sábado, 18 de febrero de 2017

¿Lenin Moreno y Monseñor Proaño?

Este comunicado de la Fundación Pueblo Indio del Ecuador comprueba la mentira de Lenin Moreno sobre que conoció a monseñor Leonidas Proaño en 1970 como un "curita que practicaba la teología de la liberación" en Pucahuaico, pueblo que ni siquiera puede ubicar.


“Respete y haga respetar, valore y haga valorar ese tesoro que tenemos en los pueblos indígenas de nuestra Patria”.
Mons. Leonidas Proaño
El candidato del oficialismo nace el 19 de marzo de 1953. El diario El Telégrafo recoge parte de su discurso en la Tribuna del Sur de Quito en el que se sostiene: “finalizó su intervención recordando su adolescencia, cuando, con 17 años, fue a alfabetizar a la comunidad de Pesillo, al nororiente de Cayambe, en el sector imbabureño de Pucahuayco. Entonces, conoció a Monseñor Leonidas Proaño Villalba (1910-1988), quien se convirtió en su referente, según admitió”.
Y en un video publicado recientemente el mismo candidato sostiene: “Fui por un tiempo voluntario del Programa Nacional de Alfabetización. Allí tuve la oportunidad maravillosa de que se me comunique que en un pueblito, cercano a San Antonio de Ibarra que se llamaba Pucahuaico, a los pies del Taita Imbabura había un curita que practicaba la teología de la liberación. Entonces tuve la oportunidad de conocer a Mons. Leonidas Proaño, una de las mayores y mejores experiencias de la vida. No conversé con él, solamente le escuché decir: Bienvenidos luchadores de la paz y de la vida…no a aquellos que quieren arrasar la tierra. Por eso repito con mucha frecuencia esta frase porque incluye a todo”.
Qué triste constatar que candidatos desesperados en la competencia por el poder mienten y mienten y no dejan de mentir.
Es absolutamente imposible que él haya conocido a Mons. Proaño en 1970 en Pucahuaico, porque de 1954 a 1987 Monseñor vivió en Riobamba y en esa época él no tenía la más mínima idea de realizar su último sueño en la comunidad de Pucahuaico, al pie del Taita Imbabura. De igual forma es totalmente equivocado decir que Pesillo, al nororiente de Cayambe queda en Imbabura… en Pucahuaico, e igualmente es inadmisible aceptar que le haya escuchado la frase –incompleta y mal contada por él- que dice haberle oído “al curita que practicaba la teología de la liberación”, porque esa frase corresponde al clamor pronunciado por Mons. Proaño en Alemania en 1987 cuando recibió un doctorado Honoris Causa en la Universidad de Saarlandes en el que textualmente expresa: “Busco en todas partes luchadores por la Paz y por la Vida. Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde, antes de que la ambición y la locura de unos hombres conviertan a nuestro planeta tierra en una luna muerta, en un cementerio del espacio”.
Cuánta arrogancia existe en quienes están por perpetuarse en el poder. Utilizan burdamente y sin el menor respeto ni escrúpulo, hasta el pensamiento de personalidades como la de nuestro Profeta, cuyas grandes enseñanzas y ejemplo paradigmático de vida con su opción radical por los pobres y por la pobreza están vivos en nuestro pueblo, y no es justo que sean manipulados.
Con cuanta verdad el profeta de los Pobres y Obispo de los Indios decía: “El despertar de los pueblos indígenas tiene alarmado a los poderosos de dentro y fuera del país. Y, para obscurecer esta aurora, se ponen en práctica sutiles y tramposas telarañas de ofrecimientos de dinero, de obras deslumbrantes, de becas y atractivos, con el objetivo de volver a anularlo, de confundirlo, de dividirlo…”
Si dicen que Mons. Proaño es su referente deberían al menos:
1. “Considerar la vida de los pueblos indígenas como algo sagrado, como algo que debemos respetar”.
2. Haber logrado en estos diez años, “devolver a las nacionalidades indígenas un territorio suficiente para que puedan desenvolverse, para que puedan vivir como tales, como nacionalidades. Si no tienen un territorio, se les está matando, se está atentando de otra manera a su vida, a su existencia” Según Mons. Proaño
3. Garantía y vigencia plena de los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas y participación en plano de igualdad en un estado realmente plurinacional.
4. Haber restaurado la verdadera política y los medios honestos. Como sostiene Mons. Proaño “A la mentira hay que contraponer la verdad. Al engaño hay que contraponer la lealtad. Al abuso hay que contraponer la legalidad concebida como un respeto a los derechos de todos los hombres. Al envilecimiento de las personas por la compra de sus conciencias, hay que oponer un gran respeto a la dignidad de la persona humana”.
5. Respeto y valoración del tejido organizativo nacional, pues Mons. Proaño fue defensor nato de las organizaciones indígenas y populares y decía: “No pretendan ser constructores de un mundo nuevo sin contar con la fuerza del pobre, del indígena, del hombre que ha sido menospreciado durante siglos”.
6. Desechar el modelo capitalista extractivista pues con concesiones y entregas de territorios indígenas a transnacionales chinas, están provocando la extinción de los pueblos indígenas contactados o no… y están convirtiendo a la Amazonía en una luna muerta, en un cementerio del espacio.
Quito, 16 de febrero del 2017
FUNDACIÓN PUEBLO INDIO DEL ECUADOR

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