martes, 3 de marzo de 2015

La Asamblea pierde respaldo






En comparación a mayo del 2013, la Asamblea pierde respaldo. Falta de independencia, escasa fiscalización y una desconexión con la gente son los factores. La aprobación de la gestión de la Asamblea Nacional por parte de la ciudadanía sufrió un descenso.
 Los porcentajes históricos de alta aceptación conseguidos en mayo del 2013 y que se consolidaron a lo largo de ese año, no pudieron sostenerse en el 2014. Así lo ratifican las cifras de Cedatos y Market. Si bien entre las dos encuestadoras existen diferencias en los datos obtenidos, ambas confirman que ya existe una “tendencia a la baja”.

 Según Cedatos, el techo de este período legislativo se dio en agosto del 2013 cuando la Asamblea Nacional, en manos de Gabriela Rivadeneira, alcanzó el 45% de aprobación. En la actualidad, esta cifra se ubica en un 38%, es decir se perdieron 7 puntos. Las cifras de Market en cambio establecen una brecha aún mayor. Según esta, la máxima calificación a la gestión legislativa se dio en julio del 2013, cuando se ubicó en el 60%, cifra distante a la registrada en septiembre del 2014, cuando perdió 25 puntos y se ubicó en un 35%. “La Asamblea está entrando en una crisis de representación. El poder Ejecutivo y el poder Legislativo son vistos como uno solo”, asegura Francis Romero, director de investigación de Market.

 Según las dos firmas, existen cuatro factores claves que son percibidos por la ciudadanía y que fueron obtenidos en grupos focales (charlas a profundidad con colectivos sobre temas específicos) y que han repercutido en la aprobación de legislativo. El primer factor es la escasa fiscalización por parte de los legisladores. De hecho, según el Observatorio Legislativo, durante los 15 meses de este período no se ha impulsado ningún juicio político.
 Otro elemento de esta merma es la falta de una agenda propia y la dependencia a las normas enviadas desde el Ejecutivo. En tercer lugar, las dudas nacen de la aprobación de leyes que la población no conoce a profundidad como el Código Orgánico Integral Penal o el Código Monetario. Y, finalmente, la pretensión de Alianza País de cambiar la Constitución vía enmienda genera este rechazo que señalan.

 Esta baja en la aceptación no solo afecta a la Legislatura como tal, sino a sus representantes. Gabriela Rivadeneira, por ejemplo, tenía una aprobación del 45% al inicio de su gestión; ahora es de 35%. El director de Cedatos, Polibio Córdova, dice que el nivel de confianza que la población tiene en los parlamentos es bajo en comparación al apoyo que recibe un Primer Mandatario. Cita como ejemplo los años de 2005 y 2006, cuando esta cifra se ubicó en el 6%. Si bien Córdova reconoce que la actual Legislatura está en baja, no deja de ser la mejor puntuada en la última década. Incluso supera la aprobación durante la administración de Fernando Cordero, que entre el 2009 y el 2013 se mantuvo entre el 28%.

 Dentro de la arena legislativa, tanto opositores como oficialistas manejan sus propias hipótesis sobre esta baja en la aprobación. Para los primeros, este descenso obedece a la falta de independencia y a la llegada de temas complejos para la coyuntura, como los fondos previsionales o las utilidades de las telefónicas. Para el oficialismo, en cambio, se trata de una falta de comprensión por parte de los actores sociales y, además, a una campaña de desinformación de la oposición.

 La oficialista Ximena Ponce no desconoce este descenso en la opinión pública, pero sostiene que “hay coyunturas que originan desgastes. También hay una falta de comprensión porque algunos medios de comunicación no dan a conocer el rol que tiene la Asamblea”. Pide que más allá de estos datos, se contemplen los logros alcanzados en estos meses. Su colega de bancada, Gabriel Rivera, presidente de la Comisión de Fiscalización, es más escéptico con estas cifras pues asegura que recibe al apoyo de la gente en las calles e insiste en que es necesario realizar una evaluación integral. “Ya no hay los cenicerazos del pasado ni el toma y afloja”

. A la vez considera que la baja en la aceptación se debe a que “con la complicidad de cierta prensa” las propuestas del oficialismo han sido desdibujadas. El bloque de Alianza País se ampara en las comparaciones regionales. La actual Legislatura supera al promedio de los parlamentos latinoamericanos que es del 30%, e incluso a los europeos ,que es del 33%. “El poder ejercido durante mucho tiempo de manera arrolladora desgasta” asegura el opositor Luis Fernando Torres (Cambio/PSC/Creo) para quien la estrecha relación entre el Primer Mandatario y el bloque de Alianza País les “está pasando la factura”.

 ¿Qué espera la gente de la Asamblea? Esta ha sido una de las interrogantes que las dos encuestadoras realizan a sus entrevistados en los grupos focales. Y tres han sido las respuestas: que la Asamblea tenga una agenda propia y que sea un contrapoder del Ejecutivo; que fiscalice a los actores políticos, y, finalmente, que si se cambia la Constitución, consulte a la gente y que no se lo haga únicamente vía legislativa.

 Datos Históricos 1995 Durante el gobierno de Sixto Durán Ballén el Congreso Nacional tuvo una aceptación del 26%; los diputados, solo el 9%. 1998 Al inicio del Gobierno de Jamil Mahuad, el Congreso Nacional tenía una aprobación del 31%. Para 1999, esa cifra descendió al 11%. 2004 Uno de los porcentajes de apoyo más bajos al Congreso se dio durante el gobierno de Lucio Gutiérrez: apenas el 7%. 2006 El Congreso durante la época de Alfredo Palacio terminó con una aceptación del 6% y los diputados con una credibilidad del 5%. 2007 Al inicio de la gestión de Rafael Correa el reconocimiento a la labor legislativa continuaba baja. En ese tiempo el porcentaje era del 8%. 2008 La instauración de la Asamblea Constituyente significó un repunte en la calificación a la legislatura, con un histórico 53%. En contexto En mayo del 2013 se posesionó la nueva Asamblea Nacional. Alianza País logró una mayoría absoluta de 100 de 137 legisladores. Por primera vez en la historia, la Presidencia y las dos Vicepresidencias fueron ocupadas por mujeres. Balance de la labor de los legisladores Mayo 2013 - mayo 2014: En fiscalización ningún asambleista presentó solicitudes de juicio político en la Comisión de Fiscalización y Control Político. La fuente para estos datos fue el Observatorio Legislativo.

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