martes, 22 de abril de 2014

Elecciones fiestas y resaca



Por Marco Robles López
Las elecciones del 23 de febrero pasado, merecen unos comentarios puntuales: el movimiento político del gobierno, Alianza País, sufrió un incuestionable revés, como lo reconoció en algún momento el mismo mandatario. Perdió las elecciones en tres importantes regiones: en Quito, no solamente capital de la república, sino capital política del país; la alcaldía pasó a manos del representante de SUMA, Eco. Mauricio Rodas, de orientación conservadora (sus raíces políticas son socialcristianas); en Guayaquil, ganó la reelección el Abogado Jaime Nebot, en representación de la derecha radical PSC-Madera de Guerrero, partido y movimiento que así prolongan su existencia en el Guayas; en el Azuay obtuvo el favor popular y regresa a la alcaldía el Ing. Marcelo Cabrera, de centro izquierda, mientras su compañero, Ing. Paúl Carrasco, logró la reelección a la Prefectura. Uno de los secretos para el éxito habría sido comer cuy con papas en la “Pampa-mesa”, en lugar de la “refinada” pizza.

Cierto es que el triunfo a la Prefectura de Gustavo Baroja, en Pichincha y de Jimmy Jairala en el Guayas, “amortiguaron” la contundencia del revés. Pero en otras provincias y ciudades también perdió Alianza País, de manera que los resultados fueron bastante diferentes a los que obtuvo en las elecciones para asambleístas, cuando la organización política en el poder obtuvo una victoria indiscutible.
Es interesante anotar que el movimiento AVANZA, aliado y, paradójicamente distante del gobierno, tuvo buenos resultados y se presenta como la segunda fuerza política a nivel nacional. En tercer puesto queda SUMA; más atrás PSC-MG y CREO. Pero el problema que salió a luz  fue el evidente desencuentro entre dirigentes de AP y de Avanza, conforme señaló más de una ocasión el Eco. Ramiro González. Se dio a entender que si se hubiera materializado una alianza, otros habrían sido los resultados. Se considera que una de las “víctimas” de esos desencuentros ha sido el Arq. Fernando Cordero Cueva, quien, abrumado por los problemas administrativos, presentó la renuncia irrevocable a la dirección del IESS. Esto significa que cuando procede, desciende, como un buen submarino, a las profundidades y cuando es necesario, emerge a la superficie.
¿Cuáles pudieron ser los principales signos y causas del revés? En primer lugar la alarma ya se dio con la elección del nuevo rector de la Universidad Central, que cuenta con una población estudiantil de poco más de 50.000 jóvenes de diversas regiones del país: el candidato que en principio contó con el respaldo del gobierno, cuando organizó una marcha para reclamar determinados derechos, fue cuestionado y desairado por el poder central. El Dr. Samaniego se quejó de esta situación.
El sometimiento a silencio de la asambleísta Pavón y de dos de sus compañeras, todas tres de los registros de Alianza País, por disentir con relación al tema aborto, fue cuestionado por amplios sectores ciudadanos.
El asunto Yasuní igualmente provocó una gran desilusión entre los ecuatorianos y los argumentos que exhibió el gobierno, no han sido lo suficientemente convincentes, tanto que la mayoría de los alcaldes que firmaron una declaración apoyando la explotación del Yasuní, ¡sufrieron una clara derrota y no fueron reelegidos!. Los desencuentros con los médicos, las amenazas de traer galenos de otros países para sustituir a los nacionales, no fue una estrategia sensata y asimismo pasó la factura al régimen.
En Quito el alcalde Augusto Barrera, antiguo Pachakutik, cometió errores que predeterminaron su derrota y la presencia en la campaña electoral del Sr. Presidente no logró endosar los votos a su favor. Como consecuencia sufrió una aparatosa caída.
En Cuenca el caso COOPERA, aunque no se lo quiera admitir, fue uno de los factores más importantes en los resultados adversos que tuvieron los candidatos oficiales en Cuenca y Azuay, porque se identificó a la administración de dicha cooperativa con el gobierno. Centenares de personas que depositaron sus ahorros, sus jubilaciones o el producto de su trabajo en el extranjero, sufrieron por la quiebra de la entidad. Incluso ciudananos extranjeros radicados en esta bella ciudad, depositaron sus ahorros y han tenido graves problemas para recuperar el dinero. Esto, en fin de cuentas, fue doloroso y decepcionante para los ahorristas. La propaganda sobre el tranvía tampoco cuajó, ni siquiera con la inversión de una considerable suma de dinero para exhibir la maqueta de dicho vehículo. A esto habría que agregar las quejas ciudadanas por el supuesto incremento del personal administrativo y las consiguientes demoras en las gestiones burocráticas, los frecuentes cierres de calles para reparaciones y mejoras.    
