Análisis de Hoy
El último informe que emitió la
Sociedad Interamericana de Prensa, producto de su última convención realizada
en Barbados, trae conclusiones que son alarmantes para un importante número de
países en la región, en lo que respecta a la vigencia de derechos fundamentales
como la libertad de expresión. La SIP sostiene que en Ecuador, la Ley de
Comunicación creó la Superintendencia de Información y Comunicación que ya ha
aplicado varias multas a los medios imponiendo un nuevo tipo de censura que
coarta su capacidad operativa. Todo esto pese a que en la Corte Constitucional
reposan tres demandas de inconstitucionalidad de las que aún no existe un
pronunciamiento de dicha Corte. Aun así,
los castigos provenientes de esta Superintendencia van en aumento y los pedidos
de disculpas, multas y demás sanciones se van volviendo comunes por un sistema
que amedrenta el libre trabajo de los medios de comunicación.
La SIP puso especial atención al
acoso judicial contra medios y periodistas principalmente en Ecuador, Panamá,
Colombia, Venezuela, República Dominicana, Perú y Brasil con demandas civiles y
criminales “en especial interpuestas por funcionarios públicos en represalia
por denuncias sobre corrupción”, expresan.
A eso se agrega la falta de
transparencia y acceso a la información pública “que sigue siendo la norma en
Argentina, Bolivia, Guatemala, El Salvador, Panamá, Ecuador, Venezuela y
Nicaragua, donde algunos gobiernos mantienen el secretismo absoluto pese a la
vigencia en sus países de leyes de Acceso a la Información Pública que obliga
al Estado a divulgar sus actividades”. En Argentina, Ecuador y Nicaragua “los
gobiernos siguen ampliando el número de medios que se utilizan para hacer
propaganda”, dijeron los delegados de la SIP que acudieron a la cita en Barbados.
En el caso de Ecuador tenemos que
reconocer, desafortunadamente, que el diagnóstico expuesto se acerca
fehacientemente a la realidad. Y aunque es muy conocida la posición del
Gobierno de desacreditar cualquier pronunciamiento que emita la SIP, estos siempre
son importantes porque provienen de los representantes de medios de
comunicación independientes, que no están sometidos a los designios de sus
respectivos gobiernos, sino que obedecen, principalmente, a sus audiencias, que
son finalmente los ciudadanos que resultan ser los afectados por no tener
acceso a una información libre y que goce de todas las garantías por parte de
un Estado llamado a dárselas.
El Gobierno no podrá, por
siempre, desoír las cada vez más numerosas voces que critican sus prácticas que
promueven la autocensura y la ausencia de la libertad de expresión. La descalificación permanente,
tiene tiempo de caducidad, sobre todo a nivel internacional.
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