, se comporten contra nosotros.
¿Qué le
pasó a usted, querido hermano ¿Qué fue de ese valiente e inteligente Obama que
en 2008, y a lo largo de su campaña presidencial, habló de cambio, cambio
verdadero, en el que la gente pudiera creer? Usted inspiró esperanza a millones
de personas, tanto en los EE.UU. como alrededor del mundo, incluyendo a nosotros.
Recordamos
las encuestas de opinión que registraban un número peligrosamente significativo
de afroamericanos que no estaban a favor de su elección, pero no porque no les
gustaran las cosas que decía y prometía. Ellos le amaban demasiado. Ellos no
querían que usted fuera asesinado por el complejo militar-industrial-financiero
en caso usted tuviera la valentía para seguir adelante con su visión y su
promesa de que los Estados Unidos retornase a la comunidad humana. Es decir,
impedir que los EE.UU. siguiera comportando de una manera que solo generaría
guerras más y más grande hasta el punto de eliminar a nuestra propia especie
humana.
Usted
personalmente sabía que Estados Unidos era el país más odiado en la historia
del mundo por su arrogancia y su diabólico objetivo nacional de dominación de
espectro completo. Contrariamente a lo que fue el caso de dirigentes como
Ronald Reagan y George W. Bush, que nunca jamás fueron acusados de ser
inteligentes, usted es claramente una persona inteligente. Además de eso,
mostró signos de tener muy arraigados valores éticos y morales y adhesión a los
principios y valores proclamados por Jesús y, de hecho, por todos los grandes
líderes espirituales del mundo, independientemente de su religión.
Lo que
nos impulsa, querido hermano, a escribir esta carta es su extremadamente
vergonzosa Orden Ejecutiva del 9 de marzo 2015 declarando una emergencia
nacional con respecto a la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad
nacional y a la política exterior de los Estados Unidos planteada por la
situación en Venezuela. No podía dejar de recordarnos de una Orden similar
emitida por Reagan hace más de tres décadas para tener las manos libres para el
lanzamiento de su guerra de la Contra, contra su más que legitima Revolución
Sandinista en la década de 1980. Decimos vergonzosa y extremadamente hipócrita,
pero también su Orden Ejecutiva es una flagrante violación del derecho
internacional por constituir una amenaza del uso de la fuerza contra Venezuela
y, al mismo tiempo, servir como estímulo a sus lacayos venezolanos a continuar
en sus esfuerzos para desestabilizar el país.
Usted
debe saber, querido hermano, que en América Latina hay un creciente sentimiento
de unidad y solidaridad en lo que la gente de la región considera su extendida Patria
Grande indolatinoamericana-afrocaribeña.
Mientras
rechazamos totalmente su arrogante e intervencionista Orden Ejecutiva, le
instamos que vuelva a Jesús, a la fraternidad, la solidaridad y la paz y a que,
de una vez por todas, rechace los demonios de la codicia, de la guerra y de
dominación sobre nuestra planeta.
Usted
seguirá estando en nuestras oraciones por usted, sus seres queridos, su país y
nuestro mundo.
La
asombrosa gracia de Dios no le faltará sí usted no le da la espalda a Él. Amor
y bendiciones,
Miguel d' Escoto Brockmann, M. M. (Nicaragua)
Leonardo Boff (Brasil)
Obispo Pedro Casaldáliga (Brasil)
Obispo Thomas Gumbleton (EE.UU.)
Leonardo Boff (Brasil)
Obispo Pedro Casaldáliga (Brasil)
Obispo Thomas Gumbleton (EE.UU.)
Ramsey Clark (EE.UU.)
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