  En algunas circunscripciones territoriales, como en Zamora-Chinchipe, Esmeraldas y Sucumbíos, ganaron las elecciones personas que tuvieron evidentes desencuentros con el primer mandatario. En la provincia del Cañar, únicamente ganó la reelección a la prefectura el Dr. Santiago Correa, de Alianza País, en consideración a sus atributos personales; pero la candidata de dicho movimiento a la alcaldía de la ciudad capital, perdió y ganó el candidato de CREO, que antes estuvo en Pachakutik. Asimismo se quedaron en el camino el alcalde saliente, que ganó las pasadas elecciones con Sociedad Patriótica, actualmente con pronóstico reservado, y se pasó al socialismo; el otro candidato, que fue del MPD, también dejó ese partido y un buen día, suavemente, “aterrizó” en Avanza. Todo en vano. Cuatro alcaldías del Cañar, ganaron los candidatos de Pachakutik. ¿Por qué reacciona así el electorado en una provincia a la cual el gobierno ha prestado indudable atención y en donde en breve funcionará la importante Universidadde la Educación? Nadie puede explicar correctamente el fenómeno. ¿El comportamiento ciudadano quizá obedece a que los asambleístas de AP no respondieron correctamente a las demandas ciudadanas? ¿La mayoría de la población votante, todavía  responde al clientelismo político y a las propuestas de la derecha?.   
Pues bien: aunque el movimiento Alianza País continúa en el primer puesto, es evidente la erosión de su organización “sempiterna” y, probablemente, también de la imagen de su máximo líder.
Mientras tanto, en Avanza, en Suma, sobre todo, hay fiesta y Ramiro González, el máximo representante de Avanza no oculta sus aspiraciones presidenciales. Igual el señor Mauricio Rodas, quien ya ha dado importantes pasos, para sondear y posiblemente para asegurar su camino a Carondelet. Eso significaría las oportunas visitas al alcalde electo Marcelo Cabrera, de la Atenas del Ecuador, al abogado Jaime Nebot, reelegido en Guayaquil. Lo cierto es que uno y otro tienen sus ventajas, pero Rodas contaría con un respaldo allende las fronteras patrias y eso ayudaría a “asentar bien su baza”, es decir a establecer correctamente su crédito político en el intrincado camino a Carondelet. González tendría que trabajar duro en ese sentido,  desbrozar el camino y concretar la alianza con el movimiento en el poder, previa definición del mandatario: si éste decide ir a una nueva reelección, González tendría muy pocas opciones. En cuanto a Nebot, que difícilmente puede aspirar al sillón presidencial, está contento en su condición de burgomaestre de la ciudad que hasta hace poco era la más populosa del Ecuador, y por cuanto sus dos organizaciones políticas que estuvieron bastante alicaídas, han tenido su modesto repunte.
¿Y el Sr. banquero Guillermo Lasso, con su CREO, que generó muchas expectativas entre los sectores tradicionales? Sin duda comprenderá que no pueden haber dos opciones de la derecha para disputar la presidencia: una de las dos se anula o aguarda para una nueva oportunidad.
El Partido Socialista-FADI, se encuentra dividido. El tiempo dirá si se superan o se ahondan las contradicciones. El partido comunista –mi antiguo partido-, es una evanescencia desde hace poco más de una década. El MPD ha recibido recios golpes, pero todavía se mantiene con vida.
Finalmente Sociedad Patriótica, Partido Roldosista Ecuatoriano, PRIAN, es posible que se extingan lentamente y se dirijan a la “Necrópolis” en donde ya descansan en paz la socialdemocracia, democracia popular, junto a los cadáveres momificados del otrora poderoso partido conservador y del no menos prestigioso liberalismo. Esa es la ley inexorable de la existencia de los partidos y movimientos políticos que han cumplido su ciclo vital.

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