Estimados todos entiendo su malestar. Este tema va más allá de una comprensión racional. Ha sido un camino muy largo y duro para la familia.
Ayer fue muy potente el mensaje. Tanto que es probable que la audiencia se señale para después de votaciones. Tanto que Ochoa piensa abandonar el caso. Tanto que han interferido teléfonos y redes sociales. Tanto que nos piden a la familia y sus abogados tener cuidado. Su constante apoyo da fuerza al Principito y su madre. Pero no sobre-reaccionemos. Seamos estratégicos. La protesta es lícita. La causa es más que justa. No les demos la oportunidad de restarle valor con actos desatinados y desproporcionados.
El proceso es reservado por tratarse de un delito delicado. Por eso se resguarda el nombre de la víctima. El agresor ha recibido una condena, pero la misma tiene que revisarse por el órgano superior (Corte Provincial). Su decisión será en definitiva ratificar culpabilidad o declarar inocencia. Es parte del proceso. Queda aún un largo trayecto que atravesar. De lo que ellos decidan, también el máximo órgano de Justicia del Estado (la Corte Nacional) se tiene que pronunciar. Por lo tanto, la sentencia aún no se ha ejecutoriado. Tomen esto en cuenta para hacer cualquier comentario.
Es evidente que hay poderes superiores queriendo injerir en el caso. Lo supimos desde que inició el proceso. Pero con valentía y fortaleza lo hemos sabido superar. El prestigio de una institución no podrá estar jamás por encima de la voz de nuestros niños. La voz de ustedes mujeres, de lo que representan, de su familia se escuchó potente. Los que quieren manosear el caso no se imaginaron nunca el impacto. La mano negra seguirá presente, pero luego de lo que pasó ayer intervendrá de una manera cauta, una que no provoque tanto malestar en la gente. Por eso les pido que no cesen. Que no paren. Exprésense. Defiendan lo que creen y lo que protegen. Pero siempre en respeto y con mucha prudencia. Recordemos que en esta causa somos la voz de nuestros niños, son ellos los que no mueven.
Ayer fue muy potente el mensaje. Tanto que es probable que la audiencia se señale para después de votaciones. Tanto que Ochoa piensa abandonar el caso. Tanto que han interferido teléfonos y redes sociales. Tanto que nos piden a la familia y sus abogados tener cuidado. Su constante apoyo da fuerza al Principito y su madre. Pero no sobre-reaccionemos. Seamos estratégicos. La protesta es lícita. La causa es más que justa. No les demos la oportunidad de restarle valor con actos desatinados y desproporcionados.
El proceso es reservado por tratarse de un delito delicado. Por eso se resguarda el nombre de la víctima. El agresor ha recibido una condena, pero la misma tiene que revisarse por el órgano superior (Corte Provincial). Su decisión será en definitiva ratificar culpabilidad o declarar inocencia. Es parte del proceso. Queda aún un largo trayecto que atravesar. De lo que ellos decidan, también el máximo órgano de Justicia del Estado (la Corte Nacional) se tiene que pronunciar. Por lo tanto, la sentencia aún no se ha ejecutoriado. Tomen esto en cuenta para hacer cualquier comentario.
Es evidente que hay poderes superiores queriendo injerir en el caso. Lo supimos desde que inició el proceso. Pero con valentía y fortaleza lo hemos sabido superar. El prestigio de una institución no podrá estar jamás por encima de la voz de nuestros niños. La voz de ustedes mujeres, de lo que representan, de su familia se escuchó potente. Los que quieren manosear el caso no se imaginaron nunca el impacto. La mano negra seguirá presente, pero luego de lo que pasó ayer intervendrá de una manera cauta, una que no provoque tanto malestar en la gente. Por eso les pido que no cesen. Que no paren. Exprésense. Defiendan lo que creen y lo que protegen. Pero siempre en respeto y con mucha prudencia. Recordemos que en esta causa somos la voz de nuestros niños, son ellos los que no mueven.
Dra. Gisela Vaca
Abogada
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