JOSÉ MANUEL NIEVES / MADRID
El observatorio espacial Herschel, de la Agencia Espacial
Europea (ESA), ha dirigido sus instrumentos hacia el asteroide Apofismientras
éste se acercaba a la Tierra, los pasados 5 y 6 de enero, y ha encontrado que
la roca espacial es bastante más grande (y también menos reflectante) de lo que
se creía. Apofis tiene un diámetro medio de 325 metros y no de 270, como se
pensaba hasta ahora.
Anoche, mientras que España y medio mundo dormían, el
asteroide se acercó a la Tierra a una distancia de 14,5 millones de km., su
máxima aproximación a nosotros durante esta "pasada" de la roca
espacial. Las siguientes, mucho más cercanas, se producirán en los años 2029 y
2036.
Catalogado con el número 99942, Apofis fue descubierto en
2004. Los primeros cálculos sobre su trayectoria arrojaron entonces hasta un
2,7% de probabilidades de que hiciera impacto contra nosotros en abril de 2029.
Un hecho que le valió el apodo de "el asteroide del día del juicio
final".
Sin embargo, estudios posteriores rebajaron mucho el riesgo
de colisión, aunque determinaron que ese año (2029) el asteroide pasará a sólo
36.000 km de la Tierra, la altura a la que se encuentran nuestros satélites
geoestacionarios.
El problema, sin embargo, persiste para la "visita"
de Apofis de 2036. Y es que los investigadores, aunque minimizan el peligro de
una colisión, no terminan de ponerse de acuerdo sobre la distancia a la que
finalmente la roca pasará de nosotros. La razón es que nadie sabe a ciencia
cierta cómo afectará a la órbita del asteroide su "visita" a la
Tierra anterior, la de 2029. La gravedad de nuestro planeta, en
efecto,modificará esa órbita cuando el asteroide se nos acerque. Y esa
modificación podría incluso hacer que Apofis chocara contra nosotros en su
siguiente vuelta.
Por eso resulta tan importante conocer con el máximo detalle
posible tanto sus características físicas como orbitales. Cualquier dato
adicional puede ayudar a predecir con mayor precisión hasta dónde se nos
acercará el asteroide en 2029 y, más importante, en 2036.
Durante el pasado fin de semana, el Herschel tuvo una buena
ocasión para estudiar a Apofis durante dos horas, mientras se nos estaba
acercando para alcanzar, anoche, el punto de máxima aproximación a la Tierra de
esta visita, 14,5 millones de km.
"Además de que los datos tengan gran importancia por sí
mismos -afirma Laurence O'Rourke, investigador principal del programa de
observación- si comprendemos sus principales propiedades tendremos detalles
vitales para futuras misiones que, eventualmente, puedan enviarse hasta estos
objetos potencialmente peligrosos".
El Herschel ha proporcionado las primeras imágenes térmicas
del asteroide en diferentes longitudes de onda. Y esas imágenes, combinadas con
las ópticas, han ayudado a mejorar las estimaciones que se tenían sobre las
características físicas de la intrigante roca espacial. Por ejemplo, hasta hoy
se creía que su diámetro medio era de 270 metros, con un margen de error de 60
metros. Pero el Herschel se ha dado cuenta de que su tamaño es bastante mayor:
325 metros, y con un margen de error de apenas 15 metros.
Diferente albedo
En otras palabras, Apofis es un 20% mayor de lo que creíamos.
Lo cual significa que su masa es un 75% más grande de la que se había calculado
previamente. También las estimaciones sobre el albedo del asteroide (la medida
de su reflectividad), han cambiado, para situarse en un 0,23. Lo cual significa
que solo el 23% de la luz solar que llega al asteroide se refleja y vuelve al
espacio. El restante 77% es absorbido y aporta calor al asteroide. La anterior
estimación del albedo de Apofis era de 0,33.
Esta característica, igual que la del tamaño, puede tener una
gran importancia para nosotros. De hecho, conociendo las propiedades térmicas
de un asteroide es posible calcular su órbita con mucha mayor precisión.
Conocido como "efecto Yarkovsky", los ciclos de calentamiento y
enfriamiento que sufre un cuerpo pequeño a medida que su distancia al Sol varía
pueden provocar a largo plazo sutiles cambios en su órbita. Algo de la máxima
importancia si pensamos que Apofis se acercará peligrosamente a nuestro planeta
en el futuro.
"Aunque al principio Apofis cautivó la atención pública
por su posible impacto contra la Tierra -afirma Göran Pilbratt, científico del
Herschel- hoy consideramos altamente improbable que ese impacto se produzca en
un futuro previsible".
Pero "altamente improbable" no significa imposible.
Por eso resulta tan importante obtener la mayor cantidad de datos posibles
sobre esta roca potencialmente peligrosa.
20.000 bombas atómicas
El impacto contra la Tierra de un asteroide del tamaño de
Apofis tendríaconsecuencias devastadoras, ya que equivaldría a la explosión de
20.000 bombas atómicas. Varios cientos de km. alrededor de la zona de impacto
quedarían, literalmente, arrasados. La Tierra no se destruiría, pero la
colisión tendría un efecto devastador sobre el clima, algo que sí afectaría a
las formas de vida.
Sin embargo, para saber con exactitud lo que sucederá en 2036
no queda más remedio que esperar a que Apofis vuelva a pasar cerca de la Tierra
en 2029. Solo entonces sabremos si la gravedad de nuestro planeta ha cambiado
su trayectoria para convertirlo en un objeto realmente peligroso.
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