Avatares políticos
Aurelio Maldonado Aguilar
Como de costumbre los escándalos y los intríngulis políticos no cesan. Los indicios y pruebas que pesan sobre el Mashi, cada vez más le tienen contra la pared. El enorme despliegue de abogados nacionales e internacionales que lo defienden, demuestra su angustia creciente y como sabe y bien que ya no tiene jueces, fiscales y cortes a su servicio, la defensa no tiene otra cosa que buscar minucias y tratar de cambiar testimonios, siendo así que, de la forma más desvergonzada, audaz y arbitraria “visitan” en el presidio a testigos e involucrados con el ánimo de tirar al suelo los argumentos del fiscal, ofreciéndoles inmunidad y ayuda de supuestos organismos como la OEA, que antes denostaban e incluso prometerles ayuda para que puedan, expatriados en Bélgica principalmente, rehacer su vida con holgura económica y protección.
De toda esta vergonzante tramoya, surgen preguntas e inquietantes realidades. Sus abogados extranjeros, a quienes van comprobando que no son del grupo de los honestos, viajan como observadores en teoría y sin embargo meten sus narices en nuestra justicia y se dan el lujo de pontificar criterios lejanos de la realidad como lo hace cualquier mafioso que trata de salvar a su padrino.
Desde luego que son de los más caros del mundo y cobran verdaderas bicocas como honorarios además de vuelos y estadía a cuerpo de rey, dineros que según ellos mismos, no saben quién los paga, generando otra de las desvergüenzas más drásticas a las que nos tienen acostumbrados ya más de una década. Requisitos interminables necesitamos los profesionales ecuatorianos para poder ejercer en nuestro y propio país, mientras que ellos se pasean por audiencias, cortes y cárceles, como en su casa, surgiendo la inevitable pregunta de ¿quién o quiénes los protegen y permiten hacerlo?
La indignidad campea. Pensar que todo surge de averiguaciones y cuestionamientos de Balda y Lara en lo que se ha dado en llamar el caso “mameluco” que no es otra cosa que indicios y pruebas que ellos aseguran de un acoso sexual del Mashi en contra de un hombre y sus favores. Cosa que se tendrá que probar, desde luego, pero que aparece como el germen donde nació la idea tenebrosa del secuestro, con todas y estas sí claras pruebas de cheques pagados a los secuestradores desde cuentas del estado y la intermediación de agentes de la nunca bien ponderada Senain a los que ordenó directamente de la forma más mafiosa al utilizar un nombre para el delito y su desarrollo e incluso usar alias que los esconda.
Vergonzoso. Pensar que estuvimos dirigidos por una década por gente de esta calaña y que, es más, qué torpes habernos tragado su cuento y ponerlos en el poder. Y como son cientos de procesos donde los sobreprecios y las coimas es el idioma común, seguiremos y por mucho tiempo ocupados en su desenlace, pero también llama poderosamente la atención, que teniendo algunos encarcelados y muchos otros prófugos, vamos para años de no recaudar un céntimo de lo robado y muchos saldrán de la cárcel con cabellera implantada y llenos de dinero para gastarlo a voluntad, mientras que el pueblo cada día ve más difícil su suerte. Pero otro proceso que siendo una farsa burda y triste de nuestra historia, el famoso y cacareado 30S, también va juntando irrefutables pruebas de que fue un ardid que mató y atropello derechos de muchos y que ahora también les está pasando la cuenta a los complotados para el amaño. Vergüenza nos toca sentir como pueblo. Vergüenza de tener en la grey ecuatoriana, ejemplares políticos tan pillos. ¿A quien tenemos que clamar para que se haga justicia? Tendremos que hacerlo al nuevo gobernante, Lenin, a pesar de que un inteligente amigo dice con evidente sorna que no “anda” bien. (O)
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