El prófugo pone a Chiriboga contra la pared
Galo Chiriboga está inhabilitado para ejercer el cargo de fiscal de la Nación. Su obligación ética es renunciar y someterse a las investigaciones que, de oficio, la propia Fiscalía debería iniciar con el fin de aclarar su participación en los escándalos de corrupción que sacuden el país y su relación con Carlos Pareja Yannuzzelli, Capaya, quien acaba de lanzar graves acusaciones en su contra. En lugar de hacer eso, la Fiscalía ha puesto a su departamento de relaciones públicas a trabajar en redes sociales para defender la honra y la imagen de su jefe. Es el mundo al revés.
Ocurre que hoy, 8 de febrero, Galo Chiriboga recibió dos golpes desde la cuenta de Twitter de Capaya. En uno de ellos el prófugo sugiere que Chiriboga recibió un maletín lleno de billetes en el Swishotel de Quito. Lo emplaza, de hecho, a responder ante el polígrafo si lo hizo o no. En otro, cuenta que fue el fiscal, a través de una llamada telefónica, quien lo alertó sobre cierta información que había recibido en Panamá. Eso ocurrió, dice el denunciante, el 26 de septiembre de 2016. Gracias a esa alerta y por recomendación de Jorge Glas (siempre según Capaya) decidió salir del país.
Según la cuenta de Twitter de la Fiscalía, la acusación de Carlos Pareja no puede ser tomada en serio porque existe un informe de Movistar que dice que el 26 de septiembre del 2016 el teléfono de Pareja no registra llamadas entrantes ni salientes durante todo el día. “Según el reporte de Movistar, el número de Carlos P.Y. no registra llamadas entrantes ni salientes el lunes 26 de septiembre de 2016”. En otro tuit la cuenta insiste en el mensaje y deja sentado, como para que no queden dudas sobre una posible complicidad con el ahora prófugo, que Pareja “hoy enfrenta 4 procesos penales sobre #CasoPetroecuador”.
El reporte de Movistar desvirtúa lo dicho por Carlos P.Y., quien hoy enfrenta 4 procesos penales sobre #CasoPetroecuador
Lo insólito del mensaje de la Fiscalía no es únicamente que exhiba el argumento, por demás pueril, de que si el teléfono de Movistar de Capaya no registró llamadas ese día, entonces Chiriboga queda libre de sospechas. La llamada perfectamente pudo haberse hecho a través de un teléfono de Porta, a través de Whatsapp o del teléfono fijo de la Fiscalía. No, eso no es lo verdaderamente insólito. Lo increíble es que la Fiscalía haya salido a defender la inocencia de Chiriboga. Una Fiscalía de verdad no defiende: acusa. Es el mundo al revés. En un escenario normal, la Fiscalía debía haber llamado a declarar o iniciado una investigación a quien recibió la llamada de un procesado como Pareja Yannuzzelli o buscar más precisiones del denunciante, pero nunca a sostener que no se puede dudar del Fiscal.
Este sin sentido o absurdo institucional se produce por una simple razón: Chiriboga no tiene ningún tipo de legitimidad para ser Fiscal. No la tuvo desde que asumió el cargo por la serie de vínculos profesionales, familiares y hasta afectivos que tenía con el presidente Rafael Correa. Y porque, tan pronto saltó el escándalo de los Panamá Papers, perdió cualquier autoridad para investigar ese entuerto que, a la postre, destapó el tema de la refinería de Esmeraldas en el que están embarrados Capaya y compañía. Es precisamente por todo esto que Chiriboga, que se supone debería investigar, se encuentra ahora bajo sospecha de ocultar información. 4Pelagatos ya pidió, en un editorial el 5 de abril, la renuncia de Chiriboga, pues en el caso de los Panama Papers aparecía involucrado en un oscuro episodio que lo convertía en un sujeto investigación y, por tanto, lo anulaba como investigador.
Los dos mensaje de Capaya son, en ese sentido, una prueba o una evidencia más de que Chiriboga no puede ser el Fiscal. Si se ha llegado a este estado vicioso es, precisamente, porque quien debe ser investigado está ejerciendo el papel de investigador.
Las personas que me alertaron para salir del pais fueron...#CapayaLeaks
Los dos tuits que la Fiscalía colocó en su cuenta para librar al Fiscal de cualquier sospecha son una aberración producto de la presencia de Chiriboga al frente de la Fiscalía. Se trata de una distorsión absoluta de la institucionalidad. Una distorsión que se inició cuando el proyecto correísta se planteó la cooptación de todos los poderes como una fórmula para garantizar no solo el poder total sino también la impunidad absoluta.
Chiriboga desde hace tiempo está inhabilitado para seguir siendo el fiscal de la Nación. No ha investigado el caso ni puesto una querella judicial contra Odebrecht por sus actos dolosos en Ecuador. Más aún, hoy existe la certeza de que, con él, nunca se sabrá la verdad por dos razones en particular. Una: porque protege a sus amigos del gobierno. Y la más importante: sobre él pesan acusaciones que es necesario esclarecer. No puede hacerlo él, a la cabeza del Ministerio Público. De investigador encubridor, Galo Chiriboga pasa a ser sujeto de investigación. El mundo al revés.
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