Por Jaime
Cedillo Feijóo
Ante la presión de ciertos “personajes” que
se dedicaron a lanzar lodo con ventilador, con respecto a la donación de un
terreno para el Colegio de Periodistas del Azuay, gestión que se realizó
durante la presidencia del licenciado Manuel Vallejo Chávez; la administración
municipal de Cuenca, ratificó, una vez más, los pronunciamientos dados sobre este caso, con abundante documentación
de sustento. Con fecha 28 de marzo del presente año, los funcionarios
municipales Pablo Peñafiel Tenorio, Director de Avalúos, Catastros y Estadísticas;
Boris Xavier Landívar Villagomez, Director de Control Municipal; y, Carlos
Chávez Rodríguez, Director de Planificación, le informan al Secretario del
Concejo Cantonal, Ricardo Darquea Córdova (oficio DP-0629-2014), que ante el
pedido del Síndico Municipal, Jorge Moreno Yánez, para que se amplíen los reportes técnicos,
concluyen que el terreno motivo de la polémica y del escándalo, no es municipal (las negritas son de la revista).
En la parte pertinente, el informe señala
textualmente lo siguiente: “Se ha procedido a revisar copia digital del plano
Director de la ciudad de 1974, en el que se puede apreciar que el sector
comprendido dentro de las calles Juan de Velasco, avenida González Suárez y una
línea imaginaria paralela a la avenida Paseo de los Cañaris, consta dentro de
una zona marcada en la simbología de dicho plano como “futuras áreas de uso
comunal”. Toda esta zona en la actualidad se encuentra consolidada con
edificaciones y vías”.
“En la copia digital del plano Director de la
ciudad aprobado mediante ordenanza el 5 de octubre de 1983 y publicado por el
IGM en abril de 1984, el predio en referencia NO CONSTA COMO AREA VERDE DE LA
CIUDAD” (las mayúsculas son de la revista).
“De acuerdo al plano Director de la ciudad
aprobado por el I. Concejo Cantonal el 30 de julio de 1992 y publicado en el
registro oficial número 244 el 30 de julio de 1993, el predio en referencia NO
SE ENCUENTRA CATALOGADO COMO AREA VERDE DE LA CIUDAD” (las mayúsculas son de la
revista).
“ Finalmente, existe en circulación, un plano
de la ciudad, en el cual el predio en referencia se encuentra marcado como área
verde. Dicho plano no registra
aprobación del I. Concejo Cantonal” (las negritas son de la revista).
Este caso infame, inició en octubre de 2011,
cuando como consecuencia de una carta con términos injuriosos en contra del ex
Presidente del Colegio de Periodistas del Azuay, dirigida al Alcalde de Cuenca,
Paúl Granda, los firmantes en respaldo a
la Señora Bertha Jara Peña, quien es propietaria de un inmueble junto al predio
del gremio, cuyo cerramiento frontal se encuentra fuera de línea de fábrica,
ocupando espacio público, solicitaban: “…una investigación sobre la donación de
un terreno supuestamente de propiedad del señor Jorge Vélez Berrezueta,
realizada hace varios años a favor del Colegio de Periodistas.”, fueron
sentenciados en primera instancia a cumplir una pena de tres meses de prisión
por las injurias proferidas en dicho documento.
En segunda instancia, por las presiones
políticas, lograron revocar la
sentencia, misma que por el recurso de casación interpuesto por las partes,
quedó en firme, por cuanto a petición
del querellante, sus abogados no asistieron a la audiencia de sustentación del
recurso de casación, misma que fue declarada en abandono. Vallejo consultado
sobre este punto, aclaró que la no comparecencia de sus abogados, se debió a un
pedido verbal, del abogado Juan Carlos Salazar, defensor de dos de los
querellados.
Indicó además que aún sigue pendiente que las
autoridades municipales (obras públicas y control urbano), den cumplimiento a
la resolución Nº SG-037-2013, dictada
por el Alcalde Paúl Granda, en fecha 11 de abril de 2013, mediante la cual
resuelve: “RATIFICAR la resolución emitida por el señor Comisario de Ornato y
Construcciones, declarando con lugar el juzgamiento en contra de la señora
Bertha Leticia Jara Peña, cónyuge sobreviviente del señor Jaime Berrezueta
Martínez y su heredero Diego Fernando Berrezueta Jara, por la comisión de la
infracción en referencia, debiendo al efecto, contando con el ejecutorial
correspondiente, según el avalúo practicado en el informe técnico, no se le
impone multa, por el cerramiento frontal y parte de los cerramientos laterales
que se encuentran fuera de línea de fábrica, desplazados hacia la vía pública
ocupando la calle de retorno en 1,26 metros cada uno y el cerramiento frontal
en una longitud de 11 metros”. Además, a la parte infractora, se ordena demoler
y el retiro de la parte afectada, previo a ello, tramitar una nueva licencia
urbanística (línea de fábrica) en la Dirección de Control Municipal y colocar
el nuevo cerramiento tanto frontal como lateral norte donde se fije la misma,
es decir, deberá dejar libre el área ocupada del espacio público, para lo cual
se le concede el plazo de treinta días para cumplir lo ordenado una vez se
encuentre ejecutoriada la presente resolución. La resolución se encuentra ejecutoriada y en
firme, sin embargo, y pese haber
transcurrido un año aproximadamente de lo resuelto, hasta la presente
fecha, no se da cumplimiento con la demolición total del cerramiento levantado
en espacio público, pues en agosto del 2013, se procedió con la demolición
parcial de dicho cerramiento, pero abusivamente y en total desacato a la
autoridad, los infractores volvieron a levantar otro cerramiento en el mismo
espacio público que fue parcialmente recuperado.
Lo paradójico de este asunto es, que quienes
pidieron una exhaustiva investigación sobre el predio donado al Colegio de Periodistas
del Azuay, pretendieron, sin fundamento, que el municipio recupere el terreno
en mención, con el argumento de que es un espacio público, respaldando a la
señora Bertha Jara Peña, quien sí probadamente es propietaria de un bien
inmueble, cuyo cerramiento se encuentra fuera de línea de fábrica y, por lo
tanto, ocupando espacio público.
Así
termina una de los casos más infames que se han dado en la ciudad, por el
simple “delito” de haber trabajado incansablemente, hasta conseguir que el
gremio de periodistas del Azuay, tenga en calidad de donación, un terreno para
que algún día pueda construir su propia sede. Lo reprochable también fue que el
Alcalde saliente, permitió que se manche el honor de los ciudadanos Manuel
Vallejo Chávez, ex Presidente del Colegio de Periodistas, y de Jorge Vélez
Berrezueta, que fue quien donó desinteresadamente el terreno de su propiedad; y
el de sus familias, cediendo a las presiones de “personajes” cuestionados.
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